Escrita por:

Moisés Cetré

Los científicos aclaran que esta fábula no refleja lo que en realidad pasaría, pero según un nuevo estudio, funciona como una metáfora perfecta de lo que nos está ocurriendo a los humanos con el cambio climático (Serrano, 2019. /1. https://www.bbc.com/mundo/noticias-47448899).

Esto al parecer será la suerte de nuestra especie, debido a la lentitud, la ceguera, y la desinformación con que se está enfrentando la actual crisis climática, y las contradicciones planetarias que un tema tan complejo incorporan. Ya algunos países no hablan de cambio climático sino de crisis climática. Para frenar la crisis climática los humanos debemos dejar de emitir gases de efecto invernadero –GEI- (dióxido de carbono, óxido nitroso, metano, etc.) a la atmósfera.

Dichos gases están causando un aumento de las temperaturas que derivan en disloques atmosféricos que tarde o temprano van produciendo más y más catástrofes naturales. Muchos políticos y funcionarios gubernamentales de todo el planeta proponen listados largos y bien intencionados de políticas públicas que nos permitan llegar a mejor puerto y adaptarnos al cambio climático.

Pero dichos políticos y funcionarios públicos  y uno que otro ambientalista no dimensionan cual es el reto concreto. Hay que producir cero emisiones netas de GEI a la mayor brevedad y a gran escala. Para ello hay que transformar el sistema energético del mundo (un sector valorado en cerca de cinco billones de dólares al año) lo que es lo mismo que resetear el modelo de acumulación capitalista actual.

Comprar barato y vender caro está en el ADN del actual modelo de acumulación capitalista. La gran mayoría de las energías carbono neutrales son más caras que las energías fósiles (por eso se habla de prima verde) de tal suerte que se requieren de verdaderos procesos de transición energética agresivos y eficaces para lograr que un 98% de las actividades productivas y los procesos industriales del planeta sean carbono neutrales, y esto no se logra con un listado de buenas intenciones.

La clave para frenar la catástrofe climática estriba en consecuencia en producir energía verde tan barata y fiable como la que obtenemos de los combustibles fósiles. Pero además, debemos trabajar duro en eliminar parte de los gases ya emitidos. A esto se conoce como “emisiones netas negativas”. Las conclusiones preliminares de los expertos son contundentes. Un clima más caluroso traerá problemas. Hay muchos ejemplos, pero vamos a citar tres adaptados de Gates 2021 (pág, 44 a 46). 

Primero. El calor adicional y el dióxido de carbono que genera están afectando y afectarán a las plantas y a los animales. Según investigaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), un incremento de dos grados centígrados reduciría el área de distribución geográfica de los vertebrados en un 8 por ciento, la de las plantas en un 16 por ciento y la de los insectos en un 18 por ciento. (Bill Gates, 2021, p.44- Cómo evitar un desastre climático).

Segundo. Las comunidades que viven de la pesca experimentarán problemas graves, porque los mares no sólo se están calentando, si no también se están bifurcando, es decir, se están dividiendo en zonas donde el agua contiene más oxígeno y zonas donde contiene menos. Como resultado, los peces y otros seres marinos se trasladan de las aguas o simplemente mueren. Porque los arrecifes de coral podrían desaparecer del todo, lo que implicaría la destrucción de una fuente de productos del mar fundamental para más de mil millones de personas (Gates, 2021, p.45).

Tercero. Los golpes de calor se convertirán también en un problema debido a nada menos que la humedad. El aire acondicionado solo puede almacenar una cantidad limitada de vapor de agua antes de saturarse hasta el punto de que ya no puede absorber más humedad. ¿Qué importancia tiene esto? La capacidad del cuerpo humano para enfriarse depende a su vez de la capacidad del aire acondicionado para absorber tu sudor, no te refrescarás por mucho que transpires. La transpiración simplemente no tiene adonde ir. Tu temperatura corporal se mantiene demasiado alta y, si la situación no cambia, puedes morir a causa de un golpe de calor en cuestión de horas (Gates, 2021, p.44).

Hay algunas regiones del planeta que son más propensas que otras para sufrir las olas de calor. Ya se conocen de eventos extremos en todos los continentes. Habrá épocas del año en que cientos de millones de personas corren el riesgo de morir. Si la temperatura aumenta dos grados, estaremos en problemas como la metáfora de la rana.

Los golpes de calor han matado a muchas personas en el planeta a través de la historia. De ahí que diversos investigadores le llamen el asesino silencioso (en Europa 40.000 personas murieron aproximadamente en el 2003). Se estima que Francia fallecieron 15.000 personas, en Italia 18.000, en Portugal 1316, y en Bélgica 1.833, etc. Morir como las ranas que intentan adaptarse a la olla con agua tibia que paulatinamente se va calentando es una posibilidad real para muchas personas. En rigor, no tratar la crisis climática con acciones eficaces, rápidas y a escala planetaria pone en un gran peligro a millones de habitantes de la tierra con pérdidas humanas y financieras incalculables.