El administrador de empresas Nelson Javier García Castellanos fue elegido como alcalde del municipio de Tasco (Boyacá) en 2015 con 1.123 votos. Este domingo se convirtió en el primer alcalde en ser revocado con 1.609 votos. Los promotores del proceso argumentaron que, en más de dos años de gobierno, el mandatario no cumplió con ningún aspecto de su plan de desarrollo.

Frente a esta histórica situación, el Observatorio de Gobierno Urbano consultó al doctor en Gobierno y Administración Pública, Mauricio Bentacourt, quien consideró que es un mensaje importante para el país porque significa un avance en los niveles de participación y conciencia sobre los procesos administrativos y políticos del orden local.

“Esto supone una mayoría de edad en términos de lo que significa una revocatoria para la población”, dijo el profesor Betancourt.

El académico insistió en que esta es una situación positiva porque devela el fortalecimiento de la ciudadanía, pero advirtió que tiene un interrogante en relación al retraso en los procesos administrativos que una revocatoria pueda generar. En el caso específico de Tasco, sus habitantes manifestaron ineficiencia en la gestión del alcalde por lo que tal factor, por el contrario, sería subsanado con la decisión.

Sin embargo, en una entrevista concedida a RCN Radio, Nelson Javier García Castellanos se defendió de los señalamientos contra su gestión y aseguró: "Tenemos un trabajo excepcional que admira quien va al municipio, pero las personas que trabajamos con responsabilidad y con respeto a la norma desafortunadamente tenemos muchos enemigos".

En la misma conversación, el alcalde revocado afirmó que tras su victoria "muchos de la política tradicional quedaron resentidos y dolidos y se juntaron todos los concejales de la política tradicional, transportadores, mineros ilegales y aquellos que no quieren que haya cumplimiento de normas y quieren generar una anarquía en el municipio".

Al respecto, el profesor Betancourt manifestó que uno de los riesgos de los procesos de revocatoria, sin asegurar que este sea el caso de Tasco, es que se tornen politiqueros, en la medida que los ciudadanos conviertan la pérdida de las elecciones en la bandera para revocar al ganador. Una situación que es más vulnerable cuando los resultados no marcan diferencias sustanciales que de legitimidad necesaria para gobernar.

“Será el nivel de conciencia ciudadana el que ayude a la población a diferenciar una mala e ineficiente gestión de una iniciativa liderada por los perdedores de las elecciones”, dijo.

En definitiva, el doctor en Gobierno y Administración Pública aseguró que esta revocatoria le va a demostrar al país que sí se puede participar y tomar decisiones trascendentales sobre el futuro de los territorios. Tal como ha sucedido con las consultas mineras en diferentes municipios, donde la población ha entendido que independiente de las decisiones políticas hay un carácter ciudadano frente a la minería y las posibilidades de desarrollo.