Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia

Foto Hugo_Chavez_Por: Carlos Alberto Patiño Villa.

La muerte de Chávez se ha caracterizado por desatar un fervor propio de la religiosidad popular, haciendo que un personaje político, militar y golpista, se convierta en uno de devoción, símbolo de humanidad absoluta y compasión sin límites.

Atrás quedan sus actuaciones, tanto en el golpe de Estado de 1992 como en la asonada militar de 2002, y las diferentes acciones que 10 desvelaban como un político más rodeado de un entorno marcado por la corrupción, la ineficiencia y los intereses personales, atados por los fabulosos ingresos de la petroeconomía. Pero más allá de estas paradojas de Chávez queda una herencia compleja en política internacional de América Latina, construida sobre tres pilares. Primero, Chávez buscó desde el inicio un espacio propio creando una política «contra-hegemónica», contra EEUU. Segundo, busco cambiar el protagonismo de su país en el hemisferio, en la OPEP, o en estrechas relaciones con la Rusia postsoviética. También estableció nexos económicos y estratégicos con China e Irán. Tercero, creó un sendero ideológico diverso a través del “socialismo del siglo XXI”, parapeto de una amplia diversidad de movimientos, que van de la izquierda radical y armada, a la inclusión de movimientos religiosos.

Pero más allá de estos escenarios de acción Chávez jugó un papel clave en la región latinoamericana a través de su propio grupo de países leales. Siempre dispuestos a seguirle e incluso profundizar sus directivas y disputas, amarrados mediante una fuerte política petrolera y subsidios internacionales. Uno de los aspectos más interesantes del discurso político de Chávez es su permanente llamado a la reconstrucción de la Gran Colombia, el Estado que existió entre 1819 y 1831, y que abarcaba los actuales Estados de Ecuador, Colombia y Venezuela, incluyendo además centenares de miles de kilómetros de territorios apropiados por Brasil durante el siglo XIX. Pero con su muerte la pregunta que surge es sobre quien puede retomar esta política internacional, y con qué eficacia y credibilidad la logrará sostener. Aunque un candidato natural sea Nicolás Maduro, a realidad es que le han surgido competidores duros y preparados como Rafael Correa, o hábiles ideológicamente como Daniel Ortega o Evo Morales. Sin olvidar que Chávez tenía más que ideas y discursos: contaba con el apoyo de una empresa de petróleos que genera grandes ingresos. EI debate está abierto.

Carlos Alberto Patiño Villa
Profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia
Director del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia
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Artículo publicado originalmente en: ABC España. (2013, marzo 8). La marca ambigua de Chávez. Recuperado a partir de http://lector.kioskoymas.com/epaper/viewer.aspx

Referencia bibliográfica:
Patiño Villa, C. A. (2013, marzo 8). La marca ambigua de Chávez. ABC España. España. Recuperado a partir de http://lector.kioskoymas.com/epaper/viewer.aspx

Fotografía: ¡Que comunismo!. Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,Hugo Chávez Frías. Recuperado a partir de: http://www.flickr.com/photos/quecomunismo/2550434814

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