La idea de que los municipios que se asocien para conformar un Área Metropolitana pierden autonomía frente al municipio núcleo resulta de una mala lectura del marco normativo puesto que todos los integrantes están en condiciones de igualdad frente a la ley.

Surge recientemente en el ordenamiento territorial la idea de la creación del Área Metropolitana de Tunja, la cual entraría a ser parte de las seis Áreas Metropolitanas existentes en el país (Valledupar, Barranquilla, Bucaramanga, Cucutá, Centro Occidente y Valledupar) bajo la conformación de los municipios de Cómbita, Chivatá, Motavita, Oicatá, Chiquiza, Samaca, Siachoque, Sotaquirá, Tuta, Cucaita, Soracá, Sora, Toca, Ventaquemada y Tunja como municipio núcleo.

Pero ¿qué se entiende por área metropolitana? La Ley 1625 de 2013 la define como una “entidad administrativa de derecho público, formada por un conjunto de dos o más municipios integrados alrededor de un municipio núcleo, vinculados entre sí por dinámicas e interrelaciones territoriales, ambientales, económicas, sociales, demográficas, culturales y tecnológicas que para la programación y coordinación de su desarrollo sustentable, desarrollo humano, ordenamiento territorial y racional prestación de servicios públicos requieren una administración coordinada”.

Para el economista y planificador regional, Sergio Bustamante, experto en Desarrollo Territorial, “El Área Metropolitana como fenómeno territorial, alude al proceso de aglomeración urbana que se genera en torno a una ciudad (o municipio) que, al expandirse, integra otros centros urbanos que se encuentran en su periferia, fenómeno conocido como conurbación”, el cual “busca el desarrollo armónico del territorio a través de la planificación, la gestión integrada y el ejercicio de varias autoridades (planeación, ambiental, movilidad, etc.)” desde la institucionalidad metropolitana como respuesta al fenómeno descrito.

En este sentido, si bien el área metropolitana de Tunja no ha sido legalmente constituida, su existencia de facto la define como una aglomeración urbana. Según el estudio de Misión para el fortalecimiento del sistema de Ciudades de Colombia del Departamento Nacional de Planeación (DNP) “Las aglomeraciones urbanas están conformadas por conjuntos de ciudades de tamaños muy disimiles organizados en conjuntos muy diversos” entre ellas, las ciudades centrales las cuales poseen más de 100.000 habitantes y alrededor de la cual surge una o más ciudades menores con las cuales mantienen intercambios cotidianos de población laboral, como es el caso de Tunja y la aglomeración urbana conformada por los municipios de Chivatá, Cómbita, Motavita, Oicatá.

No obstante diferentes inquietudes surgen al respecto, una de ellas, la relacionada con la conurbación y su exigibilidad para poder conformar el Área Metropolita, puesto que en palabras del Alcalde de Tunja, Pablo Emilio Cepeda Novoa en el foro 'Área Metropolitana de Tunja', a diferencia de las demás áreas metropolitanas la conurbación no es una característica que esté presente en el territorio. Así, si bien el DNP reconoce la existencia de una aglomeración urbana entre 4 de los 15 municipios que conformarían esta área metropolitana, los demás no hacen parte de esta dinámica. Sin embargo, “si se da o se insinúa el fenómeno territorial de la conurbación no sólo tiene sentido sino que es pertinente avanzar en el proceso de constitución de un Área Metropolitana” afirmó Bustamante.

Por lo cual, una vez resuelto ello, lo cierto es que la creación de un área metropolitana en el departamento, le dará visibilidad ante el Gobierno Nacional y traerá beneficios comunes para los municipios que la conformen. En palabras de Sergio Bustamante:

“Cuando varios municipios deciden asociarse y conformar una Área Metropolitana se entiende que buscan desarrollar un mecanismo que les permitan enfrentar problemas que se generan como consecuencia del fenómeno de la conurbación y que desbordan sus capacidades individuales. De este tipo son los problemas de movilidad, ambientales, de usos del suelo, de gestión del riesgo, de disposición de residuos, etc.

Por ahora es solo una iniciativa que deberá ser discutida con los alcaldes y el presidente de la Asociación de Áreas Metropolitanas con el propósito de crear una agenda común que le apueste al desarrollo regional. Y aunque, si bien, para Bustamante “en general todas son muy débiles, enfrentan conflictos competenciales y carecen de los recursos necesarios para encarar los grandes problemas que se generan en el proceso de metropolización”, lo aconsejable es compartir las experiencias y lecciones aprendidas de las demás áreas metropolitanas que gozan de reconocimiento por sus experiencias en materia de planificación como es el caso de la del Valle de Aburrá o Bucaramanga.