La concejal Andrea Padilla, PhD en Derecho de la Universidad de los Andes, explicó que la iniciativa “Zoópolis. Propuesta para incluir a los animales no humanos en el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá – 2022-2035” busca tener en cuenta a los animales no humanos, tanto domésticos como silvestres, en la planeación de la ciudad, “en el entendido de que los animales también son habitantes del territorio, tienen el mismo derecho a ocupar la ciudad en condiciones de seguridad y bienestar, y a que la planeación, el diseño y la definición de los usos del suelo tengan en cuenta sus necesidades”. 

Para Harvey Lozano Márquez, profesor asociado en la Clínica para la Reproducción Animal de la Universidad Nacional de Colombia, “que los animales puedan tener un manejo adecuado y respetuoso es fundamental”, por esto, “en el POT debe estar incluido el respeto por los animales, el buen manejo y la buena tenencia”. 

Padilla señaló que el momento por el que vive la humanidad en términos medioambientales “implica un cambio profundo de mentalidad, no solo de los gobiernos y quienes toman las decisiones, sino de la ciudadanía”. 

“Este POT debe ser muy progresista y sintonizado con la agenda ambiental que da la pauta a las decisiones políticas de fondo”, aseguró. “Tiene que lograr un equilibrio entre las necesidades crecientes de la población humana y el cambio de paradigma que ha preponderado hasta el momento y que nos ha llevado a un momento de riesgo inminente para la supervivencia de la vida en el planeta”, añadió la concejal.  

Entre las acciones concretas que se plantean están promover la creación de corredores ecológicos rurales, urbanos y mixtos que faciliten la comunicación e interacción de animales silvestres; adecuar albergues transitorios en las localidades para animales rescatados; y ubicar las luminarias públicas teniendo en cuenta la no afectación de las aves. 

La concejal considera que el POT debe estar sintonizado con el Plan de Desarrollo “que plantea un paradigma de crecimiento verde, salvaguarda la vida de los humedales con restricción al endurecimiento de los suelos, adecua la franja de amortiguación de los cerros orientales, plantea la recuperación del río Bogotá, entre otros”. 

“Buscamos una ciudad pensada para los animales, en aras de mejorar sus condiciones de vida, disminuir la situaciones de riesgo de daño e incorporarlos con mayores condiciones de seguridad y bienestar”, señaló. 

Por su parte, el profesor Harvey Lozano Márquez indicó que es responsabilidad de la academia generar campañas educativas para las personas tenedoras o miembros familiares de animales de compañía sobre la reproducción segura, la alimentación y planes sanitarios adecuados por el bien del animal y del entorno familiar que lo recibe. 

En ese sentido afirmó que la reproducción animal asistida en caninos y felinos es necesaria y que bien hecha es parte de la realidad de la ciudad. “A través de esto podemos minimizar el impacto del riesgo de enfermedades que pueden llegar a afectar a los animales y a los humanos”, puntualizó.