Durante sus ocho años de gobierno Santos realizó tres reformas las cuales se deben evaluar en sus momentos y contextos ya que cada una tiene sus particularidades. Cabe recordar que el entonces candidato Juan Manuel Santos en su campaña dijo que firmaba sobre mármol que no iba a realizar ninguna tributaria.

Sin embargo, en 2012 se dio la primera. “Escribimos un artículo y estábamos esperanzados porque soplaban vientos de equidad, desafortunadamente lo que se planteó no se materializó”, afirmó la docente Bonilla. Las otras dos reformas se dieron en 2014 y 2017. Hay que reconocer que se dieron ciertos avances en equidad tributaria, pero no era lo que se esperaba, además sigue siendo una tributación regresiva.

También hubo dos misiones de expertos, la primera de los ingresos tributarios y la segunda del gasto tributario. “Se esperaba que esas recomendaciones se vieran reflejadas en las reformas, pero la verdad, no se vieron y quedaron muchos faltantes en la materia”, aseveró Bonilla. Por ejemplo, la de ingresos tributarios puso la lupa sobre las fundaciones, porque algunas servían para evadir.

Los avances se dieron en la renta, pero es lamentable un Impuesto al Valor Agredo, IVA, del 19%. Según la Constitución, el sistema tributario debe ser equitativo y es contradictorio tener algo tan regresivo como es el IVA, porque es un impuesto que pagamos todos y los ricos en el país no pagan lo que deberían contribuir.

Con el IVA no se mide la capacidad tributaria de las personas de manera directa y se optó por subirle tres puntos, en cambio se bajó la renta y los grandes capitales no pagan el impuesto que deben pagar.

El balance es que hay faltantes, sin desconocer los avances. Por ejemplo, es muy importante haber quitado el mito de la doble tributación: que cuando una empresa paga impuestos ya está pago lo de sus accionistas y no es así, ellos también deben contribuir.