Así lo aseguró Jaime Franky Rodríguez, vicerrector de la U.N. Sede Bogotá en la sesión inaugural del Taller Bogotá, una iniciativa de la Vicerrectoría de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Bogotá, en colaboración con el Instituto de Estudios Urbanos (IEU) y las facultades de Artes e Ingeniería.

El vicerrector señaló que esto se da en el marco de la sociedad del conocimiento, cuyas características son altos flujos de información, innovación intensiva y economías basadas en el conocimiento.

Por su parte, los conferencistas invitados el arquitecto Fernando Montenegro, profesor del IEU, y el ingeniero Mauricio Tovar, codirector de InTIColombia, se refirieron a la ciudad del XXI y a la Cuarta Revolución Industrial, respectivamente.

Bogotá del siglo XXI

El área urbana del centro del país es una de las áreas más dinámicas que hay en el mundo. Para poder entender la ciudad de hoy en día tenemos que mirar aspectos geográficos y de densidad. En el primero hay que tener en cuenta que Colombia se desarrolló en contravía de las dificultades del territorio, porque a diferencia del resto de América Latina nosotros tenemos tres cordilleras de los Andes y no una.

“Obligados por el desarrollo empezamos a construir mejores condiciones de infraestructura (acueductos, carreteras e infraestructura eléctrica); a esto se sumó la globalización y generó una revolución urbana en Colombia”, señaló Montenegro.

El profesor planteó que Colombia es un país de regiones urbanas: Eje Cafetero; Valle de Aburrá; Eje del Caribe; Santander y el entorno de Bucaramanga; la zona fronteriza de Cúcuta; la Región Central; entre otros. “En ese sentido la región Central es la más dinámica de todas”, destacó.

Bogotá ha tenido un desarrollo interesante, basado en la Sabana de Bogotá de la cual se abastece y que relativamente es cercana, se creó un conjunto de vías, estructura dotacional, viviendas y servicios, concluyó Montenegro.

Cuarta Revolución Industrial

La primera revolución industria tuvo que ver con la mecanización, la segunda con la electricidad, la tercera con la informática y esta cuarta con múltiples tecnologías, cuyo motor es el conocimiento. “Estas tecnologías no solo cambian la forma como trabajamos sino también como interactuamos”, indicó Tovar. 

El ingeniero se refirió a las tecnologías de big data, inteligencia artificial, impresión 3D y blockchain y los retos que están planteando en el marco de esta Revolución Industrial. En cuanto a la inteligencia artificial aseguró que le principal desafío es “cuando lleguemos al punto de la singularidad, momento en el cual los algoritmos igualarán a los humanos. Los positivistas creen que cuando eso llegue, la tecnología ayudará a solucionar los problemas de la humanidad mientras los negativistas creen que se daría un daño”, aseveró Tovar.

Con esto se puede destruir el empleo, porque las máquinas podrían hacer labores de los humanos, sin embargo, tocaría explorar las condiciones más humanas como la creatividad. “Lo que puede suceder es que algunas regiones queden aisladas de este desarrollo y otras sean beneficiadas, todo depende de cómo se vea como un problema o una oportunidad para sacar los productos y servicios del futuro”, concluyó Tovar. 

En consecuencia, tanto los desafíos que está planteando el crecimiento de Bogotá, como los retos que trae consigo la Cuarta Revolución Industrial serán temas de discusión en el Taller Bogotá, que tiene por objetivo permanecer en el tiempo para darle continuidad a los proyectos que surjan de estos debates.