El ordenamiento territorial y la planeación es una prioridad para cualquier entidad territorial comprometida con el desarrollo sostenible y la garantía de la calidad de vida de la población. En este sentido, el Plan de Ordenamiento Territorial –POT-, entendido como la norma que define cómo puede la ciudad hacer uso de su suelo y dónde están las áreas protegidas, en qué condiciones se puede ubicar vivienda, actividades productivas, culturales y de esparcimiento, tiene como uno de sus múltiples fines garantizar que los ciudadanos tengan acceso a los servicios comunes de la ciudad: vías, parques, colegios, hospitales, servicios públicos, vivienda digna, procurando la utilización racional del suelo para favorecer el interés común, la sostenibilidad ambiental y la preservación del patrimonio.

En el marco del Foro “El POT de Bogotá: ¿hacia una visión integrada y sustentable del territorio?”, organizado por el Instituto de Estudios Urbanos con el fin de poner en discusión pública los asuntos relacionados con la formulación y modificación del POT en la capital, se pusieron diversas posiciones sobre la mesa para abarcar este tema tan importante para la ciudad a través de la mirada de expertos, docentes y representantes de entidades estatales que se ven involucradas con el ordenamiento de la capital.

De esta manera, en cuanto a la vigencia actual del POT de Bogotá, se debe tener en cuenta que el artículo 118 del decreto 469 del 23 de diciembre de 2003, modificó la vigencia del contenido general del POT subrogando el artículo 97 del plan inicial, y estableció que tal vigencia sería igual “a la del tiempo que falta para terminar la actual administración del Distrito Capital y 4 periodos constitucionales de gobierno de las próximas administraciones”.

La actual administración a la que se refería la norma era la del entonces alcalde Antanas Mockus, quien expidió el Decreto de Revisión, cuyo periodo terminaba el 31 de diciembre de 2003. Los 4 periodos constitucionales de gobierno de las próximas administraciones distritales se refieren a la de los alcaldes Luis Eduardo Garzón (2004-2007), Samuel Moreno (2008-2011), con el encargo de Clara López de junio a diciembre de 2011, Gustavo Petro (2012-2015), y el siguiente de 2016 a 2019 que está a cargo de Enrique Peñalosa. En consecuencia, el componente general del POT de Bogotá quedó con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2019.

En consecuencia, la actualización del POT de Bogotá no pudo en llegar en un mejor momento toda vez que la ciudad está creciendo de manera acelerada, así lo aseguró Andrés Ortíz, Secretario Distrital de Planeación, “al 2050 se estima una población de 12.9 a 13 millones de habitantes en Bogotá”, señalando además que la población de la capital está creciendo en un 1 % al año.

Dentro de los retos que enunció el Secretario de Planeación está que el espacio público debe estar relacionado con la población y la densidad, si se tiene en cuenta que en Bogotá cada habitante tiene 4,23 m2, cuando la medida recomendada por los organismos internacionales de salud es de 10 m2. Este es un factor trascendental cuando se habla de calidad de vida. Además, señaló que Bogotá debe tener un sistema de transporte público eficiente y masivo dada la falta de alternativas y soluciones viales de la capital y los entornos circunvecinos.

En cuanto a este último aspecto, Martha Triana, presidente del Consejo Territorial de Planeación Distrital, coincide con la posición del Secretario Distrital de Planeación, ya que afirma que no hay calidad de vida en términos de movilidad y en consecuencia, las necesidades de la ciudadanía siguen pendientes en lo que tiene que ver con los tiempos de desplazamiento. “Cada administración impone su forma de ver el territorio” aseguró Triana.

Un factor adicional en el que también se llegó a la misma conclusión, fue en el de la participación ciudadana. Martha Triana aseguró que “no hay ordenamiento del territorio sin participación de la ciudadanía y respeto por los derechos”, por su parte, Andrés Ortíz expuso que “la participación ciudadana debe hacerse a partir de la claridad de la información”.