Andrés Molano Rojas, profesor de la Facultad de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario y coautor de la reciente publicación del Instituto de Estudios Urbanos “Construcción de Metrópolis” explica en su capítulo “Las áreas metropolitanas y el desafío del desarrollo sostenible” que el desarrollo sostenible es uno de los grandes desafíos de la concentración de la población urbana.

El desarrollo sostenible no es solo un modelo teórico que incluye aspectos económicos, sociales, ambientales, políticos y culturales; tiene también una perspectiva normativa y ética. Este concepto parte de incluir una dimensión ambiental y a la vez integra aspectos sociales y culturales; muestra de ello está, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad”. En pocas palabras, el desarrollo sostenible “es lo que permite unir las demandas del desarrollo humano hoy en día y las exigencias del desarrollo sostenible mañana, especialmente la preservación y regeneración”.

En este sentido, la economía, la dimensión social, el medio ambiente y el sistema de gobernanza son elementos que componen el desarrollo sostenible en las sociedades, las cuales se enfrentan al fenómeno de la metropolización y trae consigo grandes retos, algunos de ellos: el manejo conjunto de los recursos naturales, la provisión de servicios públicos a la población que habita en el territorio y la problemática ligada con la movilidad de las personas.

Así mismo, los costos medioambientales derivados del desarrollo económico son incalculables, por ello se hace necesario replantear las políticas de desarrollo enfocadas a aquellas que sean sostenibles; se debe “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones”.

Si bien las ciudades son las principales contribuyentes a este problema, es en las ciudades, donde se plantean soluciones de fondo para hacer frente a los efectos del cambio climático, las grandes ciudades y sus áreas metropolitanas son al mismo tiempo la fuente del problema y su posible solución.

“Las ciudades y aglomeraciones urbanas entran en una dualidad en la cual, por un lado, son los actores que guían el desarrollo económico y proveen muchos servicios públicos como la educación, la salud, el transporte público, pero al mismo tiempo son asociadas con la degradación ambiental, la congestión y la exclusión económica y social”.

Para esto se requiere el trabajo conjunto entre las entidades territoriales en la provisión de servicios y bienes públicos, la adopción de una perspectiva de sostenibilidad ambiental y de resiliencia contra el cambio climático, y su incentivo para la movilidad sostenible, el tratamiento de desechos, la disminución de acciones contaminantes, entre otras. “La sostenibilidad debe convertirse, en el estándar de los objetivos de desarrollo de las ciudades”.

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