De acuerdo con este informe, el 73% de los ciudadanos en Bogotá considera que las cosas en la ciudad van por mal camino, lo que representa un aumento de 7 puntos porcentuales respecto a 2016.

¿Por qué aumentó el pesimismo en Bogotá? El Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) consultó a académicos y expertos en varios de los componentes de la encuesta para analizar sus resultados.

Movilidad

El componente de movilidad es uno de los aspectos en el que más se raja Bogotá. En el último año el 65% de los ciudadanos percibió que sus trayectos habituales duraron más tiempo. Esto, según el experto en Movilidad Fernando Rojas, obedece al aumento de carros y motos circulando en las vías de la ciudad.

En el caso del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), al no tener un control sobre las frecuencias de los buses y teniendo que circular por vías mixtas, se aumenta la percepción de la demora. “La sensación de rapidez que se tiene estando en el bus no se compensa con las dificultades que tiene el usuario, ya sea para entrar a la estación o para abordar el vehículo”, explicó.  

Según Bogotá Cómo Vamos, del 37% de ciudadanos que usan Transmilenio como su principal medio de transporte, solo el 19% se siente satisfecho. Esto se debe a que “la gente siente que en este sistema no hay ninguna mejora en la calidad del servicio, ni el usuario es tenido en cuenta como eje fundamental del mismo. Al contrario, los ciudadanos consideran que este sistema simplemente funciona para que unos privados se hagan ricos”, aseguró el experto.

“Hay un divorcio muy grande y un desencanto por parte de la ciudadanía, y la administración no tiene acciones concretas que permitan iniciar en el corto y mediano plazo una regresión de esta tendencia”, agregó.

En cuanto al SITP, la ciudadanía consideró que para mejorar el servicio se debe garantizar mayor frecuencia de los buses (50%), reducir la inseguridad (28%) y ampliar la cobertura (25%). Para Fernando Rojas, esto ha generado “nostalgia” frente al transporte integrado, ya que el 44% de los encuestados se siente satisfecho usando bus, buseta, micro ejecutivo y colectivo.

“Esto es casi 12 puntos por encima de los que usan el SITP (32%) y frente a esto también hay una falla por parte de la Administración que no ha logrado mejorar ninguno de los aspectos críticos para la gente”, expresó.

Por otro lado, el 43% de los habitantes de Bogotá consultados dijo que es negativo para la ciudad la construcción de la troncal de Transmilenio por la Carrera Séptima. Al respecto, Rojas señaló que este pesimismo se debe a las dudas de la ciudadanía frente a este proyecto que “la Administración no ha querido resolver”, pero también porque no se ve una promesa de mejora.

“Ni el Alcalde ni su equipo han evidenciado lo que se ha aprendido en estos años de funcionamiento de Transmilenio y cómo se van a corregir los errores que hoy la gente ha vivido en carne propia, por esto el rechazo a esta troncal y en general a otras que puedan venir”, puntualizó.

Seguridad

El profesor Miguel Silva, experto en Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra, afirmó que en los últimos 5 años el pesimismo en la ciudadanía bogotana se ha mantenido, lo que incide en la percepción de seguridad. “Un aumento en el pesimismo implica también un aumento en variables subjetivas de seguridad en la ciudad”, dijo.

En este aspecto, la encuesta señaló que el 54% de las personas consultadas se siente insegura en la ciudad, cifra que comparada con años anteriores demuestra que más o menos la mitad de la población esta insatisfecha con la seguridad.

“Llama la atención en términos territoriales que es en el sur de la ciudad (sur occidente 67% y sur oriente 57%) donde mayor inseguridad se manifiesta por parte de los ciudadanos, y esta cifra del sur infla, en algunos casos, el dato global de toda la ciudad; en el resto de la ciudad hay una percepción de seguridad mucho mejor que en esos dos grandes sectores (Bosa, Tunjuelito, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe Uribe, Antonio Nariño, Usme, San Cristóbal)”, manifestó.

Vivienda

En cuanto a vivienda, la profesora Angélica Camargo, presidente de la Asociación Colombiana de Investigadores Urbano Regionales (ACIUR), afirmó que llama la atención que la mayoría de los encuestados quiere ser propietario, mientras que solo el 3% dice no tener interés en tener casa propia.

Para la arquitecta, persiste un porcentaje importante que no puede acceder a vivienda por el mercado forma, bien porque no tiene capacidad de ahorro (29% le interesa comprar, pero no tiene para la cuota inicial) o simplemente sus recursos no le alcanzan (23% tiene recursos económicos para comprarla).

“Esto evidencia que hay un problema grave en la política de vivienda de interés social que no está cumpliendo su objetivo y no está llegando a quienes la necesitan, ya que, por nivel socioeconómico, los de menor ingreso son los que menos acceso tienen a la vivienda propia y el porcentaje de arrendatarios crece entre el nivel más bajo”, manifestó.

Medio ambiente

La encuesta de percepción ciudadana indicó que el 76% de los ciudadanos está insatisfecho con la contaminación del agua, ríos, quebradas y humedales; 71% con la contaminación del aire y la misma cifra con las basuras y los escombros en la calle. Ante esto, el profesor Gonzalo Andrade, del Instituto de Estudios Urbanos, indicó que estas cifras demuestran una mayor preocupación por parte de los habitantes por los temas ambientales.

Andrade agregó que este pesimismo también se evidencia por las decisiones que ha tomado la Administración, por ejemplo, con el cambio en la política ambiental del Distrito, en la que se permite presencia de estructuras duras dentro de los humedales. “Esto va en contra de la misma comunidad y por aspectos como estos se deteriora la percepción de la ciudadanía”, explicó.

“En la administración no están poniendo en consulta con los expertos, la academia, la comunidad y los demás actores, las políticas públicas y la importancia de hacerlas o modificarlas”, finalizó.

Espacio público

Sobre el espacio público disponible en la ciudad, los ciudadanos manifestaron sentirse satisfechos en un 37%, insatisfechos 30% y ni satisfecho ni insatisfecho 33%. Aunque la satisfacción mejoró en nueve puntos porcentuales respecto a 2016, el profesor Fabio Zambrano, historiador del IEU, señaló que en Bogotá el uso de espacio público todavía es “bastante deficiente”.

En este sentido, explicó que el problema del espacio público no es solamente de metros cuadrados de áreas verdes, parques o andenes sino de cómo lo usan los ciudadanos. “Los habitantes no han aprendido a hacer uso del mismo, principalmente porque es una ciudad profundamente excluyente. Nos falta aprender a usar el poco espacio que hay”, indicó.

“En Bogotá todavía no hay un uso moderno del espacio público, es decir, un uso permanente y constante, y que los habitantes de la ciudad se sientan ciudadanos, todos con los mismos derechos de usar el espacio público”, añadió.

Clima de opinión

El 42% de los encuestados dijo sentirse mucho o algo orgulloso de Bogotá, 3% más que en el 2016. Además, el 49% de los ciudadanos se siente satisfecho con la capital del país como una ciudad para vivir.

Al respecto, el profesor Zambrano recordó que la identidad de los ciudadanos con Bogotá siempre ha sido baja, porque “no hay una identidad que haya sido construida desde el Estado, los medios de comunicación y la sociedad que sea integradora. Bogotá es una ciudad excluyente”, dijo.

“La gente no se siente bogotana, en parte, porque siente que esta ciudad es de otros y no es un problema de migrantes. Además de esto, no se ha construido un símbolo de la ciudad, sino un símbolo de cada administración, por lo que no se logra consolidar una identidad permanente y compartida”, expresó.

Educación

La percepción en relación con la educación, los ciudadanos se mantuvieron en un 65% satisfechos: 65% en el nivel de niños y jóvenes que asisten a un establecimiento educativo y 72% de la educación que reciben los jóvenes que asisten a un establecimiento de educación técnica, tecnológica o universitaria.

Esto, manifestó el profesor Fabio Zambrano, se debe a que “Bogotá es la ciudad que mejor aparato educativo tiene y lo demuestran todas las pruebas. Ha habido un esfuerzo muy grande desde mediados de los años 60 del siglo XX por construir un aparato sólido de educación en la ciudad”.