Hoy después de 28 años y de 15 intentos, se aprobó un proyecto para modificar algunos artículos de este Estatuto Orgánico, con el fin de fortalecer a la ciudad con más descentralización y autonomía para los gobiernos locales. 

“Desde que se expidió el Estatuto la ciudad nunca ha logrado las capacidades políticas para hacerle los ajustes necesarios”, afirmó Octavio Fajardo Martínez, economista y docente universitario en economía urbana y planeación estratégica urbana, en el programa Observatorio de Gobierno Urbano, de Radio UNAL 98.5 FM.

Entre lo que se plantea en el proyecto de ley se encuentran medidas como modificar el número y límite de las localidades de Bogotá a través del Plan de Ordenamiento Territorial; crear un gabinete por localidad liderado por el alcalde local y conformado por los delegados de cada secretaría distrital; institucionalizar un encuentro semestral entre el Gabinete Distrital y los alcaldes locales para darle seguimiento y solución a los problemas de las localidades; aumentar los recursos anuales mínimos a las localidades, pasando del 10% al 12% del total del presupuesto distrital; modificar las Juntas Administradoras Locales; exigir los mismos requisitos de los secretarios de despacho para el nombramiento de los alcaldes locales y establecer a las alcaldías locales como principales promotoras de la participación ciudadana. 

“Me parece triste que teniendo la capacidad política de reformar el Estatuto de Bogotá se diga desde el principio que el objetivo del proyecto de ley es únicamente hacerle ajustes a las alcaldías locales y las localidades. El resto de los problemas de gobernabilidad, transparencia, cambio climático, entre otros, no están”, manifestó el profesor Fajardo. 

Para el economista llama la atención que en el proyecto de ley no se toquen temas fundamentales para la capital como el proceso de planeación distrital. “A los dos o tres años de haber sido aprobado el Estatuto ya era claro que el componente de planeación global de la ciudad era un vacío”, dijo. 

También resaltó la ausencia de temas de gobernabilidad y gobernanza, la visión regional, el fortalecimiento de la transparencia y veeduría, entre otros. “Desperdiciaron la capacidad política que tienen de reformar el Estatuto”, expresó el profesor de la Universidad Nacional de Colombia.

El profesor Paul Bromberg, exalcalde de Bogotá, consideró que aunque no es “malo” que el proyecto solo hable de la descentralización, lo problemático es que “casi todo lo planteado se podría hacer exclusivamente mediante el Concejo Distrital y el alcalde. Esta es una intromisión indebida de los representantes y mucho peor cuando se hace a nombre de la descentralización”. 

Entre esos elementos está la división de las localidades de la ciudad que puede ser modificada por iniciativa del alcalde y aprobación del Concejo.

“Si somos un país descentralizado lo primero que debería decir un proyecto de reforma del Decreto Ley 1421 es devolverle la competencia al Concejo distrital de expedir el Estatuto. Siguen (los congresistas) siendo un ruido de fondo muy complicado para gobernar la ciudad”, afirmó el profesor Octavio Fajardo.

El profesor Fajardo sostuvo que uno de los pocos aspectos positivos del proyecto de ley es el aumento de 2% del presupuesto de las alcaldías locales, aunque señaló que su reglamentación “no facilita que con eso se tomen buenas decisiones”.  

Respecto a las localidades, el profesor Octavio Fajardo indicó que  el proyecto de ley tiene una “fuente de confusiones absolutas” pues con excepción de la necesidad de revisar los límites de las localidad “no resuelve ni aporta nada que facilite esa tarea. 

En ese sentido se mostró en desacuerdo con introducir en ese proceso al Plan de Ordenamiento Territorial. “El tema de los límites territoriales no es algo que se deba agotar con la perspectiva de planeación urbanística que tiene el POT. La relación entre competencias y tamaño de las localidades locales es inevitable pero eso no tiene por qué estar asociado a las decisiones de planeación urbanística de mediano y largo plazo”, aseguró. 

Además el académico afirmó que el proyecto no aporta cómo fortalecer y mejorar la estructura administrativa de las localidades, sus capacidades humanas y técnicas, y “fuera de elevar a artículo de la ley asuntos que ya son decretos del Distrito, no dice nada de la participación comunitaria en la ciudad”. 

De acuerdo con el profesor Bromberg el proyecto de ley en general no aporta sustancialmente nada nuevo a resolver los problemas de Bogotá y por tanto “lo mejor” habría sido que no se apruebe. 

El texto del proyecto de reforma del Estatuto Orgánico de Bogotá pasará a conciliación y posteriormente a sanción del Presidente de la República.