Angie Daniela Barrera García*

En el año 1972, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) adoptó la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural. Desde entonces, más de mil bienes culturales y naturales se han adherido a la Lista del Patrimonio Mundial. Cabe aclarar que esta categoría se refiere a los bienes comunes que un colectivo humano debe custodiar, a fin de transmitirlos a las generaciones futuras. A manera de ejemplo, la ciudad de Lyon, en Francia, cuenta con 427 hectáreas registradas en la Lista del Patrimonio Mundial, en las que se distinguen sitios como Place Bellecour, los muelles del Saône, Croix-Rousse y Vieux-Lyon (UNESCO, 2017). 

Interesa reflexionar sobre este último ya que la declaratoria de Espacio Protegido de Francia sobre el Vieux-Lyon se dio incluso antes de la Convención de la UNESCO. Lo anterior tiene su antecedente con la “Ley Malraux” el 4 de agosto de 1962, que crea los “sectores salvaguardados” y que generó el 2 de mayo de 1964, la protección de los barrios de Saint-Georges, Saint-Jean y Saint-Paul de la ciudad de Lyon, también conocidos en su conjunto como el Vieux-Lyon¹. 

Históricamente, esta zona se empieza a habitar con el desplazamiento de la ciudad antigua de Lugdunum² hacia el río Saône³. En este periodo, se consolida el rol estratégico de la ciudad como un nodo de paso de importancia en Europa (UNESCO, 2017). Posteriormente, entre 1453 y 1589, se da paso a la ciudad renacentista, que durante estos años experimentó un auge económico e intelectual que se reflejó en la arquitectura del Vieux-Lyon. Sin embargo, tiempo después con el periodo que corresponde al ascenso de Enrique IV en 1594 y la muerte de Luis XIV en 1715, la ciudad pierde su papel financiero y con las crisis económicas y alimentarias transforma su énfasis de la actividad comercial hacia el trabajo de la seda (UNESCO, 2017). 

No obstante, con el surgimiento de las dinámicas de la ciudad industrial se incorporaron a Lyon los municipios de La Croix-Rousse, La Guillotière y Vaise, que permitieron que la ciudad se extienda ahora tanto hacia el norte como hacia el este (UNESCO, 2017). Con esto, se produjo un desplazamiento de las actividades económicas más rentables hacia otras partes de la ciudad y los barrios entraron en un proceso de degradación (Mortament, 1997).

En 1960, los barrios del Vieux-Lyon requerían una intervención urgente por el deterioro de los edificios y las condiciones de vida de sus habitantes. Esta intervención podía ser de dos tipos: renovación o rehabilitación⁴ (Mortament, 1997), pero se optó por el camino de la rehabilitación debido a la fuerte resistencia de la comunidad en esfuerzos conjuntos como los de la asociación “La Renaissance du Vieux-Lyon” (UNESCO, 2017). El proceso de rehabilitación tuvo tres fases: 1. Desde la creación del Sector Salvaguardado en 1964, hasta 1976 con la restauración de 20 edificios. 2. Desde 1977 hasta 1982, periodo en el que se dio la restauración de 10 edificios en Saint-Jean. 3. Desde 1982 hasta 1991, cuando se implementaron las iniciativas públicas como: el Fondo de Intervención para la Salvaguardia de la Artesanía y el Comercio⁵ (FISAC) y la Operación Programada para el Mejoramiento del Hábitat⁶ (OPAH) principalmente en Saint-Paul y Saint-Georges (Mortament, 1997).

El objetivo de estas operaciones era preservar y mejorar el patrimonio inmobiliario asegurando el mantenimiento en el lugar y favoreciendo la comodidad de las poblaciones que lo habitan. Con este fin, se concedieron subvenciones a los propietarios para la rehabilitación de sus viviendas, las cuales incrementaban si se establecían alquileres moderados por un período mínimo de nueve años (Michel, 2019). Se buscaba reducir la tendencia que llevaba a los propietarios a vender en lugar de invertir en la restauración de su edificio (Mortament,1997). Si bien en un inicio fueron habitados por una población de origen popular, la llegada de las inversiones y de nuevos habitantes de las clases media y alta impulsaron el fenómeno de la gentrificación (Michel, 2019).  

Las poblaciones de las clases populares han abandonado progresivamente estos barrios debido, en parte, eal aumento en los precios de los apartamentos antiguos en más de un 200 % entre 1997 y 2017 (Michel, 2019). Pero también por los cambios en la oferta de servicios a nivel barrial, ya que, al ser un lugar muy buscado por los turistas, hay un aumento en tiendas tipo restaurante, pub, club nocturno, en detrimento de las tiendas para las actividades diarias (Mortament,1997). 

Con todo, se evidencia la tensión entre la necesidad de salvaguardar el legado de la historia con las dinámicas de acceso a la vivienda que allí se puedan generar. Este tipo de iniciativas llevan a un cambio no solo del sector predominante en la economía del área o que responde solamente al mejoramiento de los edificios, sino que, transforma las formas de habitar en dichos barrios. A lo anterior también se suma la preocupación porencontrar el equilibrio adecuado entre la calidad de vida ofrecida a los habitantes y el desarrollo de la oferta turística (UNESCO, 2017), puesto que se corre el riesgo de limitar este distrito de la ciudad desde un enfoque excesivo del “marketing territorial”, donde se termina exponiendo al territorio como una mercancía o una experiencia turística al servicio del mercado (Lefort, 2019). 

Este tipo de escenarios lleva a reflexionar sobre la necesidad de involucrar a los distintos actores como los operadores turísticos, las agencias de la sociedad civil y la ciudadanía en general; a fin a reflexionar y proponer alternativas frente a la tensión entre la ciudad para habitar y la ciudad como una vitrina del patrimonio. Lo anterior, sin perder de vista la interacción de las distintas escalas del gobierno de lo urbano que, desde el 2015, involucran la gestión de Metrópolis de Lyon como nueva autoridad local.

Referencias

Lefort, I. (2019). Les cités-produit, ou l’expérience de consommation de la ville. https://cellar-c2.services.clever-cloud.com/s3.popsciences.universite-lyon.fr/uploads/2019/05/quont-encore-a-nous-vendre-les-grandes-villes.pdf

Michel, C. (2019). Les « quartiers anciens » de Lyon : lieux de transformations urbaines et sociales.  https://journals.openedition.org/eps/8949

Mortament, J. (1997). Rapport de présentation. https://www.grandlyon.com/fileadmin/user_upload/media/pdf/urbanisme/sites-patrimoniaux/spr_psmv_vieux_lyon_rapport.pdfLoustalet

Renaissance du Vieux-Lyon. (2013). La Renaissance du Vieux-Lyon. https://cpdp.debatpublic.fr/cpdp-anneau-top/site/DEBATPUBLIC_ANNEAU_TOP_ORG/_SCRIPT/NTSP_DOCUMENT_FILE_DOWNLOADC0F1.PDF?document_id=27&document_file_id=32

UNESCO. (2017). LYON: VILLE HISTORIQUE. VILLE - PROJET. https://www.lyon.fr/sites/lyonfr/files/content/documents/2017-06/UNESCO_FRAN%C3%87AIS.pdf