Desde finales del XX surgió la tesis de la gobernanza como un marco de análisis desde el cual se reconfigura la forma de concebir el direccionamiento de colectivo de la sociedad. En ese nuevo marco se entiende que los tradicionales gobiernos han perdido la capacidad de direccionamiento de la sociedad y que, en consecuencia, se hace necesario incorporar nuevos actores en la orientación económica, social y política de los países y las ciudades. El agente privado y la lógica del mercado toman aquí un papel esencial en la medida en que se les considera copartícipes necesarios para el logro de objetivos colectivos. Esta orientación no significa la desaparición del gobierno y del sector público como elementos fundamentales dentro del mismo proceso, pero sí su reconfiguración en la medida en que se les considera componentes necesarios más no suficientes en la tarea de alcanzar metas colectivas.