En la primera semana de febrero se llevará a cabo una vez más el día sin carro, es decir, que el parque automotor registrado en el RUNT de Bogotá equivalente a 2.271.840, de los cuales 468.474 son motocicletas y 1.803.366 vehículos, maquinaria, remolques y semirremolques, no podrán circular y movilizarse por la ciudad a partir de las 5:30 a.m. hasta las 7:30 p.m.

Para el experto en movilidad y profesor de la Universidad Nacional de Colombia, César Ruiz ”el día sin carro comienza en el año 2000 como una medida particular en la pasada alcaldía de Enrique Peña-losa, luego mediante una consulta popular en el 2001 se institucionaliza y se decreta que deberá hacerse todos los jueves de la primera semana de febrero”, recalca que ”el propósito es esencialmente un sentido de reflexión sobre el cambio de paradigma de la movilidad en Bogotá, difícil de desmontar teniendo en cuenta la dependencia para muchos sectores de la población del uso del vehículo particular, pero también la ineficiencia de la movilidad urbana que se genera sobre el uso de las vías”.

En este tipo de jornadas, sin duda, se esperaría que los ciudadanos detecten cambios, mejoras entre otros factores e indicadores positivos o negativos. Para el profesor Ruiz hace referencia a tres indicadores: el de Movilidad, la contaminación del aire y el medio ambiente y un tercer indicador el económico.

“Se esperaría de alguna manera tres tipos de impactos en particular los asociados con la movilidad. Por un lado el número de vehículos y motocicletas que transitan y que sin duda tendrá que disminuir, así como el aumento de la velocidad promedio de los vehículos que quedan circulando, especialmente transporte público; también se esperaría algún grado de reducción en la accidentalidad asociada con los vehículos particulares y las motocicletas y bicicletas” comentó el profesor César.

De la misma manera el experto en movilidad el docente Ruíz manifestó: ”otro factor que debe incidir es sobre la calidad del aire, que si bien se espera haya reducción de algunas emisiones y en varios sectores de la ciudad, igualmente puede verse contrarrestado por las emisiones del transporte público, porque obviamente habrá mayor circulación de los actuales buses y a su vez mayor concentración de gases contaminantes en algunos lugares o corredores de la ciudad, por lo que el impacto en la calidad del aire es un aspecto relativo porque en un solo día no se puede medir o comprobar su real efecto, debido a la reducción de unas cuantas horas en el tránsito”

¿El comercio, los vendedores ambulantes y los pequeños comer-ciantes se verán afectados en esta Jornada?

“En lo que se refiere a lo económico sobre todo en el tema de los comerciantes, tradicionalmente desde ellos no ven con buenos ojos el día sin carro porque expresan una reducción en las ventas; ahora, si se espera medir el impacto de una manera más objetiva, no habría que medirse en un solo día sino hay que estimarlos en todo el agregado del año o el semestre” sustentó el profesor Ruiz.

¿El día sin carro afecta de alguna manera el transporte público?

“Sí, es el día en el que se pone a prueba la capacidad operativa del transporte público, lo que se espera es que hayan más usuarios en el uso del transporte público, habido incrementos hasta en un 50% en el transporte público y esto hace que los indicadores de los usuarios sea mayor, pero hay un tema muy importante y es que muchas veces las deficiencias del transporte público no solo se deben a la movilidad del parque automotor, ni de conductores, ni a la capacidad operativa administrativa de las empresas, sino también a la interacción permanente con el tránsito de transporte público ,privado y de carga, que obviamente genera conflictos. En el día sin carro esto hace que tienda a mejorar la velocidad en varios sectores de la ciudad”. Afirmó el profesor universitario.

Finalmente el experto en movilidad referente a la pregunta ¿Considera usted que esta medida debería implementarse con más frecuencia en el caso de Bogotá? Respondió “eso ha sido otro debate, la administración anterior intentó aumentar el número de días y lo aumentó un día más en el segundo semestre del año. La medida como reflexión sigue teniendo validez obviamente empieza a tener un desgaste natural porque ya no es novedoso como lo fue hace unos años, por lo que esas medidas deberían ir acompañadas o ser parte de una agenda pública de pedagogía y de incentivo a otras formas de moverse en la ciudad”.

Finalmente recalcó ”es importante que esta jornada esté implementada desde el mismo plan de desarrollo y de gobierno, expresada esencialmente en una agenda pública, con permanente comunicación hacía la ciudadanía, que la sociedad sepa que esto es una medida que complementa la política pública pero no es la agenda como tal, por lo que cada vez la viabilidad de la medida de un día sin carro y sin moto requiere de verdaderas alternativas de movilidad en la ciudad, como lo es el transporte público, y así mismouna reingeniería en el sistema de las ciclorutas y obviamente la implementación de redes peatonales que es un proyecto que viene desde el año 2006, pero que tiene unos niveles de rezago desde su implementación".