El camino de la modernización que ha recorrido Colombia, con un tránsito lento durante el siglo XIX y en aceleración constante en el XX, la agricultura ha respondido a las exigencias que las transformaciones le han impuesto. Así, la acelerada urbanización del siglo XX encontró una adecuada oferta de alimentos, así como de materias primas que la industria nacional ha demandado. Además, el aporte de la agricultura a la balanza de pagos internacional ha sido sustancial y sin este sostén difícilmente se puede entender la inserción de Colombia a la economía mundial.