En esto coincidieron el profesor José Gómez González, de la Universidad de la Sabana; Samuel Hoyos, presidente de Asomovil; y Darío Flota Ocampo, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo - CPTQR (México), en el programa Observatorio de Gobierno Urbano, de UN Radio 98.5 FM. 

De acuerdo con el profesor Gómez, PhD. en Economía, el impacto económico no ha sido generado por el confinamiento sino por la pandemia en sí misma dadas sus afectaciones en la actividad productiva y la vida cotidiana de la población. El académico afirmó que en el primer trimestre Colombia creció 1,1 %, mientras que en el segundo probablemente se producirá un decrecimiento de entre 5 y 8 %, el peor en la historia económica del país. 

Una de las mayores preocupaciones es el impacto de la pandemia sobre el empleo; el Dane reportó que en abril la tasa de desempleo fue de 19,8 %. Según el profesor Gómez, podría llegar al 25 % en mayo. Frente a este panorama, el economista planteó la posibilidad de que el sector público sea empleador de última instancia, es decir, que el gobierno implemente programas de empleo masivos para dinamizar la economía. 

“Es darle la posibilidad a personas desempleadas e informales de acceder a un empleo digno para sostener a su familia, incrementar la demanda y lograr que la economía crezca como un todo”, manifestó Gómez.

El turismo y las telecomunicaciones 

Algunos sectores económicos podrían considerarse como ganadores en medio de la crisis generada por la pandemia, sin embargo, queda claro que todos han sufrido afectaciones en distintas dimensiones. Este es el caso de los sectores del turismo y las telecomunicaciones: 

El primero es considerado como uno de los más afectados a nivel mundial. Darío Flota, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, aseguró que para la economía de México el turismo representa un 8,7 % del PIB; en el caso colombiano esta cifra es de entre 3.5 % y 3.8 % del PIB. (Lea también: La reinvención del turismo en las ciudades)

En el caso puntual del estado mexicano de Quintana Roo, donde se sitúan Cancún, Tulum y la Riviera Maya, uno de los destinos turísticos más importantes de América Latina, la dependencia de este sector de manera directa e indirecta es casi del 90 %; actualmente se cuenta con poco más de 100 mil habitaciones de hotel que representan alrededor de 450 mil puestos de trabajo. “Al mes de abril se reportaron más de 80 mil empleos perdidos”, indicó Flota. 

Según el funcionario, la reactivación inició este 1 de junio con el llamado de personal a los hoteles para los procesos previos de adaptación, y el 8 de junio comenzó la apertura paulatina de los hoteles; además se desarrolló una Certificación en Protección y Prevención Sanitaria de Instalaciones Turísticas, que abarcará a toda la cadena del sector turístico.

Esto permitió que Canún fuera considerado en el primer grupo de 5 destinos en el mundo que recibieron el sello global de viaje seguro. También lo tienen Sevilla, Barcelona, Portugal y Arabia Saudita. “Este sello nos ayudará a generar confianza, el valor más importante para el turista actual”, dijo. 

El impacto en el sector de las telecomunicaciones no es menos importante. Samuel Hoyos, presidente de Asomovil, que congrega a los tres operadores móviles más importantes del país: Claro, Tigo y Movistar, afirmó que varios factores permiten evidenciar esta crisis: la depreciación del peso frente al dólar; las dificultades de millones de colombianos para pagar los servicios; el cierre de pequeñas y medianas empresas; las caídas del 70 % de la venta de terminales móviles y del 50 % de la telefonía móvil prepago (recargas), entre otros. 

“Creemos que los ingresos del sector pueden caer en un 3,4 % siempre y cuando se estabilice rápido la situación”, expresó Hoyos. No obstante, “se abren oportunidades en la medida que aquellos hogares, empresas, ciudades y países con mayor transformación digital van a tener mayor capacidad de sobrevivir a la crisis”.  

La brecha digital que existe en Colombia podría generar un mayor impacto. De acuerdo con el presidente de la Asociación, apenas el 47 % de los hogares en el país tienen conectividad, y en zonas rurales y alejadas, la conectividad todavía es insuficiente o inexistente. “Existe una clara correlación entre crecimiento económico y conectividad. Hoy conectividad no es el cierre de la brecha digital sino de desigualdades sociales”, consideró. 

La crisis ha permitido “que hoy haya más consciencia sobre la importancia del sector de las telecomunicaciones”, muestra de ello es su reconocimiento por parte del gobierno nacional como un servicio público esencial. Según Samuel Hoyos, la asociación espera que con la subasta del espectro en 2019 puedan llegar a los territorios más alejados del país e incluir a esos ciudadanos en la era digital. “Esto tiene que ser una apuesta conjunta entre la industria, el Estado y los mandatarios locales”, puntualizó.