El investigador Carlos Alberto Patiño, director del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional, sostiene que el control territorial por parte de grupos armados ilegales en grandes ciudades se ha convertido en uno de los problemas más complejos para la seguridad en Colombia y América Latina.

El aumento de la extorsión, según el investigador, es una de las manifestaciones más claras del fenómeno. Patiño afirma que “hay una especie de persistencia en la debilidad de los Estados en América Latina. Son muy débiles y no han logrado establecer control sobre todo su territorio“.

Acerca de las nuevas formas de inseguridad en las ciudades, el director del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional argumenta que “normalmente creemos que se trata del robo de un celular y el asesinato de una persona, que son crímenes y son horrorosos, pero son asuntos mucho más complejos, en el sentido de que el Estado no tiene la capacidad de garantizar que los ciudadanos no sean sometidos al control territorial de grupos armados ilegales. Esto es mucho más complejo que fenómenos de insurgencia como el que Colombia trata de solucionar“.

Es en ese escenario donde Patiño considera que “aparece un fenómeno que es muy importante y es el de la extorsión, que es quizás tanto o más importante que el narcotráfico el día de hoy” y explica que esta actividad ilegal permite a las bandas tener capacidad de control territorial, con ingresos inmediatos en moneda local, sin la necesidad de ‘lavado’.

Con motivo del lanzamiento del libro ‘Forma y política de lo urbano: La ciudad como idea, espacio y representación’, el investigador afirma que “hasta ahora este fenómeno (del control territorial ilegal en las grandes ciudades) ha sido subestimado”, argumentando que el Estado debe tomar medidas más radicales al respecto, dado que en “algunas de las grandes ciudades hay más de 320 bandas“.

Así mismo, Patiño sostiene que en algunas ciudades el Estado no controla la mitad del territorio, dejando abierta la posibilidad de que la criminalidad crezca en los espacios sin presencia estatal.

“Hay ciudades en las que el Estado tiene un control que no supera el 30 o 40% de la ciudad. Hay muchas ciudades del país donde el Estado no tiene una capacidad real de establecer mecanismos de control sobre la vida comercial y la seguridad de los barrios“, precisa Patiño.

A lo anterior agrega que “en el caso de Medellín, el 90% de los locales comerciales están extorsionados. Eso mismo sucede en varios lugares del país, donde las estadísticas de extorsión son de 70, 80 y 90%“.

Como causa del fenómeno de la ilegalidad en las ciudades, el investigador Carlos Alberto Patiño explica que muchos centros urbanos crecieron de manera rápida e informal, de manera asimétrica frente al crecimiento de la institucionalidad estatal.

“Las ciudades crecieron fuertemente en los últimos 50 años sobre un marco de informalidad, sin una presencia fuerte del Estado, sin que el Estado pudiera formalizar servicios públicos, domiciliarios o como la seguridad. En esa medida la paz territorial puede fracasar porque no se están viendo los fenómenos reales“, sostiene el investigador.