El director del IEU-UNAl, el profesor Zambrano resaltó que las ciudades cambiaron porque estamos viviendo en un contexto de pospandemia. “Todas las urbes del mundo se transformaron. Para el caso de Bogotá también se relevaron los lugares y la forma de hacer protesta, eso se evidenció desde el 2021. Ya no se concentran exclusivamente en la plaza de Bolívar, ahora tenemos diversos lugares que representan cambios en las representaciones de la ciudad y la sociedad”.

El coordinador del área de comunicaciones del IEU, el profesor Peña, consideró que el cambio en el gobierno nacional colombiano es un elemento central en la transformación de nuestra realidad. “Se van a presentar retos en redireccionar el sistema político en relación con esos nexos entre el gobierno nacional y los locales. Este 2022 termina con una expectativa respecto a cómo va a operar este sistema, porque hasta el momento tenemos pocas señales de cómo se va a estructurar una política urbana”.

A su turno, la coordinadora del Observatorio de Gobierno Urbano, la profesora Contreras resaltó que sin duda la pandemia, al ser fenómeno global, aún tiene unas expresiones importantes en términos del sistema político nacional y territorial. “La pandemia evidenció un conjunto de desigualdades estructurales y de otro tipo. Dejó mensajes muy claros sobre el papel de la mujer en el cuidado en términos globales y a nivel territorial. Además, la concepción del espacio público también cambió no sólo en cómo nos expresamos en él sino en la relación entre lo público y lo privado”.

Actores y temas 

Durante la pandemia la humanidad tuvo que ser confinada y se enfrentó al temor de la muerte. “Se evidenció el aumento de la población adulta y la reducción en los cortes demográficos de niñez y juventud. Además, teníamos una sociedad de jóvenes que sentían que no iban para ningún lado, tienen más escolaridad que las generaciones anteriores y menos oportunidades de inserción social” aseguró Zambrano.

Hay dos elementos críticos en nuestras ciudades que representan un reto enorme. “Uno es el tema de la seguridad, que es un sector donde se han generado una serie de cambios, unos relacionados con la pandemia y otros con el desarrollo de las actividades delincuenciales.  Pero es muy difícil mejorar si no se tienen en cuenta elementos como la revisión de la política carcelaria y la de prevención del delito. El otro tema es la movilidad, hoy nos enfrentamos a una situación compleja en torno a la utilización de los medios masivos”, indicó Peña.

Otro punto importante es la respuesta de las ciudades al cambio climático y la gestión del riesgo. “Aunque tenemos unas normas recientes para la aplicación de algunos instrumentos y de la incorporación de la gestión del riesgo y del cambio climático en nuestros planes de desarrollo y ordenamiento, ha sido muy limitada la posibilidad que tienen, sobre todo por la forma como se construyeron nuestras ciudades. El problema no sólo está en prevención sino en identificación del riesgo”, expresó Contreras.

La migración también representa un cambio urbano importante. El profesor Zambrano destacó que “Este tema fue el gran fenómeno del siglo XX y puede estar llegando a su límite. Hay ciudades que están creciendo como Ibagué y Villavicencio. En cambio Bogotá parece estar llegando al techo y la pregunta es ¿Cuál es su capacidad demográfica?”, aclaró Zambrano.

Desafíos para 2023

La respuesta a la crisis económica es uno de los principales desafíos para el otro año. “Es un tema que va a marcar la agenda no sólo en términos macroeconómicos sino también del papel que van a cumplir las ciudades en esa recuperación. Además, se va a dar en el marco de un periodo electoral y eso va a marcar el tipo de decisiones y proyectos. El papel de los jóvenes y de la mujer va a ser determinante en este contexto”, expresó Contreras.

Los alcaldes y gobernadores tratarán de mostrar resultados en el último año de gobierno pero al mismo tiempo será un periodo de mucha agitación política. “Hay una situación que es atípica y es el momento electoral sumado a una convulsión internacional en términos económicos y la guerra entre Rusia y Ucrania. Es muy difícil atribuirle la responsabilidad a las políticas nacionales o locales” afirmó Peña. 

En cuanto a Bogotá hay un cambio profundo en la toma de decisiones y en el funcionamiento de la ciudad. “El tema del metro no es sólo de movilidad, sino que representa un cambio con respecto a quien toma las decisiones sobre el transporte en la ciudad. El manejo era público pero se lo entregó a los privados, en los años 50 con la supresión del tranvía y de los buses. Transmilenio, es continuidad de eso, por lo tanto el cambio hacia el metro va implicar transformaciones en las políticas públicas”, concluyó Zambrano.   

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