Cuando se habla de movilidad sostenible usualmente se hace referencia a los centros urbanos y no a las zonas rurales. Esto no es coincidencia si se tiene en cuenta que la movilidad sostenible nace en un mundo urbanizado, en la segunda mitad del siglo XX, por la preocupación de los problemas medioambientales y sociales ocasionados por un modelo de transporte urbano basado en el auto particular, según explica el profesor e ingeniero Jorge Eliécer Córdoba, de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.

Según las proyecciones, cada año los desplazados por desastres podría llegar a los 155.129 en Colombia: por terremoto 103.682 personas, por inundaciones 49.865, por tsunami 1.576, por viento ciclónico 4 y por tormenta 2.

Para enero de 2019 la tasa de desempleo en el país fue de 12,8 %, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE. Sin embargo, “en el caso de los hombres el desempleo es del 12 %, el de las mujeres es de 15.8 % y el de jóvenes es del 25 %. Lo que hace que la situación más preocupante sea en mujeres y jóvenes”, aseguró César Giraldo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.

Según el Banco Mundial, el turismo representa el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo, siendo una herramienta para el desarrollo, en especial de mujeres y jóvenes. Es por ello, que se establecieron tres claves para fortalecer este sector: conectividad e inclusión; inversiones locales y desarrollo del capital humano.

Fomentar la inclusión social, la seguridad y los hábitos de vida saludables vinculados a la movilidad, respetar el medio ambiente mediante la reducción de la contaminación y la protección de los recursos naturales y abordar la dimensión de desarrollo económico vinculada a la movilidad sostenible, son las bases de la Declaración de Bilbao, un pacto por la Movilidad Urbana Sostenible.

Cuando las variables topográficas, meteorológicas y las emisiones coinciden se prenden las alarmas por contaminación del aire generando problemas en las ciudades, la salud humana y los ecosistemas. A esta conclusión llegaron los profesores Néstor Rojas de la Universidad Nacional de Colombia y Alejandro Álvarez de EAFIT en el programa Observatorio de Gobierno Urbano que se transmite por U.N. Radio.