Consultamos al historiador Daniel Gutiérrez Ardila, doctor en Historia de la Universidad París 1, Panteón-Sorbona; docente investigador del Centro de Estudios en Historia, CEHIS, de la Universidad Externado de Colombia y autor del libro 1819, Campaña de la Nueva Granada.

Para el investigador, "el más importante de todos los mitos es aquel que pretende subsumir en una personalidad caudillesca el proceso completo de la independencia y la revolución", cuando esta, "para desarrollarse e imponerse, tuvo que cautivar y convencer a la mayoría de los habitantes del antiguo virreinato". En suma, la batalla de Boyacá "es una creación de los habitantes de la República". 

El historiador Óscar Almario ha reiterado que la Independencia y su interpretación como fenómeno histórico y político debe considerarse como un proceso, que no empieza en 1810 y termina en 1819. En ese contexto ¿Debemos o no celebrar este año el bicentenario de la independencia?

Ese proceso al que se refiere el profesor Almario es compatible con la conmemoración de ciertas fechas que han venido a representar la idea misma de independencia y de la creación de un nuevo sistema político. Siendo así, me parece que cabe celebrar cada año esas efemérides: es mejor ser responsable de su propia suerte que el apéndice de un imperio, y es mejor ser una República que una colonia. 

En su libro 1819, Campaña de la Nueva Granada habla de algunos mitos que rodean la campaña libertadora, ¿cuáles de estos nos podría mencionar?

La gente sigue pensando que la lucha por la independencia enfrentó a americanos y españoles en dos bandos contrarios y consistentes. Muchas personas siguen creyendo también que la revolución fue un asunto circunscrito a un pequeño grupo y que este estaba constituido por criollos. La realidad es que ambos bandos estaban conformados en su inmensa mayoría por americanos y que había peninsulares de uno y otro lado. Las fuentes muestran también que es absurdo reducir la militancia revolucionaria al círculo de los hijos o nietos de españoles. La idea revolucionaria suscitó entusiasmo (o repulsión) en toda la sociedad.

El más importante de todos los mitos es aquel que pretende subsumir en una personalidad caudillesca el proceso completo de la independencia y la revolución. La necesidad de conseguir reconocimiento de la República en el exterior llevó a que se confeccionara una propaganda centrada en la idea de un Libertador. Esa idea resultaba muy atractiva en Europa y Estados Unidos en el contexto de las Restauraciones. Se creó entonces un héroe que representaba a la revolución y popularizaba la causa en el extranjero. El problema es que esa idea propagandística se ha transformado con el tiempo en una simplificación insoportable de la historia. La revolución, para desarrollarse e imponerse, tuvo que cautivar y convencer a la mayoría de los habitantes del antiguo virreinato.

¿Qué participación tienen ejércitos europeos en la Batalla de Boyacá? 

Hubo, efectivamente, soldados y oficiales extranjeros en la batalla y en toda la campaña del año 19. Sin embargo, estos hacían parte de un ejército muy pequeño, compuesto mayoritariamente por venezolanos y neogranadinos, y ese ejército llegó en pésimo estado al altiplano tunjano después de trasmontar la cordillera. Así, el hecho capital, lo que realmente decidió la campaña fue el apoyo prácticamente unánime que las poblaciones del altiplano le brindaron a ese pequeño grupo de soldados y oficiales y su disposición a enrolarse en él para fortalecerlo.

¿Para el momento de la Batalla de Boyacá cuáles eran las principales ciudades y qué impacto tuvo la batalla en ellas? 

En la época colonial existía una jerarquía entre las poblaciones. Por lo general, una ciudad era más importante que una villa y esta más que un “sitio”, un pueblo de indios o un real de minas. Digo “por lo general”, porque había ciudades que conservaban el título otorgado por la Corona, pero no tenían cabildo, habiendo sido este abolido por las autoridades superiores del virreinato (era el caso de Zaragoza o Cáceres en Antioquia) y por lo tanto su influencia era nula. Lo digo también porque ciertas villas se habían convertido en centros de poder provincial (como el Socorro) por encima de ciudades antiguas.

Esta precisión es importante porque indica que había unos rangos que no siempre correspondían a la importancia real de las localidades. Uno de los desafíos de la revolución fue precisamente ese: reestructurar la jerarquía territorial, actualizarla.

Ahora bien, la batalla de Boyacá tuvo consecuencias inmensas para las poblaciones neogranadinas en general, ya que implicó en la mayoría de ellas el desplome inmediato del régimen restaurado. Aquellas localidades que se mantuvieron en poder de las autoridades coloniales, la batalla significó el comienzo de un nuevo período de guerras.

Finalmente, ¿Cuál cree que fue el impacto de la Batalla de Boyacá en la conformación de las áreas urbanas y la ciudadanía? 

La batalla de Boyacá es una creación de los habitantes de la República. Lo que hizo que ese acontecimiento se convirtiera en un punto de no retorno fue antes que nada la interpretación que de este se hicieron la mayor parte de las localidades del virreinato. Como muchos consideraron que era una batalla decisiva, terminó siéndolo.