En febrero de 2019 se produjeron alertas naranja y amarilla por la contaminación del aire y se tomaron medidas como el pico y placa ambiental en Bogotá y Medellín. Según monitoreos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, a nivel nacional las zonas que mayor afectación presentan por importantes niveles de contaminación atmosférica son el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, las localidades de Puente Aranda, y Kennedy en Bogotá, el municipio de Ráquira en Boyacá y la zona industrial de ACOPI en el municipio de Yumbo (Valle del Cauca).

En Colombia, el monitoreo y control de la contaminación atmosférica ha tomado mayor relevancia, debido a que, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, una de cada ocho muertes ocurridas a nivel mundial, es ocasionada por la contaminación del aire. No obstante, “la normatividad colombiana establece límites más altos que las recomendaciones de la OMS. En 2030 buscará tener una meta intermedia, pero falta la meta final no se ha definido” aseguró el ingeniero químico Néstor Rojas, profesor e investigador en contaminación del aire por material particulado, emisiones de motores diesel y combustibles alternativos. 

Por su parte, Alejandro Álvarez, profesor de ingeniería de procesos de la Universidad EAFIT, señaló que “desde que comenzó la implementación del Plan Integral de Gestión de la Calidad del Aire del Valle de Aburrá, PIGECA, Medellín mejoró en la cantidad de los contaminantes, pero aun no estamos en condiciones de sentirnos tranquilos”. (Lea también: Los riesgos de vivir en una ciudad contaminada)

El suroccidente de Bogotá tiene una concentración más alta de fuentes contaminantes, están las zonas industriales, hay alto flujo de tractomulas y condiciones climáticas desfavorables. En Medellín la zona más afectada es el sur. Hay indicios que la contaminación llega hasta Chocó afectando sus ecosistemas.

No obstante, el profesor Rojas aclaró que la mala calidad del aire no es un problema exclusivo de las grandes ciudades, porque las intermedias también tienen fuentes de emisión, “la calidad del aire no depende del tamaño de la ciudad sino de las fuentes de contaminación”, precisó.

Por ejemplo, Ráquira (Boyacá), un municipio de 13 mil habitantes, tiene problemas de contaminación del aire por la producción de artesanías, ya que hay una combustión que no está controlada por el tipo de tecnología que se usa.

Fuentes de contaminación

En la calidad del aire inciden fuentes fijas como son las industrias, móviles como el transporte e internas como las prácticas de seguir cocinando con leña en los hogares, especialmente en los rurales.

Datos muestran que el mayor problema de Medellín es de fuentes móviles con el 80% y el 20% de las industrias. Mientas en Bogotá las fuentes móviles aportan el 58 % de los contaminantes, la industria el 38% y las fuentes comerciales el 4%. Dentro de las fuentes móviles en la capital colombiana, los camiones aportan el 39 % de las emisiones, luego buses provisionales, el SITP, Transmilenio, particulares con motor a diésel, motos y vehículos a gasolina.

¿Qué medidas se deben tomar?

Medidas como el pico y placa ambiental ayudan pero se debe prescindir de un modelo centrado en el carro particular, “ha faltado más valentía para cambiarlo”, señaló Álvarez.

De acuerdo con Rojas, para mejorar las fuentes fijas se puede usar la tecnología de control, incluso la exención de impuestos para las empresas que inviertan en esas tecnologías. Además “tenemos muchos buses con tecnología vieja y tenemos que renovarlos, para eso hay que tener mejores combustibles”, manifestó.

Los gobiernos deben tomar medidas estructurales, creativas y no impositivas para incentivar cambios en el transporte público y de carga y en la industria. Por su parte, los ciudadanos deben utilizar menos el vehículo particular y usar más el transporte público o las bicicletas.