Por: Camilo Quiroz Hinojosa
Director de Espacio Urbano y Territorial
Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio
Uno de los retos más grandes que tiene el Estado colombiano es la descentralización política, administrativa y fiscal de las entidades territoriales. La tarea no ha sido para nada fácil, pero en la historia reciente del país se han diseñado herramientas que han permitido avanzar en la materia. Así surgieron las Áreas Metropolitanas – AM como mecanismo para fortalecer la autonomía y el desarrollo municipal asociado, y una de las de mayor relevancia por la solidez de sus componentes formales ya que cuenta con Ley e instrumentos de planificación propios1. Pese a esto, el gran desafío está en su materialización, lo cual demanda voluntad política, capacidad técnica y de gestión para generar resultados.
Las AM son entidades administrativas de derecho público que tienen el propósito de asociar municipios interrelacionados a nivel territorial, social, político, económico, cultural y administrativo para la construcción conjunta de agendas de desarrollo.
En Colombia existen actualmente seis AM, siendo una de estas el Área Metropolitana del Cacique Upar (AM), creada en el año 2002 e integrada por los municipios de Valledupar (ciudad núcleo), Agustín Codazzi, La Paz, Manaure y San Diego del Departamento del Cesar. Cuenta con una población de 607.671 habitantes y una extensión territorial de 8.268 km2. Esta AM tiene establecida una ruta de trabajo en su plan integral de desarrollo metropolitano adoptado en el año 20202, pero como se dijo anteriormente, la consolidación de estas entidades es la gran tarea que está sobre la mesa.
La gestión de la entidad aún no permite avizorar avances significativos en materia de impacto socioeconómico, desde luego, es necesario reconocer complejidades como la escasez de recursos frente al elevado número de necesidades que existen en el territorio, teniendo en cuenta que el presupuesto del AM es de un poco más de mil millones de pesos. Sin embargo, la situación debe ser enfrentada con proactividad y pragmatismo, sentido en el cual haremos algunas reflexiones en aras de contribuir a la consolidación del AM.
Para comenzar a concretar los resultados del desarrollo metropolitano es fundamental reconocer los insumos con los que se cuenta y qué tipo de territorio queremos construir. El AM de Valledupar cuenta con un gran potencial humano, territorial, social y económico que no ha sido suficientemente aprovechado para mejorar las condiciones de vida de la población de los municipios y consolidar a la región en el contexto nacional.
Es importante reconocer el esfuerzo conjunto que en su momento hicieron los municipios que hoy conforman el AM en pro de darle vida jurídica a la entidad con todas los requerimientos y complejidades que esto implica, como el que desempeñan en la actualidad para sostenerla y sacarla adelante. Los lineamientos con los que cuenta la entidad son de gran importancia para el cumplimiento de sus objetivos institucionales, pero con las formalidades, con lo que está en los planes no es suficiente. Al respecto convendría que se revisarán experiencias de otras áreas metropolitanas como la del Valle de Aburrá y la de Bucaramanga, las cuales han pasado del dicho al hecho de manera progresiva en cumplimiento de sus metas y sus planes.
La ruta a seguir debe ser el afianzamiento de un esquema asociativo que tenga como objetivo global la consolidación de los procesos de interacción integral de los territorios y que esto se traduzca en acciones que permitan mejorar las condiciones sociales y económicas de toda la población de los cinco municipios que la constituyen y del departamento del Cesar en general. Que haya una sinergia territorial es fundamental para que el AM salga adelante, esto es, planeación colectiva, gestión de recursos multinivel, fomento de consensos políticos, generación de recursos propios y visionar el territorio como uno solo, entenderlo en una perspectiva supramunicipal con una gerencia estratégica.
Se necesitan acciones concretas. El AM de Valledupar ha identificado un catálogo de hechos metropolitanos, esa serie de fenómenos que de una u otra forma afectan o impactan los municipios que la conforman. Entendiendo la necesidad de avanzar de forma práctica sumado a la escasez de recursos, es oportuno evaluar la posibilidad de adelantar juicios de priorización para empezar a desarrollar los hechos metropolitanos por fases. Por ejemplo, concentrarse en una primera instancia en lo correspondiente al ordenamiento territorial, la gestión de servicios públicos y el sistema de movilidad urbano regional, bajo el entendido que estos son temas de gran relevancia, que han sido identificados como hechos metropolitanos y en los que hay mucho por hacer y a partir de los cuales se desprenden otros hechos.
En lo que se refiere a ordenamiento territorial, encontramos quizás uno de los retos más apremiantes en lo supramunicipal. Urge actualizar, armonizar y articular los Esquemas, Planes Básicos y el Plan de Ordenamiento Territorial de los municipios asociados, acción que debe estar articulada al Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial (PEMOT), que formuló la entidad en el año 20043, y que fue uno de los primeros planes de ordenamiento territorial metropolitano.
No se pueden seguir formulando instrumentos de planificación de manera aislada, hay que tener en cuenta la interrelación de los territorios, sobre todo en lo que respecta a la preservación ambiental y el uso del suelo para aprovechamiento económico y la gestión acordada sobre los hechos metropolitanos, de ser así, podríamos enfrentar situaciones en las que un municipio declara un área protegida, mientras que en otro municipio vecino, en límites de dicho territorio protegido, se da la viabilidad de uso industrial u otro tipo de explotación económica.
El ordenamiento territorial impone cada vez más la necesidad de emplear dinámicas de trabajo estratégico en aspectos como la planificación territorial con modelos compactos y densos, la gestión del riesgo y el cambio climático y la presión que ejercen las poblaciones migrantes sobre la vivienda y los servicios urbanos.
Por otra parte, en materia de servicios públicos, debe construirse una agenda ambiciosa, donde se asuma la labor de hablar de temas hasta ahora relegados como la regionalización de los servicios públicos en el marco de la economía de escala. Producir servicios en mayor proporción, pero a un costo menor como producto de los esquemas asociativos como el del AM; enfocarlos principalmente en servicios públicos básicos como el de agua potable y saneamiento básico.
Un tema que urge afianzar en el AM de Valledupar por su transversalidad en tópicos como salud, educación, inclusión social, comercio, turismo, entre otros, es el transporte público, integrarlo de forma estratégica de cara a una mayor y mejor conectividad en el territorio, esto, teniendo en cuenta la amplia población flotante que diariamente tiene como origen y destino a Valledupar y los municipios del AM, y lo que ello implica en términos de productividad en la economía metropolitana.
Por otra parte, y no menos importante, el AM debe evaluar la posibilidad de incluir otros municipios que estén interrelacionados con los que ya la conforman, incluso, podría estudiarse el relacionamiento con municipios del sur del Departamento de La Guajira, lo anterior con el fin de consolidar procesos de integración regional más potentes y fortalecer las finanzas municipales y metropolitanas.
Como se observa, impulsar el AM de Valledupar no es un asunto fácil y por supuesto requiere múltiples esfuerzos. Debemos sacarle todo el provecho a las ventajas para la planeación y la gestión de recursos que brindan este tipo de esquemas asociativos, y que permiten fortalecer la relación con el gobierno nacional y los gobiernos locales.
Desde el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, venimos trabajando intensamente en diferentes temas del desarrollo urbano y territorial, algunos de los cuales hemos podido orientar hacia el AM de Valledupar y sus municipios. En el Ministerio desarrollamos los temas de visión sostenible y crecimiento verde; conectividad física y digital; productividad; calidad de vida y equidad; financiación eficiente (jalonamiento de recursos y generación de ingresos propios) y la temática de coordinación y gobernanza aplicable a las AM.
Es momento de ponerle ‘dientes’ al desarrollo del AM de Valledupar. Mejorar la capacidad de gestionar recursos mediante la activa identificación de demandas socioeconómicas del territorio y la estructuración de proyectos auténticamente estratégicos en aras de perseguir su financiación en sede de alianzas público – privadas (APP), los recursos que reposan en las distintas instancias del Sistema General de Regalías (SGR), los recursos derivados del desarrollo urbano y que se pueden captar con una eficiente gerencia territorial, e ir un poco más allá y penetrar la esfera de la cooperación internacional y su multiplicidad de ofertas de financiación multilateral.
Este es un compromiso de todos: Gobierno Nacional, alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, academia, sector privado, sociedad civil y congresistas. Es importante que estos últimos tracen una agenda en beneficio del bienestar territorial para fortalecer las herramientas legislativas en materia de autonomía y capacidad técnico – financiera con las que ya cuentan estos esquemas asociativos.
Desde el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio con su amplia oferta institucional, y en especial desde la Dirección de Espacio Urbano y Territorial y su accionar para la consolidación de territorios más amables, compactos, sostenibles y no segregados a través de elaboración de proyectos normativos, proyectos de mejoramiento integral de barrios, operaciones urbanas integrales y asistencia técnica y acompañamiento en todos los temas relacionados con el ordenamiento territorial, tenemos toda la disposición para apoyar al AM y a los municipios de Valledupar, La Paz, Agustín Codazzi, Manaure y San Diego, en el desarrollo de los hechos contenidos en el Plan Integral de Desarrollo Metropolitano.
Construyamos entre todos desarrollo urbano y territorial compacto y eficiente. ¡Cuentan con nosotros!
1La Ley 1625 de 2013 Orgánica de las áreas metropolitanas establece como instrumentos de planificación los planes de desarrollo y los planes estratégicos metropolitanos de ordenamiento territorial.
2Acuerdo No. 0002 de fecha 18 de junio de 2020.
3El AM de Valledupar adoptó su PEMOT mediante acuerdo 02 de 2014.