Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia

Las normas que permiten el crecimiento desordenado de algunas zonas de la ciudad son lo que muchos quisieran que se revisara en el POT. El tema puede sonar extraño al ciudadano común, pero se trata, nada más y nada menos, que de la hoja de ruta que trazará buena parte del desarrollo futuro de la ciudad.

 

Si en su vecindario nuevos edificios están reemplazando viejas casas; si en el barrio vecino construyen una vía y en el suyo no; si en su localidad se edifica una escuela o un hospital o si, simplemente, usted necesita una licencia para construir una casa, todo eso, y más, tiene que ver con dicho plan.

El POT es un acuerdo del Concejo que se expidió en el 2000, en desarrollo de la Ley de Ordenamiento Territorial, y que fue revisado en el 2003. Contiene un paquete de normas que definen cómo usar, ocupar y transformar el suelo de la ciudad y le fija límites a la expansión de la capital.

Pero la nueva revisión del Plan está generando polémica por varias razones. La primera, es porque la Administración quiere incluir en el POT el tema del metro y el Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp).

Quienes no comulgan con este principio consideran que mientras no se conozcan los estudios del metro ni su viabilidad financiera ni se establezca si primero habrá tren de cercanías antes que metro, pues el POT debe permanecer intacto.

Para María Mercedes Maldonado, profesora del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional, legalmente, el POT sólo podría revisarse después de terminado el gobierno de Moreno, y una revisión extraordinaria en este momento requeriría de un sustento técnico que, en su concepto no existe, "porque todavía no es claro cómo se adecuará la regulación de la ciudad con el metro".

No opina igual el consultor Mario Noriega, quien cree que, además de los temas de movildiad, el POT "hay que revisarlo para ver por qué no se han cumplido muchas cosas" y definir "qué se puede hacer para que funcionen mejor y sean más eficientes".

Una voz autorizada como la de la ex directora de Planeación Distrital, Carmenza Saldías, que participó en la revisión del 2003, asegura que para el tema de movilidad no se necesita una revisión y que la prioridad debería estar en desarrollar los planes parciales, hacer que los planes maestros se cumplan, promover los planes de implantación y regularización y lograr que todo el mundo entienda el efecto de un buen ordenamiento del territorio en la calidad de vida de los habitantes.

En ello coinciden gremios y academia, que cuestionan la falta de aplicación de muchas de las normas ya existentes. Por ejemplo, se advierte que 9 años después de aprobado el POT todavía no se haya sacado adelante el plan zonal de expansión del norte; que la formulación de un plan parcial se demore hasta tres años; que apenas ahora estén por empezar planes de renovación urbana y que no haya sido más ágil la generación de suelo para vivienda de interés social.


Sin embargo, para Maldonado, las demoras en los planes parciales o la falta de suelo para vivienda de interés social no se le pueden imputar al POT, sino a los problemas que tienen las entidades del Distrito.

En el caso del suelo para VIS, advierte que "lo que hay es poco interés de los constructores para hacer vivienda de interés social y problemas generados desde el Gobierno Nacional".

Defender lo ganado

Lo otro que no puede suceder, a juicio de los expertos, es que la revisión del POT ponga en riesgo la conquista que desde el 2003 obliga a constructores, urbanizadores y dueños de la tierra a aportar parte de la renta del suelo para financiar vías, servicios y espacio público en Bogotá.

Tampoco que, escudados en esa revisión, se debiliten las normas relacionadas con el sistema de cargas y beneficios que también se incluyeron en la revisión del 2003 y que, en esencia, obligan a los privados a compartir con la ciudad la renta del suelo.

Esa renta es el mayor valor que obtiene el sector privado cada vez que la Administración autoriza un cambio de uso -por ejemplo de suelo rural a urbano- o de actividad residencial a comercial, entre otras acciones.

"La ciudad lo que dijo es que con cargo a esos mayores valores, que no son fruto del trabajo del propietario del suelo, sino de las decisiones de la Administración, deben salir los recursos para pagar la infraestructura: vías, parques, servicios públicos y equipamientos", explica el arquitecto Ignacio Gallo.

Para la profesora Maldonado, una revisión del POT que afecte este tema sería grave porque se "correría el riesgo de retroceder en los avances de lograr más aporte de los propietarios del suelo para la ciudad".


"En el fondo -explica Gallo-, lo que define el POT es un esquema de quién paga la ciudad".

La revisión del POT lleva un año

Aunque lleva un año en el proceso, el Distrito no ha dicho claramente cuáles temas serán revisados en el POT. Sólo ha insistido en que la implantación de la primera línea del metro y del Sistema Integrado de Transporte justifican la revisión, por el impacto que los dos proyectos tendrán en la ciudad.

Hasta hace un mes se realizó un proceso de participación en el que se recibieron sugerencias para la revisión de diferentes sectores. También se contrataron 18 consultorías para consolidar el diagnóstico. En el único comunicado oficial, Planeación dijo que la revisión abordará temas como la integración regional, la sostenibilidad ambiental del territorio, la equidad social y equilibrio territorial (vivienda de interés social y renovación urbana), la productividad y la competitividad con inclusión social y la movilidad inteligente. Se hizo énfasis en que la revisión busca depurar las normas para superar el excesivo contenido reglamentario del POT y así evitar contradicciones.

Las claves para entender el POT

UPZ. Unidades de Planeamiento Zonal. Las conforman un barrio o conjunto de barrios con unidad morfológica o funcional, en suelo urbano o en expansión.

Plan parcial. Instrumento que define las condiciones para desarrollar un área de la ciudad, concretando las condiciones técnicas, jurídicas, económicas, financieras y de diseño urbano.

Cargas generales y locales. Costos que se recuperan mediante tarifas, valorización, plusvalías y otros.

Renovación urbana. Programa que busca actuaciones urbanísticas públicas para suplir carencias de algunos sectores y propiciar su reordenamiento.

Suelo de expansión urbana. Suelo que se habilitará para uso urbano durante la vigencia del POT. Sólo se puede incorporar mediante planes parciales.

Equipamientos: espacios y edificios destinados a servicios sociales de cultura, justicia, seguridad, comunales, bienestar social, educación, salud, culto, deportivos, recreativos.

El POT es la hoja de ruta para el futuro de la ciudad

El POT regula los temas de ordenamiento territorial de dos maneras. Por un lado, con instrumentos de planeación que fijan los parámetros bajo los cuales pueden actuar los particulares: UPZ, planes parciales, planes de renovación urbana, planes maestros, planes de implantación y operaciones estratégicas y regularización.

En estos nueve años, fueron reglamentadas las UPZ, se han expedido 31 planes parciales y se han reglamentado dos operaciones estratégicas: la de Usme y la del centro de Bogotá. Y aunque el POT se expidió desde el 2000, sólo este año se empezó a trabajar en planes de renovación urbana: hoy están en estudio 35 y de ellos siete están a punto de aprobación.

Uno de los más demorados ha sido el Plan Zonal del Norte, polémico y estratégico para definir el futuro del suelo de expansión en el norte.

Renta del suelo para la ciudad

Por otro lado, el POT tiene unas herramientas que se llaman cargas y beneficios: plusvalía, valorización, aportes de suelo, que garantizan que los propietarios de la tierra y los urbanizadores le entreguen a la ciudad espacio público y suelo para vivienda de interés social y prioritario y participen de los costos de construir redes de servicios públicos.

También fija límites a la altura para edificar.

En concepto de la ex directora de Planeación, Carmenza Saldías, el POT actual define un modelo de ciudad, que impide la expansión en mancha de aceite hacia los municipios de la Sabana, la obligan a compactarse y redensificarse a través de la renovación, pero le impiden crecer en alturas hasta de 25 pisos como se intentó en el pasado.

El POT también contiene un inventario del suelo de la ciudad, que incluye las áreas ecológicas y de protección, y las acciones que los particulares y la administración pública deben realizar para preservarlas, mejorarlas y protegerlas.

YOLANDA GÓMEZ TORRES

Subeditora BOGOTÁ

Recuperado http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/ARTICULO-WEB-PLANTILLA_NOTA_INTERIOR-5846567.html

 

Compartir en:

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos