En el programa Observatorio de Gobierno Urbano del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional, los profesores Diana Gómez y Miguel Silva coincidieron en señalar que en Colombia todavía no se puede hablar de ciudades inteligentes, aunque destacaron las iniciativas innovadoras que han desarrollado territorios como Medellín y Bogotá.

Para el profesor Miguel Silva, politólogo con estudios de maestría en Gobierno y Políticas Públicas, Colombia está lejos del arquetipo de una ciudad inteligente porque sigue estando rezagada en capacidades científico-tecnológicas que han servido para que otras sociedades en el mundo puedan gestionar mejor sus problemas públicos.

En este sentido, el profesor Silva explicó que en el país hay dos elementos que impiden usar este concepto: Por un lado, se ha confundido, sobre todo en las autoridades gubernamentales, el asunto de la investigación científica con la innovación en el sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).

“Nos limitamos a diseñar algunas pocas tecnologías pero el desarrollo científico es muy precario, sin desconocer los avances que algunos grupos de investigación han liderado. Si lo ponemos en un contexto global, Colombia no hace parte de estos grandes centros de desarrollo científico tecnológico”, dijo el politólogo. 

Por otro lado, señaló, hay incapacidad de tomar esa tecnología y transformarla en soluciones de gobierno para resolver problemas públicos. “Algunos intentos se han hecho en Medellín sin mayor impacto, que serían los laboratorios de innovación que se han venido implementando, pero en sentido estricto hay todavía una distancia muy grande entre las tecnologías disponibles en la sociedad y cómo los gobiernos la utilizan para resolver esos problemas públicos”, insistió.

No obstante, Bogotá se encuentra en la lista de ciudades inteligentes, según el estudio ‘Smart City Playbook’, realizado por la Consultora Machina Research y encargado por Nokia en 2016, al igual que Medellín, que según el Banco Interamericano de Desarrollo ha sido reconocida como la ciudad más innovadora en 2013 (reconocimiento otorgado por Wall Street Journal, City Group y Urban Land Institute).

A pesar de lo anterior, la profesora Diana Gómez, Doctora en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, también señaló que en el país no hay ciudades inteligentes en gran medida porque eso depende del enfoque en el que se analice y el concepto que se tenga de ciudad inteligente.

Para ella, lo que hay es iniciativas que en algunos casos han sido exitosos y en otros no. “Medellín llama la atención desde el exterior por ciertas iniciativas que ha tenido y que la diferencian de otras ciudades de América Latina, sin embargo, sabemos de la problemática de ciudades como esta y como Bogotá tan complejas desde el punto de vista social y económico”, manifestó.

La profesora Gómez reiteró que lo importante es que se dé la dimensión que realmente tiene el término de ciudades inteligentes en cuanto a que implica una serie de elementos que va más allá del desarrollo en ciencia y tecnología, que tiene que ver con el capital social y la sostenibilidad. “Uno podría decir que ciudades inteligentes debería ser sinónimo de ciudades verdes”, aseguró.

Problemas públicos

El profesor Miguel Silva afirmó que una ciudad inteligente planteada en términos de gobierno público es aquella capaz de innovar frente a la solución de los problemas públicos, profundizando en el conocimiento y el análisis de su territorio.

“Un gobierno de una ciudad inteligente no debe hacer la última lectura del problema sino establecer mecanismos de monitoreo y así poder formular respuestas que no van a ser definitivas sino que deberán tener la capacidad de reinventarse y renovarse permanentemente porque las ciudades no son estáticas”, indicó.

Por esto, el politólogo advirtió que es responsabilidad de los gobiernos urbanos estar más enfocados en los problemas públicos y menos en los problemas políticos. “Para muchos de los alcaldes del país el monitoreo de los problemas públicos resulta ser inútil porque lo que necesitan son soluciones rápidas que puedan mostrar en titulares de prensa y que puedan capitalizar políticamente”, argumentó.

Finalmente, la profesora Diana Gómez manifestó que aunque hay visiones distintas, “en la medida en que seamos mucho más integrales en términos de desarrollo humano estamos realmente hablando de ciudades inteligentes”.