Isidro Sepúlveda, profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España y experto en seguridad, en su capítulo sobre “Perspectivas sobre el crimen organizado transnacional y su incidencia sobre Colombia, Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Un antecedente a la propuesta de geoestratégica” en la reciente publicación del Instituto de Estudios Urbanos "Construcción de metroprópolis” analiza la situación de seguridad en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y presenta algunas recomendaciones.

Esto se debe al incremento de las ciudades en población y riqueza, puesto que se convierten en nodos vitales de extraordinario valor estratégico para el desarrollo del país que no escapa a los riesgos de la inseguridad. “Como una constante histórica, el ascenso del nivel de vida lleva emparejado el aumento de la demanda de seguridad; la mayor concentración de la población en las ciudades hace que, por una parte, los desafíos a la seguridad se multipliquen mientras que lo hacen en igual medida las demandas de una población en permanente crecimiento”.

“La seguridad hoy no debe ser concebida únicamente como la prevención o persecución del delito”.

Afirma que uno de los grandes desafíos de seguridad que afronta la ciudad de Medellín y toda el Área Metropolitana, es el crimen organizado, no solo de aquellos esquemas delincuencias heredados del pasado, sino también ante la presencia de grupos delincuenciales de otros lugares del país y de países latinoamericanos. (Lea también: Panorama de seguridad en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá: un asunto de integridad)

Hoy la presencia de organizaciones criminales transnacionales extranjeras en territorio colombiano como el ‘Cartel de Sinaloa’ o los ‘Zetas’, no son un secreto y el crimen organizado sigue extendiendo sus redes delincuenciales a lo largo y ancho del país; en donde Medellín por su potencialidad geoestratégica no es ajena a ello.

“El crimen organizado internacional está sólidamente anclado en el territorio y tiene unas proyecciones que desbordan los límites nacionales e incluso conti­nentales”.

En este capítulo se señala que “de acuerdo con las estadísticas manejadas por la policía metropolitana, en la ac­tualidad en el conjunto del Valle de Aburrá operan 14 organizaciones delincuenciales integradas al narcotráfico (ODIN), que a su vez agrupan a unos 120 combos (bandas clasificadas como crimen organizado)”. Las cuales apalancan el actuar delincuencial de los carteles internacionales que están presentes en el territorio y buscan consolidarse en el país y han desarrollado un salto cualitativo y cuantitativo, “pasando de ser utilizados como redes de distribución por los carteles colombianos a ser ellos los que controlan la salida de la cocaína colombiana”.

Para Sepúlveda, “de las decisiones tomadas y de las políticas públicas em­prendidas en los próximos años dependerá el futuro del área metropolitana a medio y sobre todo a largo plazo”. Si bien, destaca el trabajo del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y su inversión en aumento de número de efectivos, capacidades materiales y mejora en las capacidades de prevención, vigilancia, investigación y persecución del delito, su análisis reconoce que esto no ha sido suficiente.

Pese a todo esto, la percepción ciudadana de inseguridad es latente y la disminución en índices de capturas o delitos condenados por el sistema judicial, no hacen sentir un verdadero alivio y entre tanto, no se logra conseguir que Medellín y los demás municipios que conforman el área metropolitana sean un terri­torio seguro y libre de criminalidad.

“La acti­vidad delincuencial se encuentra completamente extendida por la ciudad siguiendo un doble sistema de control territorial y distribución de las actividades delincuen­ciales en especialidades”

En este sentido, el autor planea la necesidad de diseñar nuevas políticas de seguridad que, partiendo de los instrumentos existentes y bus­cando un óptimo aprovechamiento de los recursos, permitan obtener los medios de respuesta para garantizar un óptimo desarrollo de la sociedad del municipio núcleo y de la economía de todo el Valle de Aburrá.

“Si con las inversiones realizadas en el ámbito de la seguridad, aumentando considerablemente el pie de fuerza y los medios técnicos no se han podido frenar la actividad de los combos y oficinas, resulta necesario señalar la necesidad de una reorientación del diseño de las políticas públicas”. Así como afianzar la convivencia y el civismo en principios y valores ciudadanos, proteger las infraestructuras críticas, gestionar los momentos de crisis para la toma de decisiones y mejorar la planificación urbana, la cual tiene gran incidencia, ya que de estar mal desarrollada aumenta la exclusión social y el desarrollo económico, abriendo paso a la delincuencia. 

Consulte aquí información sobre el libro Construcción de Metrópolis