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Retos y problemas ambientales del Área Metropolitana de Valledupar

Publicado el Lunes, 19 Abril 2021, en Área Metropolitana de Valledupar, Divulgación académica, Destacados

El Plan Integral de Desarrollo Metropolitano (PIDM) del Área Metropolitana de Valledupar define que las acciones a tomar para contrarrestar los efectos negativos causados por la actividad humana en el medio ambiente van perfilados a la actividad de transporte, generación y disposición de residuos sólidos, habitabilidad en zonas de alto riesgo y consumo de agua potable.

Valledupar / Río Guatapurí

 

Por: Julio Suárez
Consultor en temas jurídico ambientales, mineros, territoriales y urbanísticos. Abogado. Especialista y Magister en Derecho Ambiental, Urbano y Territorial.

El Área Metropolitana de Valledupar (AMV) es una de las pocas figuras administrativas del país que no presenta esa gran problemática poblacional ambiental que tienen el resto de sus similares. Esto debido a que el espacio geográfico entre los distintos municipios que la conforman es considerablemente distante.

El AMV ocupa buena parte del territorio del departamento del Cesar, por lo tanto, sus retos ambientales en comparación con las demás áreas metropolitana del país son en lo rural y no lo urbano. Así lo deja ver el Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial (PEMOT) de esta célula administrativa, además de la realidad palpable en cada uno de los entes que la conforman. No hay industrias, por lo tanto, el ambiente en este sector está poco hostigado por la generación de gases de efecto invernadero (GEI).

Se desprende del Plan Integral de Desarrollo Metropolitano (PIDM) que las acciones a tomar para contrarrestar los efectos negativos causados por la actividad humana van perfilados a la actividad de transporte, generación y disposición de residuos sólidos, habitabilidad en zonas de alto riesgo y consumo de agua potable.

El departamento del Cesar está conformado por tres unidades morfoestructurales; la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía de los Motilones o de Perijá y la cuenca de sedimentación de los ríos Magdalena y Cesar (Estudio general de suelos y zonificación de tierras). El AMV se encuentra en medio de dos macizos montañosos, de los cuales nacen los ríos que surten de agua a los municipios que la conforman. Estos ríos padecen por la actividad antrópica, dado que se han deforestado sus cuencas, lo que ha conllevado a que pierdan caudal de manera considerable y pongan en riesgo la pervivencia en los cascos urbanos. 

Valledupar es el municipio núcleo y su acueducto se surte de las aguas del río Guatapurí, el cual nace en la Sierra Nevada de Santa Marta. De este sistema de distribución de agua potable se genera en épocas de verano un contrabando técnico, puesto que es llevado en distintos medios de transporte a los municipios del área metropolitana y a otros que no hacen parte de ella (Bosconia, Pueblo Bello, El Paso, el Difícil, entre otros). Por tal motivo se ha venido gestando por diferentes administraciones municipales, departamentales y nacionales, la construcción de un reservorio que sea capaz de acumular agua para toda el AMV, muy a pesar de que cada uno de los municipios que la conforman tienen su propio acueducto alimentado por diferentes afluentes. Gran parte del territorio del municipio de Valledupar se encuentra dentro de la línea negra (delimitación del territorio ancestral de los pueblos de la SNSM, Arhuaco, Cogi, Kamkuamo y Wiwas). 

Los municipios de La Paz Robles y San Diego de Las Flores se surten del río Chiriaimo; Manaure Balcón del Cesar se surte del río Pereira; y Codazzi del río Magiriaimo. Las cuencas de estas otras vertientes también están deforestadas. En buena hora la Corporación Autónoma del Cesar (Corpocesar) realizó el Plan de Ordenamiento y Manejo de estas cuencas (POMCA) y declaró área protegida parte del macizo montañoso de la Serranía del Perijá. Uno de los principales retos para todos los entes del Estado es hacer cumplir lo definido en estos instrumentos de planificación.

La deforestación de la zona rural del AMV no es reciente, pero sí persistente a través del tiempo, lo que ha conllevado que cualquier tiempo corto de sequía amenace con desabastecer de agua a estos municipios. Además, el AMV cuenta con parte de la cuenca del río Cesar, que sufre los mismos efectos de sus tributarios. Como si fuera poco este río recibe las descargas sanitarias de la ciudad de Valledupar y del municipio de La Paz en forma directa, e indirectamente las del municipio de San Diego, lo que hace que en épocas de sequía se vea como un río muerto. 

La distancia entre estos entes administrativos dificulta la ejecución de proyectos metropolitanos, solo se comparte el relleno sanitario, en el cual todos los municipios del AMV depositan sus residuos sólidos. Este hecho alivia un poco el tema ambiental porque se evita la dispersión de basureros o rellenos sanitarios, pero permite la generación del monóxido de carbono, por los largos desplazamientos que hacen los vehículos recolectores. Dicho relleno está mal ubicado porque se encuentra al norte de la ciudad de Valledupar en las estribaciones de la SNSM.

La construcción de la sede de la Universidad Nacional de Colombia en el municipio de La Paz se constituye como un hecho de infraestructura metropolitano de gran importancia social y económica para la región, pero hoy, en vez de contribuir con alivio a la problemática ambiental, genera un sentido adverso porque sus estudiantes deben desplazarse casi que en forma individual hasta el epicentro de estudio por la falta de transporte masivo, convirtiéndose en otro reto ambiental del AMV.

Ahora bien, la existencia del ser humano se basa en la producción de elementos que le permitan suplir sus necesidades, por tal motivo los centros urbanos crecen y van cambiando la vocación del suelo, con lo cual se produce riquezas y también se aumenta la pobreza, se genera afectación ambiental y aumentan las exigencias a los entes estatales para poder cumplir con lo normado en la Constitución Política. En ese sentido el AMV elaboró su PIDM de forma ambiciosa.

Muy a pesar de que los entes pertenecientes al AMV han actualizado sus instrumentos de planificación y de estar dentro de un Plan de Gestión Ambiental Regional (PGAR), no se ha podido controlar el crecimiento exponencial de las intervenciones urbanas en el suelo rural (casas de campo, parcelación ilegal). Estas acciones han incrementado la afectación al territorio y por ende a los elementos ambientales que allí habitan, así como también al subsuelo del cual se está haciendo mal uso de las reservas de agua que tienen los acuíferos. No se conoce cómo funcionan los sistemas de tratamiento de aguas servidas de estas unidades urbanísticas, así como tampoco el sistema de abastecimiento de agua. Esto disminuye la capacidad de control de la autoridad ambiental.


Con relación a la problemática que genera el transporte público y privado (monóxido de carbono), no se avizora solución alguna a corto plazo, dado que el flujo de pasajeros entre estos municipios no es suficiente para hacer un cierre financiero de un megaproyecto de transporte masivo. Hoy los ciudadanos se movilizan en vehículos tipo automóvil y pequeñas busetas, los cuales están asociados en forma de cooperativa. Lo anterior por la falta de industria y otras formas de generación de empleos en el municipio núcleo y en los demás.

Por otro lado, se habla de una problemática ambiental generada por la ganadería expansiva, pero no está realmente documentada y probada. Lo cierto es que la problemática ambiental del suelo rural en el área AMV es causada por la deforestación y de esta se desprenden otras afectaciones.

No podemos desconocer que el crecimiento poblacional que se ha dado en las últimas dos décadas también genera impactos negativos al ambiente y aumenta el consumo de recursos naturales renovables y no renovables, lo que conlleva a que se comience a implementar la generación de energías limpias (hay tres proyectos pendientes de ejecutarse en el AMV) y migrar al uso de autos eléctricos.

"Un proceso de crecimiento económico sostenido a lo largo de varios siglos plantea un problema. ¿Cómo es posible que la economía y la población mundial sigan creciendo cuando la Tierra es limitada?" (Jeffrey Sachs)

Como se ha venido reconociendo cada vez más, la economía está en el centro de todas estas cuestiones, y en ese sentido la sostenibilidad ambiental es, ante todo, un reto económico y, por ende, de la política económica. Esto se ha reconocido por lo demás en los conceptos de “economía verde” y “crecimiento verde”, impulsados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un estudio ya clásico publicado en 2011.

 

Enlaces de referencia: 

Corporación Autónoma Regional del Cesar  https://www.corpocesar.gov.co      

Sistema de Información Geográfica para la Planeación y el Ordenamiento Territorial https://sigot.igac.gov.co/es/departamentos/cesar 

Área Metropolitana de Valledupar http://www.areametrovalledupar.gov.co

 

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    Las opiniones contenidas en este artículo no expresan la posición institucional del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia.

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