El objetivo de libro es presentar una caracterización de los proyectos a partir del uso de herramientas basadas en el medio ambiente, el patrimonio artificial y natural. La idea es mostrar formas de hacer intervenciones urbanas amables con la naturaleza.

Para la investigadora, el libro busca demostrar que el diseño debe y puede ser elaborado a partir de la creación de un ambiente sano, donde el factor climático tenga un papel central. “Los seres humanos necesitamos tener confort para poder disfrutar de la ciudad, convivir con nuestros semejantes y que los niños aprendan a ser buenos ciudadanos de una forma lúdica. Para ello, el diseñador, el constructor, el administrador y el usuario de la ciudad, deben tener conciencia del valor de los recursos naturales, para que no sean destruidos sino tenidos en cuenta en los distintos proyectos” aseguró Herrera.

 De acuerdo con la sinopsis de la publicación nuestras ciudades, interesadas solo en la rentabilidad del suelo, producen arquitectura, pero desconocen la utilidad de concebir proyectos urbanos con una buena planificación de las áreas públicas basada en el respeto por los valores culturales y ambientales.

 La profesora concluyó diciendo que las 26 obras analizadas muestran cómo el medio ambiente es un elemento básico y una variable indispensable, tanto en los proyectos de espacio público como en los privados, para garantizar condiciones de vida e interacción mejores.