El pasado 21 de octubre se llevó a cabo el evento “Finanzas del clima Colombia 2016”, organizado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en su tercera versión.

En este evento se dieron cita más de 200 personas del gobierno, el sector empresarial, el sector financiero, representantes de la academia y la sociedad civil, con el fin de discutir las inversiones requeridas y los planes a seguir para que Colombia pueda cumplir con los compromisos firmados en el Acuerdo de París.

Con este Acuerdo, Colombia se fijó como meta en materia de cambio climático reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) proyectadas para el 2030 en un 20%. Sin embargo, el director del DNP Simón Gaviria, sostuvo durante el evento que esta meta requiere inversiones del orden de 56 billones de pesos en los próximos 14 años, los cuales deben venir según sus cálculos en un 62% del sector privado y un 38% del sector público.

De acuerdo con Bejarano, Decano de economía de la Universidad Nacional, las contribuciones del sector privado deben ser especialmente revisadas, ya que pretender que las empresas realicen una reconversión tecnológica o que tomen medidas correctivas ante un proceso contaminante, puede traer consigo altos costos que impactan sus balances y se traduciría en pérdida de competitividad.

Sin embargo, lo anterior no quiere decir que no se deban impulsar estos cambios, el profesor Bejarano sostiene que así como es cierto que los temas ambientales van a implicar inversiones y costos importantes para las empresas, también se convertirán en factores dinamizadores de la economía, lo importante es generar los incentivos y la regulación adecuada.

Según el DNP Colombia ha venido invirtiendo 1.1 billones de pesos anuales en la lucha contra el cambio climático, por medio de recursos del Presupuesto General de la Nación. Aunque se estima que esto puede significar el 0.16% del PIB y 0.5% del presupuesto nacional, los cálculos apuntan a que la cifra debe aumentar a 3.1 billones anuales para cumplir los objetivos del acuerdo.

Según Edgar Bejarano, el Estado enfrentará serios problemas para cumplir con estas inversiones, primero porque atraviesa una difícil situación fiscal, pero además, porque enfrenta actualmente varios compromisos inmediatos y de gran importancia, como el posconflicto, el desarrollo de las regiones y la lucha contra la pobreza, lo que compromete una parte considerable de sus recursos.

A estas inversiones se suma el apoyo de la cooperación internacional quienes entregaron 567 mil millones de pesos entre 2010 y 2014 para que Colombia aumente su compromiso en reducción de GEI al 30% en 2030.

Finalmente, todos estos recursos deben ir acompañados del principio de eficacia del gasto. Para el profesor Bejarano, no se trata tanto de la cantidad de los recursos, sino de la calidad del gasto y el impacto que genera. Esto es especialmente importante, ya que si bien la sociedad y la comunidad internacional se han mostrado adepta a la lucha contra el cambio climático, no todo el mundo valora con igual ponderación la necesidad de intervenir de inmediato en este aspecto.