Así lo hizo entender el abogado Andrés Molano, invitado al programa de radio Observatorio de Gobierno Urbano del Instituto de Estudios Urbanos, y transmitido por la UN Radio, en donde se conversó a cerca del nuevo Código de Policía, el cual se aplicó desde febrero a todos los colombianos. En su opinión, la ciudadanía tiene una cultura tan perjudicial que visualiza las reglas a través de la sanción “cuando en realidad debería leerlas de una forma en que las reglas hacen posible la convivencia”.

Concuerda con Fernando Guzmán, Director de la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales (ASOCAPITALES) también invitado al programa radial, quien explicó que la esencia del Código de Policía es la regulación de la libertad y que de allí se deriva la regulación de los derechos y deberes frente a la convivencia. Sin embargo, asegura que “estamos ante un reto como sociedad, en donde nos acostumbramos a lo que había y aplicar nuevas medidas nos va a costar, pero tenemos que dar ese tránsito”.

De acuerdo con Guzmán, el Código de Policía es un instrumento fundamental para el gobierno de la ciudad y contar con esta herramienta actualizada es un avance importante “además pone a tono otra situación, la prontitud y los medios que tiene la policía para resolver situaciones, ahora con las multan se generan costos y reportes en bases de datos al infractor”.

Escuche la emisión del 1 de febrero de 2016: Código de Policía

Según explicaron los invitados, estas normas están íntimamente vinculadas con el derecho a la ciudad, pues es a través de las herramientas de convivencia, los mecanismos para organizar el ejercicio de los derechos lo que hace efectiva la responsabilidad de los ciudadanos en el ejercicio cotidiano de sus libertades “es la posibilidad de hacer realidad este derecho a la ciudad, que es un derecho complejo, es un derecho cuya satisfacción no corresponde únicamente al Estado sino que requiere del ejercicio de una buena ciudadanía” enfatizó Molano.

Otro elemento clave está en papel protagónico que tiene el agente de policía en el proceso preventivo y correctivo que estipula el código. Entre muchas críticas y opiniones se ha dicho que la misma institución no se encuentra preparada para afrontar con la mayor eficacia lo que se viene, frente a esto opina Molano que “la policía tendrá que experimentar su propio proceso de transformación, (...) esos temas de vigilancia de la convivencia ciudadana van a tener una repercusión institucional y van a permitir perfeccionar sus capacidades y desarrollar unas nuevas formas de enfrentar los desafíos de la vida urbana”.

Por su parte el abogado Guzmán asegura que la Policía se ha comprometido a un reajuste institucional, no solo en el marco del postconflicto sino en el marco de la aplicación del código. La Policía tiene que capacitarse, fortalecer recursos y generar y aumentar la confianza en los procedimientos “para que el código cumpla con su cometido en la convivencia y cultura ciudadana sus disposiciones deben tener un grado mínimo de eficacia”.

Eficacia que, para Andrés Molano, no está en la sola ejecución del “castigo” al infractor sino en lo que este nuevo Código de Policía logre a través de la pedagogía en cultura ciudadana e impulso a la prevención “el mayor éxito del Código de Policía es que su aplicación se vuelva innecesaria, es recuperar la práctica de la convivencia”.

El Código de Policía puede ser consultado, en su totalidad, a través del sitio web de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia.