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Los retos del nuevo gobierno en materia de vivienda

Publicado el Jueves, 22 Marzo 2018, en Divulgación académica

Estos desafíos están relacionados con la vivienda formal, el trato a los asentamientos informales, vivienda rural y una Política General de Ordenamiento Territorial.

Bogotá - Ciudad Bolívar - Flickr - Wolfgang Sterneck

 

Según la Doctora en Estudios Urbanos y Ambientales y profesora del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), Yency Contreras, el nuevo gobierno tiene al menos cuatro retos principales en materia de vivienda que en estricto sentido no son problemas de número de unidades habitacionales o de habilitación de mayores cantidades de suelo urbanizable para enfrentar el déficit de vivienda.

Colombia requiere de 3 mil unidades de vivienda anualmente para superar el déficit habitacional.

En consecuencia, se trata fundamentalmente de retos en materia de ordenamiento del territorio que construya un hábitat integral (accesibilidad, espacio público y equipamientos) y que involucre los actores del gobierno nacional, pero sobre todo al conjunto de actores en todos los niveles territoriales.

  1. 1. Política General de Ordenamiento Territorial

Es fundamental avanzar en la definición de una Política General de Ordenamiento Territorial en el país, construida de manera participativa que soporte y articule los procesos de planeación y gestión en todo el territorio y de política a nivel sectorial bajo una visión regional.  (Lea también: “Hoy la vivienda no es una política social, es una política económica”)

  1. 2. Vivienda formal

El acceso a vivienda formal es importante para el mejoramiento de la calidad de vida de la población. No obstante, el reto es pensar más allá de la vivienda nueva (vivienda en arriendo, por ejemplo).

La construcción es un sector muy importante para la economía nacional. Sin embargo, debe ser así también para las entidades territoriales en sus procesos de planeación y gestión de bienes públicos.

Las decisiones en materia de vivienda deben involucrar acciones e intervenciones que mejoren el hábitat de los ciudadanos (servicios públicos, equipamientos, espacio público, movilidad-accesibilidad, empleo, etc.) y que permitan la consolidación de territorios sostenibles en términos no solo ambientales, sino sociales, económicos, culturales, políticos, entre otros.

La ciudad y los ciudadanos deben tener vida, no solo una solución de vivienda. El fortalecimiento del rol de las ciudades intermedias es una necesidad. (Consulte aquí el libro: Estado de la vivienda y del espacio público en el municipio de Chía)

  1. 3. Asentamientos informales

Es necesario volver la mirada sobre aquellos sectores de la ciudad que tuvieron origen informal, ya que hacen parte de la ciudad ya construida que merece especial atención en el país. Hoy esa población sigue requiriendo acceso a la ciudad y sus beneficios para el ejercicio de su ciudadanía, ya que los instrumentos se han concentrado en la ciudad formal y las áreas sin desarrollar.

Los programas de mejoramiento requieren atención como prioridad de la política urbana, pero con instrumentos y mecanismos de planeación y gestión que modifiquen las condiciones de dichas familias, especialmente las que se encuentran en riesgo y en zonas con altos valores ambientales.

  1. 4. Vivienda rural

Es determinante entender las lógicas de la ruralidad y de sus relaciones con las áreas urbanizadas para planear y gestionar el territorio y el de sus habitantes, en el entendido que la solución a los problemas de vivienda rural no es generar prestación de servicios y estructuras de configuración urbana.

  • Escrito por Yency Contreras, profesora del IEU

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