Para el académico, este es uno de los problemas de mayor valor en las discusiones políticas de los últimos 200 años, que retoma protagonismo por el desarrollo de la inteligencia artificial y frente a las posibilidades de vigilancia y de control social hasta de las acciones más íntimas de la vida privada. A esto se suman otros desafíos asociados a los cambios que modifican sustancialmente las tradiciones y las prácticas sociales como el empleo, la economía o la educación.
En este contexto, afirmó el profesor Patiño, lo que se está presenciando es la aparición de un conjunto de cambios tecnológicos que marcan el futuro de manera abrupta, acelerada e indetenible con un elemento adicional: son ineludibles. Uno de estos, tiene que ver con las transformaciones de las profesiones que conocemos hoy en día. (Lea aquí: «La impresión 3D es una ventana hacia el futuro»)
“Gran parte de las profesiones que tenemos hoy no tienen futuro, no servirán, no tienen empleo y esto plantea unos interrogantes de fondo ¿cuáles son los sistemas educativos que tenemos? ¿es suficiente la educación que brindemos alrededor de formar para el trabajo o hay que inventarse otro mecanismo de educación que vaya más allá?”, manifestó.
Impacto en el trabajo
En este sentido, también se refirió al impacto de la aparición de los robots en las líneas de trabajo y las consecuencias a futuro que esta nueva dinámica plantea, sobre todo por la aparición de robots con aplicaciones militares o de vigilancia. “En la última década la aparición de robots en la producción industrial se ha vuelto casi indetenible y ha marcado un cambio importante”, a tal punto que hoy se estime que Corea del Sur tiene 631 robots por cada 10 mil trabajadores.
Estos dos aspectos supondrían que el conjunto de las tecnologías contemporáneas apunta a que la mayoría de los empleos estarán girando sobre la creatividad y la inteligencia social, más que en los trabajos de repetición o de esfuerzo permanente. Ejemplo de esto es el sistema IMB Watson, que ha demostrado un porcentaje alto de acierto frente a diagnósticos.
El profesor Patiño también destacó la biotecnología y la agricultura urbana, que son grandes sistemas industriales de producción que usan como herramienta los sistemas robotizados por mecanismos de seguimiento de alta capacidad tecnológica y de formación de doctores, en el que la mano de obra agrícola tradicional ha desaparecido por personas formadas en esta dirección.
Lo anterior llevó al académico a preguntarse ¿cuál es el papel del trabajo en las sociedades contemporáneas? y ¿cuál es el valor y el sentido del trabajo en las relaciones humanas?
De acuerdo con el director del IEU, estas preguntas van de la mano de un debate que en las universidades se ha venido planteando en los últimos años sobre si las ciencias sociales son o no importantes en el mundo de hoy. Muchas universidades japonesas, por ejemplo, han eliminado radicalmente las ciencias sociales de sus programas de estudio y en Estados Unidos se ha planteado esta necesidad para dejar la formación universitaria como una formación únicamente para el trabajo, Pero “¿cuál trabajo?”, finalizó.