Para afrontar el cambio climático y mejorar la calidad de vida y la recreación de los habitantes, la actual administración de Cali propone espacios públicos para nuevas generaciones, especialmente parques. ¿Por qué se seleccionaron parques para la recuperación del espacio público en la capital del Valle tras la pandemia?

A nivel global, el espacio público tiene correspondencia con los niveles de desarrollo de una sociedad y es un atributo básico para la medición de la calidad de vida en las ciudades. La Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 15 m² de espacio público por persona y así lo recoge el Decreto 1077 de 2015¹.

El POT² de Cali aborda en ese orden de ideas, las políticas, objetivos y estrategias del modelo de ordenamiento territorial, señalando la necesidad de incrementar el índice de espacio público efectivo por habitante a partir de la generación de espacio público, enfatizando acciones en aquellas áreas que se encuentran por debajo del índice promedio actual para la ciudad, que es de dos punto cuatro metros cuadrados por habitante (2,4 m²)³. 

Tal escasez de suelo de dominio y uso público se busca revertir desde la justicia y la solidaridad, para que todos los habitantes y visitantes de la ciudad puedan gozar y heredar un territorio sano y resiliente. En Cali, el espacio público es el eje articulador y un elemento fundamental en la estructura urbana, así como el regulador de las condiciones ambientales. Por estas razones es necesario consolidar un nivel medio de la ciudad en materia de coberturas, pero también de calidad, para unificar una ciudad que históricamente ha estado fraccionada.

El impacto de la actual crisis, generada por la propagación de la enfermedad respiratoria COVID-19, ha desencadenado efectos sobre nuestra forma de vida y las maneras de relacionarnos en comunidad y con el entorno, que inciden en la concepción de los espacios públicos como escenarios de interacción y de ejercicio de ciudadanía. Adicionalmente, la transición demográfica y el cambio en la composición de las familias, las necesidades particulares de sus miembros, el detrimento de la calidad ambiental, también conducen a la revaloración de los espacios abiertos como lugar por excelencia que resignifica prácticas sociales y así mismo las propuestas de intervención, que implica el reconocimiento de nuevas ciudadanías cuyas demandas movilizadoras son heterogéneas y reclaman respuestas innovadoras por parte de la gestión pública distrital.

Por estas razones, la administración espera con los proyectos movilizadores disminuir el déficit de espacio público y contribuir con su ejecución para alcanzar la meta de 6 m² de espacio público por habitante durante la vigencia del POT.

El parque Corazón de Pance, el corredor a Cristo Rey, el nuevo parque tecnológico en el antiguo Club San Fernando, el bulevar del oriente son las apuestas de la alcaldía de Cali para aumentar los espacios públicos para “el goce y disfrute de la vida y el medio ambiente”. ¿Por qué estos lugares?

Para mejorar la calidad de vida de los caleños es necesario que puedan acceder al conjunto de bienes y servicios urbanos que la ciudad debe suministrar, por ello la elección de estos espacios atiende razones de localización, facilidad de acceso, gestión del suelo y economías de escala.

Algunos de estos lugares hacen parte de los espacios emblemáticos de la ciudad y ocupan un lugar privilegiado en la representación mental generalizada del sistema de espacio público de Cali. Es el caso del predio donde estaba localizado el antiguo Club San Fernando, con alrededor de 23.000 m² de área y donde se ubicará el Parque Tecnológico de la ciudad. Otro espacio con una carga simbólica especial y que tiene un potencial para generar memoria colectiva e identidad es el cerro de Cristo Rey que se articulará con el Parque Tecnológico y el sector de interés cultural del barrio San Fernando.

Algo similar ocurre con el proyecto Corazón de Pance, con el cual se espera ampliar otro espacio reconocido por los caleños como un hito, como lo es el Parque de la Salud. Con la apuesta del Proyecto Movilizador Ecoparque Corazón de Pance de adecuar alrededor de 70 hectáreas ambiental y paisajísticamente y ofrecerlas al público como un espacio de recreación natural y turismo de naturaleza responsable, de contemplación de la biodiversidad, de integración social y de inspiración artística y cultural, se espera concretar una estructura ecológica bien conservada e integrada al sistema funcional del sur de Cali. 

Así se enriquece el paisaje urbano y reduce el impacto de la ciudad construida sobre el medio ambiente, frenando el avance de la urbanización sobre la cuenca del río Pance y potenciar el área de conservación para la biodiversidad y garantizar la oferta de sus bienes y servicios ambientales, sirviendo de vínculo entre la ciudad y la naturaleza.

Por otra parte, el Bulevar de Oriente, que se ubica en la Comuna 14, entre los barrios Alfonso Bonilla Aragón y José Manuel Marroquín I, en una de las áreas señaladas en el POT como deficitarias y con condiciones inadecuadas en la provisión de espacio público, se propone adecuar como parte del sistema de canales de la ciudad y espacio público efectivo, de tal manera que oriente favorablemente la transformación de esta zona de la ciudad, porque incrementa los metros cuadrados de espacio público efectivo para el encuentro ciudadano, incorpora escenarios para la práctica de deportes y facilita incluir su área de influencia en las dinámicas socioeconómicas actuales, en equilibrio con la actividad residencial, pero también porque mejorará las condiciones de conectividad, accesibilidad y de la calidad del paisaje urbano para promover el reconocimiento, la apropiación y promoción del Distrito de Aguablanca.

¿Qué cambios y acciones se proponen en estos espacios?

El punto de partida para la formulación de las propuestas contempla un enfoque de reconciliación, garantía de derechos y equidad de género, de diálogo entre generaciones y reconocimiento diverso; en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el marco jurídico nacional e internacional de derechos humanos y los retos contemporáneos planteados en la Nueva Agenda Urbana para mejorar las condiciones de vida y las relaciones entre la ciudadanía y el Estado; por ello la estrategia de intervención en estos espacios otorga gran importancia al componente ambiental y la puesta en valor del entorno natural y paisajístico de la ciudad. 

Con estos proyectos se espera aportar a la recuperación de suelos y la restauración, manejo y conservación de las coberturas vegetales, la siembra de nuevos individuos arbóreos para garantizar el almacenamiento y los movimientos adecuados de la escorrentía y a su vez, mitigar el efecto isla de calor urbano en la ciudad. Con estas acciones también se mejorará la conectividad ecológica entre los espacios públicos y su área de influencia.

También es de suma importancia la integración espacial y la accesibilidad universal para garantizar condiciones de inclusión y el uso social para todos los grupos poblacionales, por ello los pasos seguros, las rampas para salvar diferencias entre niveles y los sitios de encuentro ciudadano son una constante en las propuestas. La incorporación de nuevo mobiliario urbano es otro frente que contribuirá a generar ambientes de seguridad y convivencia entre los habitantes, contemplando la inclusión de nuevos elementos de servicio y recreación como fuentes lúdicas, nodos de primera infancia y parques interespecie.

En paralelo, la formulación y ejecución de estos proyectos apunta al fortalecimiento turístico y a la promoción y apoyo de nuestra creatividad, el reconocimiento de nuestras identidades y nuestra diversidad, la movilización como sociedad para construir la vida cultural, transformar nuestro contexto con base en el encuentro, la participación y la concertación de nuestras expectativas.

¿Qué intervenciones urbanísticas se plantean en la ciudad en pro de mejorar el ambiente y la recreación de los ciudadanos?

A los mencionados proyectos (Corazón de Pance, Corredor a Cristo Rey, Parque Tecnológico en el antiguo Club San Fernando), se suman otras intervenciones como el Parque Pacífico en la ribera del río Cali, el Corredor Ambiental del Río Cauca y el Paseo Peatonal de la Carrera 34, que también contemplan acciones para reverdecer y mantener la relación adecuada entre zonas blandas y duras, contribuir a la habitabilidad y conservación de los espacios, a la promoción de hábitos y estilos de vida saludable y al cuidado y protección del ambiente a través de la consolidación de espacios para el encuentro ciudadano, introduciendo mejoras para el desplazamiento peatonal que conduzcan a la reducción de emisión de gases efecto invernadero, la pacificación del tránsito para disminuir la accidentalidad y mortalidad vial, garantizando mayor prioridad a los peatones frente a los modos motorizados.