El espacio público se ha convertido en uno de los productos fundamentales del urbanismo proyectual. En tanto compensación frente a los procesos de fragmentación, privatización y segregación urbana, el espacio público constituye uno de los pilares de la gubernamentalidad urbana contemporánea. En ese contexto, las ciudades han desarrollado estrategias de gestión y promoción de los espacios públicos y verdes para convertirlos en lugares frecuentados, activos y vibrantes.
Sin embargo, la polifuncionalidad y la multiplicidad de actividades desplegadas en los espacios públicos se ha visto resentida e ingresó en una fase de suspensión durante la pandemia de COVID-19, reconociendo diversos niveles en las restricciones situadas de las actividades. Frente al contexto de emergencia sanitaria, los gobiernos locales debieron explorar estrategias alternativas y nuevas fórmulas para administrar y regular las movilidades, las co-presencias y las proximidades. Este artículo explora estas temáticas en el caso de Rosario (Argentina).
Esta es la tercera ciudad en importancia de la República Argentina, cuenta con pasado ferroportuario y conurbación industrial y desde hace unos treinta años comenzó a reconvertirse en una ciudad cultural y de servicios. En el centro de esa transformación se ubican los espacios públicos que funcionan como el relevo y sustituto de las infraestructuras ferroportuarias en desuso.
Rosario ha desarrollado una importante producción de espacio público ensamblada con una serie de circuitos de movilidades no motorizadas, peatonales y saludables que han mostrado su capacidad para dotar de atractivo, interacciones y encuentros a esos espacios públicos. La crisis de la COVID-19 obligó al replanteo de los esquemas sobre las movilidades y las permanencias en los espacios públicos y reorientó los usos de esos espacios a partir de movilidades activas y relaciones de proximidad residenciales.
La estructura del artículo se divide en tres partes. La primera reconstruye la trayectoria histórica de los espacios verdes de Rosario, la aparición de una interfaz ecológica para vincular la urbanización con el río Paraná, la emergencia de una noción de espacio público ribereño y sus derivaciones diferenciales hacia los convenios público-privados.
En la segunda parte, se analizan los usos eventuales y saludables del nuevo espacio público a través del circuito de la Calle Recreativa de Rosario que integra a los antiguos espacios verdes de comienzos del siglo XX y los nuevos espacios públicos de la ribera de comienzos del siglo XXI.
La última parte indaga el impacto de la crisis sanitaria de la COVID-19 en la frecuentación y las movilidades en relación con los espacios públicos, la transformación de los usos y la redistribución de los usuarios.
Los métodos y materiales utilizados consisten en la lectura crítica del corpus formado por los documentos oficiales acerca de la planificación urbana, las investigaciones desarrolladas por profesionales de la historia de la arquitectura y el urbanismo sobre la relación de la ciudad con el río Paraná en el largo plazo.
Asimismo, a estos materiales se añade los resultados de un trabajo de campo desarrollado a partir de observaciones y entrevistas que se concentraron alrededor del despliegue de la Calle Recreativa y en los momentos en que la pandemia reformuló los usos de los espacios públicos. Además, se analizaron algunos materiales periodísticos relevantes sobre la relación ciudad y espacio público durante la pandemia.
El marco teórico se despliega a partir de recalibrar las diversas tesis antitéticas acerca de la celebración del espacio público como un síntoma de la vitalidad urbana y su crisis terminal a partir de los procesos de creciente privatización. El artículo busca insertarse en un espacio intermedio donde el espacio público pueda definirse como un territorio compensatorio frente a los desarrollos urbanos desiguales y fragmentarios.
A partir de los conceptos de Lefebvre sobre el espacio concebido, percibido y practicado y los de De Certeau sobre la producción peatonal del espacio urbano, el artículo ensaya evidenciar las variaciones y las transformaciones de la apropiación y los usos del espacio público durante la pandemia de Covid-19.
El artículo despliega una perspectiva que combina la historia, la sociología y la antropología del espacio público para reflexionar sobre sus transformaciones en Rosario. Desde la historia, el trabajo explora el proceso de construcción de los espacios públicos especialmente desde la planificación urbana como espacios concebidos. Desde la sociología de las movilidades, se analizan los usos de esos espacios a partir de la creación de circuitos para el fomento de su recorrido y uso con objetivos saludables y sostenibles, configurándose una mixtura entre espacios percibidos y practicados.
Finalmente, desde la antropología urbana, reconstruye los sentidos atribuidos a los espacios públicos y las modulaciones de sus movilidades antes y después de la crisis sanitaria generada por la COVID-19, privilegiando las nociones de espacio experimentado y vivido.
La pandemia constituyó una acontecimiento extraordinario y propicio para reflexionar acerca del sentido del espacio público y especificar sus cualidades. La interrupción y la ralentización de las movilidades, el aislamiento y el distanciamiento social evidenciaron que el espacio público no es solo un concepto, una materialidad y una forma urbana. Las condiciones impuestas por la pandemia hicieron visible que el espacio público depende de su ocupación, apropiación y usos.
Asimismo, la pandemia mostró que el espacio público tiene una relación privilegiada con las prácticas que se desenvuelven en su interior y configuran sus sentidos sociales y simbólicos. La COVID -19 reescribió las relaciones, las prácticas, los usos y las trayectorias en los espacios públicos de Rosario a través de las nociones de respeto y cuidado mutuo. Este proceso conllevó el redescubrimiento de los espacios interiores de las viviendas y el uso de los espacios públicos de proximidad.
Este artículo evidencia las metamorfosis que afectaron a los espacios verdes y públicos de la ciudad de Rosario y los modos en que la crisis de la pandemia generó nuevas formas de uso, ocupación y movilidades. Queda por analizar si el retrazado de los itinerarios, las movilidades y las formas de ocupación de los espacios públicos tuvieron efectos que se extendieron más allá del momento crítico para calibrar cuál fue su legado en términos más perdurables sobre las prácticas sociales del espacio urbano.
Si el lector desea más información sobre la temática expuesta en esta nota puede consultar el artículo “La producción y reformulación del espacio público en Rosario, Argentina. Diseño, usos, circuitos y pandemia», publicado en la revista “Ciudades, Estados y Política” del IEU-UNAL. Para ello puede ingresar aquí