La ciencia, la tecnología, la ingeniería, el suelo y el terreno son algunos de los factores que le jugaron una mala pasada a una de las obras más esperadas por los colombianos: el ambicioso proyecto del viaducto de Chirajara, que conectaría a las ciudades de Bogotá y Villavicencio y se estrenaría en el mes de marzo del presente año, pero que colapsó el 15 de enero de 2017.

El Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) consultó a tres expertos sobre las posibles causas que llevaron a que esta infraestructura de alta tecnología no finalizara de manera exitosa y mejorara la movilidad en Colombia. Según los expertos, una obra de cuarta generación, que inició en abril de 2016.

Sociedad Colombiana de Ingenieros

De acuerdo con el presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), Angelino Durán, esta era una obra complicada en la cual no hacían falta más que 30 0 40 metros para que las dos partes en construcción se encontraran. La empresa antioqueña Área estaba encargada de sus diseños y la empresa Gisaico de su construcción. “Es una tragedia que no debió presentarse, sobre todo en una obra de esta magnitud, en donde los controles tienen que ser estrictos, tanto durante el diseño, como en la construcción”, manifestó.

Este tipo de obras de ingeniería pueden colapsar por diferentes razones: la primera, por una causa imprevista como un terremoto, y la segunda, una posible deficiencia en el diseño o en el proceso constructivo. “Quiero ser reiterativo que estos son señalamiento y conceptos sin fundamento por lo que es importante realizar los estudios correspondientes y la oportuna revisión de todos los controles de calidad que nos lleven a determinar con certeza cuál fue la causa”, sostuvo el ingeniero Durán.

Sociedad Colombiana de Arquitectos

Por otra parte, el director ejecutivo de la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA), especialista en Gestión en Planeación de Proyectos de Hábitat Urbano en Países en Vía de Desarrollo C.E.E.A, Álvaro Suárez Zúñiga, expresó que “no es un problema de los ingenieros, ellos tienen todas las capacidades para diseñar este tipo de infraestructuras; es más, este proyecto fue galardonado con un premio nacional de ingeniería por la SCI”.

El problema está más adelante, en los estudios técnicos, y por esto se podría decir que la interventoría de construcción falló. “Es una preocupación enorme para el país el haberse caído este puente, como el de Montería; la SCA ha parado bastantes obras como las represas de Chivor y Chingaza”, señaló Suárez y agregó que “no es que la ingeniería colombiana no sea inteligente, pero sin duda falló algo, tiene el gobierno que buscar más que al culpable, una explicación racional”.

La academia

Por su lado, el arquitecto y profesor del IEU, Fernando Viviescas Monsalve, dijo que el asunto es muy serio y por esto “es fundamental esperar a las investigaciones detalladas y no es viable sacar conjeturas en relación con lo que ocurrió; es preocupante que aún en Colombia se estén produciendo este tipo de situaciones, amerita una reflexión más profunda y más amplia porque se supone que esta obra se tenía como referente para avanzar en temas de infraestructura en el país”.

El académico insistió en que no es conveniente adelantar afirmaciones a las causas del accidente porque pueden ser de mucha naturaleza, lo que no quiere decir que no existan responsables. “Se deben crear las condiciones para que más allá de discursos, de expresiones y manifestaciones, el país empiece a trabajar con mayor responsabilidad, es más, la investigación debe ser lo más técnica posible”, dijo.  

“Este tipo de situaciones no deberían suceder, los procesos técnicos, administrativos, financieros, pero sobre todo los elementos que están soportados en la ciencia y la tecnología debieran ser de tal magnitud que garanticen que eso no ocurra”, añadió el profesor Viviescas.

En este sentido, también manifestó que no se puede justificar que se caiga un solo puente en el mundo, ya que esto significa pérdida de personas, de la responsabilidad social, económica, cultural y política; “por eso se debe investigar a fondo para saber qué ocurrió, en dónde está la falla, una obra de esta magnitud debe dar total seguridad para que no pase una situación como esta”, expresó Viviescas.

Posibles Causas

Hay algunos puntos importantes que se deben analizar y son las circunstancias en las cuales se considera el pensamiento técnico y tecnológico y los soportes científicos de esos desarrollos técnicos.

De acuerdo con el profesor Viviescas, hay un primer elemento importante y es que “la academia debe empezar a ver con más detalle a los ingenieros y técnicos que salen de las universidades, porque se supone, deberían estar calificados y ser idóneos para atender este tipo de cuestiones en las cuales la sociedad deposita toda su confianza en la capacidad técnica, analítica y experimental en los profesionales que diseñan el proyecto”, sostuvo.

Adicionalmente, recalcó que la academia tiene un papel importante y una de sus tareas es analizar cómo se está manejando la ciencia y la tecnología en el país, por ello existe una amplia posibilidad para que el margen de error sea mínimo. “Ya es hora que se tome enserio la ciencia y la tecnología”, opinó el experto.

Por otro lado, la forma como se preparan los profesionales se tendría que ver con más cuidado, debido a que es fundamental que las entidades que los contraten tengan la posibilidad de controlar su manera de trabajar, “porque el sistema constructivo colombiano a juzgar por estos errores es bastante malo, comparativamente con otros países latinoamericanos”, afirmó.

Finalmente, los tres expertos en el tema manifestaron que este tipo de obras no pueden colapsar en pleno siglo XXI, y que sin duda el gobierno tiene la tarea de realizar las investigaciones a fondo, porque este tipo de tragedias hacen que los colombianos sientan temor de transitar por las obras que se vienen adelantando en todo el territorio nacional.