La huella urbana en Bogotá ocupa 37.000 hectáreas con 8.000.000 de habitantes y los 20 municipios aledaños ocupan 27.000 hectáreas con 2.000.000 de habitantes, datos que según la arquitecta Camila Londoño generan preocupación: “con pocos habitantes se está ocupando bastante territorio, esto quiere decir que estamos ocupando de manera insostenible y con baja densidad la mayoría de los municipios”, dijo.

Durante la sesión, la urbanista señaló que hay tres escenarios de la huella urbana: el primero, es el tendencial, es decir, qué pasaría si no se hace nada; el segundo, el municipal, en el cual se plasman las visiones y los Planes de Ordenamiento Territorial – POT vigentes de los 20 municipios y Bogotá; el tercero, y no menos importante, el escenario regional que se construyó de la mano de la mesa técnica conformado por Planeación Distrital de Bogotá, la Secretaría de Planeación de la Gobernación de Cundinamarca y la Financiera de Desarrollo Territorial S.A. – Findeter.

¿Es preocupante la huella urbana y su crecimiento?

Para la experta Camila Londoño “hay municipios que tienen una tasa de crecimiento media anual de huella muy alta, versus una tasa de crecimiento media anual de población muy baja”.

Según Londoño, hay municipios a los que se les debe prestar mayor atención porque son los territorios donde está creciendo la huella de manera acelerada, en comparación con el crecimiento de su población. “Existen municipios como Madrid, Funza, Mosquera que han crecido con densidades medias y altas, son proyectos multifamiliares para estratos medios y está muy equilibrado el crecimiento de huella versus el de población”, explicó.

La segregación sub-espacial que existe en la región, es decir, los estratos bajos se ubican en Soacha, en Sibaté; los estratos medios en el occidente y los altos en el norte. Lo anterior tiene que ver con la relación del transporte público, que necesita una persona de bajos y medios recursos para llegar a su lugar de trabajo a la capital del país.

En la medida que la cobertura de transporte público se amplíe los municipios van a tener una mezcla mucho mayor de estratos, “de esta manera la gente podrá decir que realmente vive en La Calera, pero trabaja, por ejemplo, en Tocancipá”, sustentó la arquitecta.

Finalmente, en el Taller Bogotá se evidenció que si para el 2050 la ciudad sigue creciendo como hasta ahora, se ocuparían más de 100.000 hectáreas, con muy bajas densidades, en donde la huella urbana dispersa superará más del 50% de la población de la misma, y la ciudad podría ser como Ciudad de México.