El arquitecto y profesor del Instituto de Estudios Urbanos, Fernando Montenegro, afirma que los problemas de las grandes ciudades tienen que ver con el crecimiento desordenado de su territorio que a su vez trae dificultades en temas de movilidad, infraestructura, desigualdad económica, ambiente, entre otras.

Este crecimiento produce la construcción de un conjunto de aglomeraciones urbanas que interactúan, crecen y se comportan sistemáticamente como un conjunto. “Un concepto sustancialmente distinto al de las grandes ciudades, al de la noción de metrópoli y al de la noción de red de ciudades”, dice el Profesor Montenegro.

“Estas aglomeraciones urbanas han desbordado totalmente los límites político – administrativos que siempre tuvimos. Bogotá ya no es Bogotá, Soacha ya no es Soacha y Chía ya no es Chía, son un conglomerado urbano que interactúa por encima de esas dimensiones político – administrativas”, sostiene el arquitecto.

Por esto, el Profesor Montenegro considera que se ha transformado la forma de la ciudad, su funcionamiento, las comunidades urbanas que se relacionan y actúan y, por lo tanto, se empieza a tener una realidad “para la que no estamos preparados”.

“Los suelos rurales han dejado de ser rurales, están manchados de actividades económicas urbanas, de crecimientos inmobiliarios de tipo urbano y se nos está cambiando la realidad tanto de la ciudad como del conjunto rural que las relaciona”, señala.

Para el Profesor Montenegro, esta situación no es buena ni mala, solo es una realidad a la que los territorios se tienen que enfrentar. “Malo es no actuar coherentemente con esta realidad y quizá el discurso que nos toca en el futuro próximo es el de empezar a entender que tenemos que cambiar nuestra mente, nuestras intenciones y las formas de gobierno”, puntualiza.