La charla se desarrolló en el programa Observatorio de Gobierno Urbano de Radio UNAL. El profesor Peña inició el espacio recordando que el actual Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana fue aprobado en el 2016 y está en proceso de implementación. En dicha tarea, las administraciones municipales juegan un papel fundamental.
Reyes, quien es el actual gerente del proyecto diseñado para tales efectos sostuvo que antes del 2016 teníamos un Código de Policía a diferencia de hoy cuando hablamos del Código de Seguridad y Convivencia. “Eso no solo es un cambio de terminología sino de enfoque. Hay una transición que yo resumo en una apuesta que no se concentra tanto en la coerción y la sanción, sino en la cohesión ciudadana. En Bogotá, durante los últimos cuatro años, el ciudadano es protagonista, es parte activa de las acciones que se deben desarrollar para llevar una mejor convivencia”.
La cultura ciudadana es uno de los elementos que contribuyen a la convivencia. Por ello es necesario hacer referencia al trabajo que desarrolló la administración del exalcalde Antanas Mockus y cómo ha ido cambiado en estos 25 años, indicó Peña.
Para Tiria, se trata de una cultura de apropiación orgánica con respecto a los actores. “La evolución de la cultura ciudadana ha estado relacionada con una serie de formas de entenderla que partió de lo piramidal, es decir de arriba hacia abajo. Ahora, con los nuevos modelos de gobernanza es un concepto más abierto. Todas las relaciones que estamos trabajando en la actual administración, lo manejamos en espacios de cocreación, concertación ciudadana o diseño urbano colaborativo”.
Trabajo con la comunidad
Es interesante incluir esa perspectiva de convivir mejor con los espacios. “Para el caso de Bogotá en la implementación del Código hemos planteado tres líneas estratégicas de acción. Una asociada a la escuela de convivencia, otra a un laboratorio de convivencia y la última es una red de convivencia. En cada una de estas líneas hemos desarrollado acciones concretas. Por ejemplo, tenemos en el distrito trabajo con jóvenes en colegios y un semillero de paz con estudiantes de la localidad de Puente Aranda”, explicó Reyes.
En el caso de la cultura, hay un plan de acción que opera a partir de los proyectos de inversión que se plantearon en el 2020. Infortunadamente, la pandemia hizo que las artes y la cultura fueran el primer sector en cerrar y último en abrir, lo cual también generó una serie de reflexiones respecto a esa planeación. “Se generaron varias estrategias que atendieron un poco a la raíz. Es decir, revisamos una serie de relaciones que no están regidas por normas, sino por la pregunta de qué nos hace movilizarnos. A partir de eso generamos los primeros estudios que dieron lugar a dos estrategias: la línea Calma y la escuela de hombres”, resaltó Tiria.
Alcance de las políticas
Hay un conjunto de programas y proyectos que se han adelantado a lo largo de esta administración que tiene una aproximación alternativa a la idea tradicional de la falta de policía o a la ausencia de control policivo. El profesor Peña resaltó estas estrategias y preguntó sobre los logros que se han alcanzado con ellas..
Reyes consideró que generalmente cuando se habla de logros se presentan una serie de indicadores y cifras. “Nuestro esfuerzo ha estado concentrado en hacer la transición de la sanción policial a la cohesión ciudadana y eso tiene que ver en la manera como los habitantes gestionamos las dificultades, los problemas y el conflicto en general.
Dentro de los cinco comportamientos contrarios a la convivencia más frecuentes encontramos unos que están agrupados a la violencia. Por eso, en el laboratorio de convivencia, por ejemplo, abordamos proyectos como los talleres de respiración, una acción que parece simple, pero que se dirige a plantear alternativas orientadas a que las personas piensen de mejor manera antes de actuar en contexto de conflicto”.
A su turno, Tiria se refirió a la línea Calma. “Cuando se creó la línea, la pregunta consistía en saber si los hombres necesitaban hablar de emociones. A partir de allí empieza a ver una construcción de un relato mucho más elaborado con respecto a la emocionalidad masculina y su relación con el entorno. El primer indicador de impacto puede ser el número de atenciones, pero realmente lo más importante ha sido la construcción de los relatos con respecto a lo que es ser hombre en una ciudad de Bogotá, en un país como Colombia, que tiene una serie de relaciones sociales muy ancladas”.
Sostenibilidad de las políticas
De acuerdo con el profesor Peña hay un Código Nacional de Seguridad y Convivencia y un conjunto de autoridades que van a permanecer en el tiempo ligadas a él. Sin embargo, políticas y programas como las mencionadas por Reyes y Tiria pueden presentar dificultades en la implementación y permanencia en el tiempo dado que pueden ser rápidamente desechadas por el siguiente gobierno. Por ello cuestionó a los invitados sobre la permanencia de estas estrategías ante los cambios de administración.
Reyes consideró que: “En Colombia le tenemos una fe casi ciega a lo que las normas dicen. Pero un primer punto de partida para la interacción es el comportamiento social. Lo que buscamos es que sea un parámetro social el que estimule los comportamientos proclives a la convivencia y el que de alguna manera censure aquellos que son contrarios. Lo segundo, es la apropiación y por eso ha sido tan decidida la estrategia de convivencia para la vida de trabajar con las localidades y los barrios. Lo último es generar una reflexión profunda de que no estamos hablando de una norma que aparece en un código sino que se trata de algo que tiene que ver con la vida y el día a día ciudadano”.
En ese sentido del enfoque, Tiria concluyó con un ejemplo sobre los abordajes de la política frente a la danza. “Las personas que se sientan en un teatro a ver danza contemporánea, folclórica o de cualquier otro tipo son muy pocas. Pero cuando nosotros le damos la vuelta a esa lógica y empezamos a entender que la danza es una apropiación cultural, que está muy relacionada con todos los bogotanos, hay un cambio de medición y de paradigma”. Adicionalmente, indicó que desde la Secretaría de Cultura se viene trabajando en la expedición de dos políticas públicas orientadas justamente a dar continuidad a esta nueva perspectiva.
Escuche de nuevo el programa aquí