Así lo afirmó el profesor Fabio Zambrano, del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien manifestó que el país sigue teniendo confusión en cuanto a los niveles de ordenamiento territorial, después de la Constitución Política de 1991, por lo que uno de los retos de las áreas metropolitanas es lograr un equilibrio entre municipio, departamento y Nación.

Para el historiador, “el Estado ve en las áreas metropolitanas una posibilidad de crear un gobierno urbano que trate el fenómeno de las ciudades que han desbordado los municipios, sin embargo, todavía no hay una política que aclare los límites del gobierno urbano del municipio, del departamento y de la Nación. En otras palabras, las áreas metropolitanas todavía están en el papel”.

Adicional a esto, el profesor Zambrano recordó que en el país ha habido una crisis permanente en el nivel intermedio de la división político administrativa en la que han estado los departamentos y en la que ahora se encuentran las áreas metropolitanas, que todavía están en proceso de conformación y de definición de instrumentos para lograr una intervención y ejecución efectiva para resolver los problemas urbanos que se escapan a los municipios.

“Las ciudades desbordaron los municipios, rompieron las regiones, las dinámicas urbanas están dejando atrás la capacidad de intervención de los departamentos y esto ha incrementado la discusión sobre la necesidad de las áreas metropolitanas en el país”, dijo.

En este sentido, el académico explicó que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), que es la más antigua en el país, ha mostrado sus limitaciones a propósito de la crisis ambiental que ha tenido el Valle de Aburrá. De ahí que surjan en el debate preguntas sobre la funcionalidad, la eficiencia y la eficacia de este esquema de asociatividad territorial.

Otro de los factores que han quedado en evidencia tras la experiencia del AMVA, dijo el profesor Zambrano, tiene que ver con el desequilibrio que hay entre los 10 municipios que la conforman (Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Medellín, Envigado, La Estrella, Itagüí, Sabaneta y Caldas), razón por la cual, otro de los retos que tienen las áreas metropolitanas es definir una forma de gobierno urbano que permita superar las inequidades y las desigualdades territoriales.

Así mismo, lograr una mayor democracia territorial y mayores derechos para que los habitantes tengan el mismo acceso al Estado, a la esfera pública y a los servicios básicos, son otros de los desafíos que mencionó el académico para las nacientes áreas metropolitanas en el país.