El paro de taxistas indefinido que empezó este lunes 23 de octubre trae consigo un problema de fondo que no se ha podido solucionar en Colombia: la regulación de las aplicaciones móviles como Uber y Cabify. A esto se sumó la reciente firma del Decreto 568 de 2017 por parte de la Alcaldía de Bogotá, mediante el cual se establecen las tarifas de taxis y la implementación de la nueva plataforma tecnológica que reemplazará al taxímetro.

De acuerdo con la convocatoria a este paro, los taxistas exigen que no haya más “ilegalidad en el transporte”; que se derogue el Decreto 456 de 2017, por medio del cual la Alcaldía obliga a los taxistas a implementar el uso de plataformas tecnológicas para reportar la información del servicio, y que el Ministerio de Transporte presente un proyecto de ley al Congreso de la República “para crear sanciones ejemplares contra la ilegalidad”.

Para el experto en movilidad Fernando Rojas, esta protesta tiene mucho que ver con lo que los taxistas han llamado “competencia desleal”, pues el Decreto 568 de 2017 “no solo modifica el funcionamiento de los taxímetros y los obliga a comprar unas plataformas y unas tabletas, sino que también establece que el cálculo se va a hacer a través de una aplicación y ellos sienten que no hay información, que no les están dando tiempo suficiente y aseguran no tener plata para comprar ese tipo de tecnología”.

Precisamente, los taxistas han rechazado el uso de tabletas para liquidar las tarifas asegurando que “son unas lápidas para los conductores”. Esto por cuanto la seguridad ha sido uno de los aspectos que más preocupan al gremio y que ha hecho que los conductores eviten ir a ciertos sectores de la ciudad, prestando un servicio con cobertura parcial.

No obstante, el uso de plataformas tecnológicas para pagar este servicio es bien recibido por la ciudadanía. En este sentido, el director del Observatorio de Logística, Movilidad y Territorio del CID de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), profesor José Stalin Rojas, explicó que el principal cambio del taxímetro mecánico a una plataforma digital está en la “confiabilidad”. Bien vale la pena recordar que la alteración en las unidades de taxímetros ha sido ampliamente denunciada por los usuarios y los controles por parte de las autoridades no han sido suficientes para solucionar este problema.

“Las plataformas tecnológicas también pueden tener vulnerabilidades y estas tienen que ver con la cobertura de la señal”, resaltó.

En cuanto a las tarifas, Fernando Rojas afirmó que los usuarios se van a ver afectados puesto que, según el Decreto 568 de 2017, “a medida que haya trancón el pasajero va a tener que pagarle una especie de bonificación al taxista; y si es en un carro de alta gama, se tendría que pagar otra bonificación, entonces hay que pagar un incremento en el valor del automóvil lo que puede llevar a que mucha gente termine usando Uber o UberX”.

Y es que según este Decreto, las tarifas quedarán establecidas de la siguiente manera: 

• Costo por kilómetro $881

• Carrera mínima $4.400

• Banderazo en $2.500  

• Recargo nocturno (de las 20:00 a las 05:00), dominical y/o festivo $2.100

• Recargo hacia y desde el aeropuerto o Puente aéreo $4.400

• Servicio puerta a puerta $800

También habrá tarifas diferenciadas para una flota más moderna denominada ‘con factor de calidad’, que podrá incrementar el cobro en 13 %. Estos son vehículos de gama media-alta que tienen algunas especificaciones obligatorias como frenos ABS, air bags frontales y apoyacabezas, entre otras, explicó la Alcaldía de Bogotá en un comunicado.

Para estos vehículos, las tarifas estarán determinadas así:

• Costo por kilómetro $998

• Carrera mínima $5.000

• Banderazo en $2.800

• Recargo nocturno, dominical y/o festivo $2.400

• Recargo hacia y desde el aeropuerto o Puente aéreo $5.000

• Servicio puerta a puerta $900.

A pesar de lo anterior, Rojas manifestó que “el problema es más de fondo porque este decreto no resuelve las condiciones laborales en la que trabajan los taxistas, que en buena medida es la razón de la mala calidad del servicio, y tampoco obliga a los dueños de las empresas a asumir una responsabilidad frente a la prestación del servicio”.

Lo cierto es que el gremio de taxistas afirmó que continuará en paro, mientras avanza el desmonte de los taxímetros, para el cual los conductores tendrán plazo hasta el 28 de febrero de 2018, ya que según la Alcaldía de Bogotá, a partir del primero de marzo empezarán a efectuarse las sanciones correspondientes.