Profundizar en la relación entre lo urbano y los sistemas ecológicos es una necesidad cada vez más apremiante pensando en el futuro de las ciudades, más aún cuando se estima que la concentración urbana de la población en América Latina en 2030 alcanzará el 80 %. Hoy las aglomeraciones urbanas se enfrentan a situaciones desafiantes como la adaptación al cambio climático, la provisión de servicios básicos, la seguridad alimentaria y la gestión de sus residuos, entre otros.

El concepto de servicios ecosistémicos urbanos (SEU) surge en el siglo XXI y hace referencia a los beneficios que produce la naturaleza en espacios ubicados dentro de los entornos urbanos, para garantizar la calidad de vida de la población. De acuerdo con un documento del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS), “la ausencia o el deterioro de estos SEU se traduce en pérdida de sostenibilidad de los centros urbanos y en una menor resiliencia frente al cambio climático”.

La investigación titulada “Servicios Ecosistémicos Urbanos en Latinoamérica. Oportunidades para el desarrollo urbano sostenible, la acción climática y la gestión de la biodiversidad urbana”, pretende reflexionar sobre la situación de la región frente a sus SEU, reconociendo que, ante el acelerado crecimiento de las ciudades y su complejidad, es necesario fortalecer dichos servicios para suplir necesidades como la calidad del aire o el suministro de agua en los entornos urbanos.

De acuerdo con el profesor Germán Andrade, biólogo y miembro del Centro para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los servicios ecosistémicos pueden proveerse a través de un abanico de instrumentos, tales como: 1. Las áreas silvestres, en muchos casos protegidas, que existen dentro o en proximidad a las ciudades, como los cerros orientales de Bogotá o la Reserva Tomas Van der Hammen. 2. Áreas verdes dentro de la ciudad como parques, avenidas con arbolados o pequeños humedales urbanos. 3. Estructuras construidas como techos y muros verdes o antejardines.

“En estas tres posibilidades existen servicios como la provisión de aire, agua o algún material que se extrae, de recreación y servicios culturales; de disminución de ruido y filtración de contaminantes, y hasta de mantener algunas especies de fauna y flora”, aseguró Andrade.

Gestión de ecosistemas urbanos

La existencia de estos espacios verdes en la ciudad no garantiza la provisión de SEU. Se requiere de una eficiente gestión por parte del nivel más alto de gobierno sobre el territorio: la Alcaldía. Según el investigador y profesor de la Universidad de los Andes, uno de los principales errores ha sido responsabilizar únicamente al sector ambiental de la gestión de los ecosistemas cuando es un tema de desarrollo y calidad de vida.

“La gestión es la primer decisión a la hora de planificar un territorio urbano, si no hay una planificación urbana basada en los ecosistemas, nos encontramos con una ciudad menos desarrollada, conurbada, sin espacios libres y verdes”, dijo Andrade.

Una serie de barreras ha impedido la incorporación de la gestión de los SEU en la planificación urbana. Para el académico, estos obstáculos tienen que ver con la visión de que los ecosistemas urbanos son un asunto sectorial que solo corresponde a unas pocas instituciones, con fallas en la implementación y discontinuidad de las políticas públicas.

El documento CODS presenta una serie de recomendaciones para afianzar el conocimiento y la aplicación a la gestión de los servicios ecosistémicos urbanos, entre las que se destacan conocer las relaciones entre los cambios ecosistémicos y el suministro de SEU en los diferentes patrones de urbanización existentes de la región e incorporar la gestión de los SEU como una forma de generar calidad de vida en los asentamientos urbanos.

Igualmente, el texto sugiere abordar estudios que relacionen dinámicas de cambio de los SEU y la sostenibilidad urbana; conocer a nivel de la región cómo los marcos legales de la planificación urbana afectan o permiten la existencia e incorporación de los SEU en las políticas urbanas; incorporar los SEU en las preferencias del mercado inmobiliario de las ciudades latinoamericanas y entender mejor, mediante estudios comparativos, la relación entre los SEU, la vulnerabilidad al cambio climático y el manejo del riesgo en las ciudades latinoamericanas.