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“Escenarios difíciles les esperan a los gobiernos locales y sus economías, tras la Covid 19” señaló Omar Oróstegui.

Publicado el Viernes, 06 Mayo 2022, en Divulgación académica, Destacados

La pandemia de la Covid 19 y las medidas de confinamiento transformaron las actividades de las ciudades. Por ello, el IEU, dialogó con Omar Orostegui Restrepo, director de Futuros Urbanos, quien analizó estos cambios en su libro ‘La nueva anormalidad’

“Escenarios difíciles les esperan a los gobiernos locales y sus economías, tras la Covid 19” señaló Omar Oróstegui.

Tras dos años de pandemia, el teletrabajo fue uno de los temas que más avanzó en las ciudades. ¿En su estudio qué hallazgos encontró frente a la relación de teletrabajo y desarrollo urbano?

En un mundo mediado por lo digital, la distancia es lo de menos, hecho que quedó demostrado por las medidas de distanciamiento social y la capacidad de adaptación de las personas y el comercio durante los momentos más difíciles de la Covid-19, gracias a las posibilidades que ofrecieron las nuevas tecnologías y el trabajo remoto desde la comodidad de la casa.

El teletrabajo o trabajo remoto creará nuevos hábitos y estándares laborales para quienes decidan trabajar desde casa. Este tipo de trabajador requerirá espacios adecuados con mejor mobiliario y accesibilidad a mayores recursos tecnológicos. Habrá una nueva demanda en la finca raíz por espacios que incorporen áreas para oficina en casa. Para las ciudades esto traerá beneficios al mejorar la movilidad, el consumo de energía y la contaminación.

Se demandarán construcciones con ventanas que permitan la circulación de aire, la entrada de luz de manera natural y sistemas modernos de ventilación y calefacción para reducir la recirculación de virus y microbios que se propagan cuando hay condiciones de humedad. Muchas edificaciones ampliarán la cobertura verde y el arbolado para enfriar edificios de manera natural y para que los empleados tengan más espacios de descanso y conexión con la naturaleza.

Es claro que la Covid-19 terminó acelerando muchos cambios en el mercado laboral que las tendencias ya evidenciaban. La transición hacia nuevas tecnologías y la innovación; el aumento del teletrabajo o trabajo remoto; la demanda de nuevos perfiles laborales con capacidad de respuesta a la incertidumbre; la actualización de la oferta de programas de formación y capacitación en nuevos campos del conocimiento y los cambios en las estructuras de las empresas y sus procesos de gestión de personal. Incluyendo las nuevas obligaciones en seguridad laboral y riesgos profesionales, son temas que entrarán con fuerza en la agenda laboral durante los próximos años.

El uso de la tecnología fue fundamental para mantener vivas algunas actividades económicas, educativas y sociales durante la pandemia. ¿Cómo afrontaron los centros urbanos estos cambios y qué enseñanzas quedaron?

Es evidente que la Covid-19 aceleró la transición hacia el mundo digital. El teletrabajo, el comercio en línea, la digitalización de inventarios, la realidad virtual, la telemedicina, las conferencias en línea y la educación remota son procesos que se fortalecieron en esta pandemia y que difícilmente van a retornar a su estado original. Por el contrario, será un catalizador para que más personas que no eran nativos digitales migren hacia nuevas tecnologías. La masificación de las tecnologías también abrió la posibilidad del surgimiento de amenazas cibernéticas a la seguridad y privacidad de las personas. 

Las estafas por internet serán cada vez más frecuentes y avanzadas, así como los robos de identidad, el acecho, el uso indebido de información, el intercambio de contenidos ilegales y la manipulación conductual, actividades propias de los ciberdelincuentes. La dependencia a los avances tecnológicos será más notoria en las generaciones poscovid, quienes van a desarrollar más comportamientos y hábitos mediados por la interacción digital. Sus habilidades sociales y emocionales serán muy diferentes a las generaciones previas. 

Al tener acceso a demasiada información y medios digitales, manifestarán dificultades para centrar su atención y desarrollar mejor un pensamiento crítico y reflexivo, donde su capacidad creativa y de memoria estará determinada a la información disponible en la nube. Además, el hecho de estar hiperconectados a internet los hará dependientes de la tecnología y pueden correr el riesgo de aislarse mientras pasan más tiempo en las pantallas. 

Todo lo anterior va a influir en su valores y patrones identitarios. Serán las generaciones que van a liderar los grandes cambios tecnológicos, como los avances en robótica, la inteligencia artificial, la automatización de procesos y la impresión 3D a escalas inimaginables, gracias a que para ellos será muy común la tecnología digital y el internet de las cosas. Tendrán la ventaja de ser más prácticos y estar más familiarizados con el aprendizaje interactivo y colaborativo y el intercambio de conocimientos sin las barreras del idioma. 

La tecnología del futuro está más cerca que nunca y desde ya está produciendo cambios en las ciudades, el comercio, el uso de cadenas Blockchain, los procesos de aprendizaje y la masificación de dispositivos inteligentes para controlar nuestra salud.

¿Cuáles fueron los sectores que se transformaron positivamente y cuales tuvieron mayores dificultades ante los retos que puso la pandemia? 

Al igual que otras crisis económicas de la historia, ésta también traerá oportunidades de inversión en nuevas áreas: tecnología, comercio electrónico, economías de entrega, telemedicina y todo lo relacionado con los negocios verdes y la sostenibilidad ambiental. 

La necesidad de interacción entre personas, sin que medie el contacto físico, sumado al interés por aumentar la productividad laboral y empresarial, van a impulsar aún más los avances tecnológicos hacia la inteligencia artificial, la robótica, la automatización y la impresión 3D. Esta última mostró su potencial en un momento crítico de la pandemia, cuando se necesitaban suministros como protectores faciales y piezas de ventiladores para atender pacientes con deficiencias respiratorias.

Las aplicaciones de impresión 3D van a revolucionar los negocios y la dinámica económica de las ciudades con el crecimiento de pequeñas unidades de negocio para la fabricación local de artículos en 3D. Esta tendencia transformará las cadenas de suministro y la localización de tiendas de artículos.

Las ciudades se convertirán en el gran laboratorio de innovación empresarial y se ampliarán las oportunidades de inversión hacia los negocios asociados a las Smart Cities, el transporte sostenible y la economía circular.

Los contextos urbanos serán testigos de una nueva ola de inversiones para la transición energética hacia iniciativas a favor de energías renovables y el consumo eficiente de los recursos naturales. Este hecho impactará el crecimiento de sectores como el transporte, la construcción de vivienda y oficinas y hasta el mismo diseño urbano y la infraestructura pública. 

Por otro lado, las ciudades experimentarán una disminución de sus ingresos fiscales debido a la desaceleración económica y a que van a dejar de recibir impuestos por el estancamiento del desarrollo inmobiliario de oficinas y locales comerciales como resultado del teletrabajo y el crecimiento del comercio electrónico.

Este último, a su vez, va a incrementar aún más el sector de entregas de paquetes y mercancías, que fue de los pocos que no afectó la pandemia. Esta nueva realidad presionará para que las administraciones locales actualicen sus modelos tributarios y tasas impositivas para atraer inversión e incorporen a nuevos sectores susceptibles de tributación.

En estos momentos hablamos de una nueva normalidad y se espera volver a la presencialidad total ¿Las ciudades están preparadas para este reto o deberían combinar opciones y tomar elementos para mantener una alternancia y buscar una mayor productividad?

Los cambios en la estructura y localización del empleo en los próximos años traerán cambios en los perfiles laborales demandados por el mercado. Las profesiones con una alta demanda serán aquellas que brinden productos y servicios asociados a tecnología, sostenibilidad ambiental y economía del cuidado. 

Los avances tecnológicos y el internet de las cosas demandarán cada vez más profesionales con conocimientos en manejo de datos, inteligencia artificial, desarrollo de software en la nube, creación de contenido para redes sociales y marketing digital. 

Por el lado ambiental, la demanda se centrará en la economía verde y crecimiento sostenible. Crecerán los empleos asociados a energías renovables, aprovechamiento y reutilización de recursos, manejo de rellenos sanitarios, urbanismo verde y tecnología para mejorar la eficiencia en los consumos energéticos. 

En relación con la economía del cuidado, se espera que los procesos de envejecimiento de la población, sumado a una mayor conciencia por el autocuidado y el temor a enfermedades infecciosas.

¿Cuáles son los principales desafíos de las ciudades en el contexto actual ante un posible escenario de pos Covid 19?

Escenarios difíciles les esperan a los gobiernos locales y sus economías. Si bien las cuarentenas y restricciones al comercio redujeron el riesgo de contagio, provocaron dificultades económicas en los hogares y empresas, sobre todo en aquellos que vivían del día a día para generar ingresos y alguna ganancia para garantizar sus estrategias de subsistencia y cumplir con sus obligaciones financieras. Los períodos prolongados de autoaislamiento generaron una desaceleración económica y un crecimiento considerable del desempleo. 

La crisis puso a prueba la capacidad de gestión de los gobiernos y sus estrategias para la recuperación económica a través de diferentes paquetes de estímulo y el desarrollo de esquemas de protección social sin precedentes recientes. Sin embargo, las decisiones no serán ajenas a la controversia política sobre qué sectores se deben priorizar en la recuperación, en dónde se deben concentrar los esfuerzos del gobierno y las inversiones en infraestructura, política social y servicios públicos.

La crisis económica reducirá el margen de maniobra fiscal de los gobiernos locales y su capacidad de gasto; además comprometerá sus ingresos futuros y condicionará, de cierto modo, las políticas en el corto y mediano plazo. El equilibrio macroeconómico no será fácil de lograr y más en un contexto de recesión y devaluación de las monedas en las economías emergentes, con una alta carga de la deuda consecuencia de los préstamos que solicitaron antes y después de la pandemia. 

Como telón de fondo, estarán las protestas sociales, que presionarán por reformas administrativas y políticas que reduzcan la inequidad social y mejoren las condiciones del empleo. El Banco Mundial estima que la pandemia empeoró las condiciones de pobreza extrema a 88 millones de personas en el mundo durante 2020. 

Entre tanto, los gobiernos nacionales buscarán darle solución a los nuevos problemas que traerá la expansión de las nuevas tecnologías, las aplicaciones digitales y las redes sociales (monedas digitales, algoritmos y esquemas de protección de datos). Además, adelantarán reformas para regular las prácticas capitalistas y su interés por flexibilizar las regulaciones laborales, las coberturas de seguridad social y el trabajo remoto, en un contexto de transformación del mercado laboral. 

En educación, las decisiones gubernamentales enfrentarán el desafío de regular la competencia de programas académicos, acreditaciones y validación de títulos, donde la virtualidad ampliará la oferta universitaria a nivel global. 

Las reformas también se darán en el terreno de la política social y los esquemas de seguridad social y la ampliación de recursos para la vigilancia epidemiológica y los controles sanitarios. 

Por su parte, los gobiernos locales desarrollarán incentivos para dinamizar sus economías y el sector empresarial, mientras generan un clima de confianza para los inversionistas y consumidores, en medio de un ambiente lleno de incertidumbre y de disminución de ingresos fiscales y un crecimiento constante en los problemas de seguridad ciudadana. 

Las administraciones locales, a su vez, tendrán que adelantar reformas a favor de la sostenibilidad ambiental y la economía circular; desarrollar nuevos protocolos y regulaciones para los servicios de la economía colaborativa; resolver los inconvenientes en la movilidad urbana por el aumento del parque automotor, la congestión vehicular y la contaminación ambiental, por citar solo algunos ejemplos.

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    Entrevista realizada por:  Claudia Sánchez y Milton Medina

    Las opiniones contenidas en este artículo no expresan la posición institucional del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia.

    • Etiquetas: Covid, Economía, Escenarios, Gobierno, Omar, Oróstegui
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