“Más allá del aspecto formal, este hecho constituye un cambió en los procesos de planificación de Colombia, pues por primera vez un departamento incorporará la dimensión territorial a su planeación de mediano y largo plazo (20 años), competencia que estaba asignada exclusivamente a los municipios y distritos”, Jorge Enrique Almario García, asesor en legislación del ordenamiento territorial.

El departamento “asume la responsabilidad de concertar con los municipios de su jurisdicción los cambios que deben realizar para adoptar o ajustar sus POT (Planes de Ordenamiento Territorial) de segunda generación de tal manera que comiencen a articularse entre sí”, agregó Almario.

El consultor recordó que los POT de primera generación de los municipios del Valle no se articularon entre sí.  Primero, porque los alcaldes no se consideraron competentes para adelantar esos procesos y, segundo, porque el legislativo no había expedido la Ley 1454 del 2011, mediante la cual se facultó a los departamentos para adoptar planes de ordenamiento de su territorio, lo que generó una fragmentación del territorio del Valle del Cauca, al entrar en vigencia los 42 POT desarticulados.

“El Valle, con este POTD, también adoptó el principio establecido en la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, LOOT, de que son los entes territoriales los que deben asumir los procesos de ordenar el territorio de manera progresiva, gradual y flexible y no es ni al Congreso ni el Gobierno a los que les compete esta responsabilidad. Por supuesto que serán las instituciones nacionales de nuestro estado unitario las que den las orientaciones y al final refrenden lo que establezcan las entidades territoriales”, aclaró Almario.

Proceso de construcción del POTD

Este texto es producto de un conocimiento colectivo del territorio. Fue formulado y construido gracias a la participación ciudadana y el apoyo científico-técnico de la Universidad San Buenaventura de Cali, con la cual el departamento realizó el convenio para llevar a cabo el diagnóstico operativo del territorio y la formulación del POTD. Las discusiones se iniciaron en el año 2000 y fueron evolucionando hasta que se adoptó el plan de ordenamiento.

Proceso de implementación

De acuerdo con el consultor, “es necesario adelantar un programa de socialización y capacitación del POTD, de tal manera que las comunidades de las subregiones lo conviertan en instrumento efectivo para construir el futuro que se merecen”.

Para Almario, “con este instrumento departamental inicia una nueva era para los departamentos que podrán planear su desarrollo y su articulación a nuevas formas de asociatividad como las regiones, de manera coordinada y acordada con los municipios. No es el instrumento ideal para ordenar el territorio nacional y superar su fragmentación y desarticulación, pero es un paso adelante en esa dirección”, concluyó.