Recientemente se dieron a conocer los resultados de la encuesta Cúcuta cómo vamos 2021, en donde se destacan la percepción de la ciudadanía en temas como seguridad, salud, empleo, bienestar. ¿Cuáles son los resultados más destacables de esta encuesta?

En los últimos años lo que uno logra percibir es un pesimismo que se ha venido acumulando en torno a la ciudad, aunque hay una leve recuperación de 5 puntos porcentuales en esta encuesta, realizada en noviembre de 2021, con respecto a la del año anterior. El 60% de las personas consideran que la ciudad no va por buen camino. Se puede decir que la encuesta está asociada a las condiciones sociales y de tipo económico.

Lo que se puede encontrar en preguntas asociadas a la pobreza o a la situación económica en el último año es que el 50% de las personas consideran que esta última no ha sido buena. Esa percepción negativa está asociada a los temas de empleo donde un 60% de las personas encuestadas, en el contexto de la pandemia, perdieron el trabajo y otro porcentaje no ha podido ocuparse. 

En la encuesta,  las respuestas más pesimistas y negativas están asociadas a las mujeres. Además, un 40% de las personas mencionaron que los ingresos no les alcanza para suplir las necesidades mínimas. Encontramos un círculo vicioso de una percepción pesimista en general. 

El segundo tema importante tiene que ver con la pobreza. Cuando uno mira los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, 2020, encuentra que, con el cambio de metodología, Cúcuta y su Área Metropolitana tuvo una incidencia de pobreza monetaria del 54%, un aumento en 8 puntos porcentuales.

Los mecanismos de transmisión como suele llamarse a los mercados laborales fueron muy afectados en ese contexto. Cúcuta y el Área Metropolitana viene con una tendencia creciente de pobreza desde el año 2017,  y un aumento en 8 puntos porcentuales de pobreza monetaria del 2019 al 2020. 

Cuando uno mira la pobreza extrema encuentra claramente que este aumento se duplicó porque pasó del 10% al 20%. Ahora en la encuesta de percepción la gente es poco optimista de la ciudad asociada a las condiciones socioeconómicas. El 67% afirma que no tienen trabajo.

La metodología para realizar la encuesta cambió por la pandemia, pasando a la modalidad virtual. En total fueron 1.377 personas encuestadas y el periodo de recolección de datos fue del 3 al 24 de noviembre. ¿Cómo fue este proceso y qué criterios se tuvieron en cuenta?

En el contexto de la Covid-19 no se pudieron hacer encuestas como normalmente se venían haciendo, con una muestra aleatoria y técnicas de estadísticas del Observatorio que generaban importancia en términos de la población. Esto cambió por lógicas propias que generó esta pandemia asociadas a que no se podían guardar distanciamientos sociales. Se utilizó este tipo de encuesta de la empresa Sensata financiada por la Fundación Corona y los 16 programas Cómo Vamos. Se llamó “Mi voz mi ciudad” e intentó detectar la percepción de calidad de vida de la gente.

El público objetivo fue personas mayores de 18 años agrupadas en este caso por zonas de Cúcuta y estas, a su vez, agrupadas por comunas. Se tuvo en cuenta un maestro muestreo de no probabilístico y un control de cuotas por sexo, rango de edad y niveles socioeconómicos. Se preguntó sobre diversos temas como educación, salud, economía, servicios públicos, guardando la metodología como se venía desarrollando antes de la pandemia. 

Tres de los temas que generaron mayor preocupación en la muestra fueron: empleo, seguridad y pobreza. ¿En qué sentido son los mayores problemas de la ciudad y cuáles pueden ser sus causas?

Un tema clave es el de la seguridad. El 58,4% de las personas que respondieron esta encuesta no se sienten nada seguros. Este es un dato bastante diciente, resaltando que las mujeres se sienten más inseguras que los hombres. La percepción de las mujeres está en 10 puntos porcentuales por encima  de la del hombre. 

Estos programas son de vieja data, uno de los grandes problemas que tiene Cúcuta y su Área Metropolitana pasa por varias cosas. Primero por una estructura económica o un tejido empresarial débil, pues el 98%, según cifras de la Cámara de Comercio, son microempresas, muchas de carácter familiar y relacionadas con sectores económicos que son importantes para la región, pero que han sido golpeados en este tiempo. Es el caso del sector confección y calzado, uno de los mercados más importantes de la era del presidente Hugo Chávez en Venezuela. 

La actividad económica, tanto en el Norte de Santander como en Cúcuta, giraba en torno al ciclo económico venezolano. Cuando empezó la crisis económica venezolana y el debilitamiento de las relaciones diplomáticas se deterioró la actividad formal e informal de la ciudad y del departamento. Eso terminó afectando a un tejido empresarial hoy bastante débil que no genera un volumen de empleo necesario, ni de calidad. 

Cúcuta bajó un poco la tasa de informalidad laboral qué es del 65%, muy parecida a la de Sincelejo. En la crisis de migración la tasa de informalidad fue de 70%, esto generaba un círculo vicioso de alto desempleo y de pocos ingresos que se ven reflejados tanto en la pobreza como en la educación.

Veo con menos calidad, baja productividad y poca competitividad, la economía de los sectores de hoteles y restaurantes, afectados por el intercambio económico y esa proximidad geográfica con Venezuela. La crisis política, económica y diplomática interna de Venezuela terminó reflejándose en problemas de tipo económico para Cúcuta y su Área Metropolitana. 

Las políticas han sido poco efectivas y no tienen un enfoque territorial, desde el punto de vista de pensarse la frontera y las dinámicas complejas económicas, sociales y culturales que se dan allí. Prevalece un discurso de la seguridad y la defensa de la soberanía, entendiendo la frontera como un espacio negativo donde albergan grupos ilegales. Por lo tanto, la solución se aborda desde  una perspectiva militarista.

Otro discurso es el de la parte de la economía, el discurso de la competitividad con un tercer elemento dentro de los espacios transfronterizos, la interdependencia social, económica, cultural e histórica.