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Gestión del riesgo: Un avance en el POT de Manizales

Publicado el Jueves, 10 Agosto 2017, en Divulgación académica

Manizales ha trabajado en la gestión del riesgo desde hace varias décadas y el POT 2017-2031 es resultado de ello.

 

El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Manizales 2017-2031 que fue aprobado por el Concejo Municipal para los próximos años, es un instrumento técnico y normativo de planeación y gestión para el ordenamiento del territorio municipal.

Este fue construido sobre la visión que la ciudad de Manizales se convierta en líder en gobernanza de riesgo de desastres. Por lo anterior, una de las políticas del modelo de ordenamiento territorial es la de gestión del riesgo, la cual “se concibe como un proceso de decisión y de planificación integral, que permite a los actores locales analizar el entorno, tomar decisiones de manera consciente, desarrollar una propuesta de intervención concertada para prevenir, mitigar o reducir el riesgo”.

Para María del Pilar Pérez Restrepo, secretaria de Planeación de Manizales, este “es un POT que va a la vanguardia; la gestión del riesgo es uno de los ejes más importantes y le dará linea no solo a la ciudad, sino al país”.

Bajo esta misma perspectiva, Omar Darío Cardona Arboleda, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, expresó que “el reciente POT de Manizales es el más avanzado que existe en Latinoamérica en temas de gestión de riesgo y es el resultado de un proceso de muchos años en donde Manizales ha tenido como alma técnica, el soporte de la Universidad Nacional de Colombia”.

En este sentido, el profesor explica cómo en ordenamiento territorial, Manizales es una ciudad que ha tenido en cuenta la incorporación de la amenaza y el riesgo, como factores determinantes y estructurantes en la planificación del uso del suelo y su ocupación. Y lo ha venido haciendo hace varias decadas.

Hacia la década de los 50 y 60, cuando la ciudad se empezó a urbanizar hacia las laderas, los taludes se desestabilizaron, lo que hizo que durante muchos años en Manizales, cada vez que había fuertes lluvias, se tuvieran pérdidas de vidas humanas.

Fue así como hacia los años 70 se creó una Corporación Regional Autónoma para la Defensa de Manizales que hoy es Corpocaldas, que antes de ser autoridad ambiental fungía como autoridad técnica y científica para enfrentar los problemas de deslizamientos de la ciudad. Desde allí Manizales empezó a hacer obras de estabilidad y en la actualidad tiene 970 obras de estabilidad aproximadamente, en el perímetro urbano.

Posteriormente, en los años 80 se dio el Plan de Ordenamiento Territorial para la troncal de occidente que involucraba a Manizales, Neira, Palestina, Chinchiná y Villa María, que incluyó por primera vez las amenazas naturales con los riesgos sísmicos por la falla romeral y de avalancha por el Nevado del Ruiz. Esto influyó en el Plan de Desarrollo de Manizales, puesto que en aquella época no había Planes de Ordenamiento Territorial, sino que el Plan de Desarrollo incorporaba el ordenamiento territorial.

Despues de la expedicion de la Ley 388 de 1997, en el año 2000 Manizales se lanza a crear el primer POT que tuviera incorporadas las metodologías multicriterio con las zonas de alto riesgo definidas en razón a la amenaza y vulnerabilidad en que se encontraban las diferentes zonas de la ciudad, argumentó.

Expuesto lo anterior, el profesor deja claro que los procesos de gestión del riesgo no devienen de los acontecimientos recientes, sino que son un proceso de largo aliento que hoy tiene resultados consolidados.

“Manizales siempre se ha destacado por hacer gestión del riesgo”, y aunque se renoce que se han hecho obras de mitigación, resolver el problema al 100% es sumamente difícil; inlcuso teniendo en cuenta que la ciudad, en la mayoría de los casos, hace reasentamientos por prevención y no porque el desastre ya haya ocurrido.

Así, bajo este antecedente, se destaca que el tema más importante del POT de Manizales es la definición de lo que se entiende como “áreas de desarrollo condicionado”, que reemplazaron lo que en la Ley 388 se definía como suelos de protección por riesgo alto.

Se refiere a las zonas que por sus condiciones o por su ubicación en relación con la Estructura Ecológica Principal, deben cumplir con condicionantes para su desarrollo que permita mitigar los impactos negativos que las acciones humanas puedan causar sobre la estructura ecológica. Las zonas de desarrollo condicionado no hacen parte de los suelos de protección pero atenúan los impactos sobre la estructura ecológica.

Según explica el profesor Cardona, “el actual POT de Manizales en vez, de zonas de protección por alto riesgo no mitigable, las denominó como zonas de desarrollo condicionado; que dependen de un análisis detallado para saber si se pueden hacer las obras de mitigación que permita que esa área pueda ser habilitada; ejemplo de ello, el caso del Centro Comercial Fundadores, que se construyó sobre un área de tratamiento geotécnico y aun sabiendo que era una zona de alto riesgo, una vez comprobados los estudios detallados que garantizarán una excelente cimentación, se aprobó su construcción, con unas exigencias técnicas demasiado altas que no se aplican en ninguna otra parte del país”, explicó.

En pocas palabras, con estas áreas de desarrollo condicionado, Manizales le apuesta a que primero se deban hacer los estudios detallados para determinar si en esas zonas se pueden hacer obras o si en definitiva se debe hacer reubicación o impedir totalmente el uso y la ocupación del suelo; haciendolo bajo el precepto normativo del principio de gradualidad, establecido en la Ley 1523 de 2012, la cual indica que “la gestión del riesgo se despliega de manera continua, mediante procesos secuenciales en tiempos y alcances que se renuevan permanentemente”.

Por lo cual desde ahora no se definen las zonas de protección, sino cuando se hacen los estudios detallados; pues las condiciones del cambio climático hace que las apreciaciones sobre el uso de estos suelos varíe constantemente, por esto es necesario hacer los estudios detallados posteriores, con evaluación de probabilidad de ocurrencia de los fenómenos, para entrar a determinar el futuro de determinada zona.

Finalmente, desde su experiencia profesional y académica el profesor afirma rotundamente que “Manizales es líder no solo en el contexto nacional sino internacional y el aporte de la Universidad Nacional ha sido fundamental desde la parte técnica en la planificación del desarrollo, los procesos de sostenibilidad ambiental y el ordenamiento territorial en general”.

 

 

  • Por Daniela García Mora

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