La pandemia impactó profundamente a niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el país. Si bien no es una población en alto riesgo de contagio, la crisis sanitaria ha afectado su proceso educativo, su salud física y emocional, y su estado de nutrición. Ha aumentado su exposición a todo tipo de violencia y ha mermado el disfrute de sus expresiones ciudadanas, entre otras.