Durante el siglo XX la humanidad ha dado un vuelco en su forma tradicional de agrupamiento y organización social, en la medida en que durante este siglo, hasta las fechas más recientes, ha tenido lugar un proceso de urbanización sostenida que ha implicado el aumento de la concentración poblacional, con aglomeraciones urbanas que superan el millón de habitantes. De hecho para la primera década del siglo XX surgían ciudades poderosas que podían sumar más de cinco millones de habitantes, pero en la década de 1990 el número de ciudades con más de un millón de habitantes en el mundo era ya bastante grande, mientras que se consolidaban de forma evidente un número notorio de ciudades con más de diez millones de habitantes.
En este contexto lo urbano empezó a tener un peso político.