De acuerdo con Lucía Meneses Lucumí, profesora de la Universidad Nacional de Colombia Sede de La Paz, desde los años 70 ha ocurrido un volcamiento hacia las ciudades y un abandono de los campos debido al conflicto armado, que ha llevado a reconfigurar las formas de organización del territorio y repensar las políticas públicas urbanas. 

Para Boris Duarte Caviedes, profesor y miembro del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional de Colombia, el conflicto armado ha tenido cada vez más impactos en las grandes ciudades, dado que "en el marco de los ajustes a sus estrategias y tácticas, los grupos armados han tratado de llevar el conflicto a las ciudades, ocasionando importantes consecuencias no solamente por factores como el desplazamiento sino porque hemos visto cada vez más actos de guerra en estos territorios", dijo.  

Sin embargo, en los acuerdos de paz con las Farc el tema de lo urbano no se menciona. "Hay una centralidad para el desarrollo rural pero poco se habla del desarrollo urbano, no obstante las ciudades resultan fundamentales para la implementación de los acuerdos", afirmó el profesor Duarte. 

El profesor Carlos Córdoba Martínez, exdirector de la Región Administrativa y de Planificación Especial RAPE Región Central, aseguró que esto "es una señal importante de que las grandes desigualdades que se leen en el acuerdo aún son rurales". 

"En la implementación del acuerdo hay una gran oportunidad para avanzar en esa inequitativa y odiosa división y a veces discriminación entre lo urbano y lo rural", señaló el profesor Córdoba. En ese sentido, destacó el punto 1 del acuerdo 'Reforma rural integral' y sus tres componentes: la reforma de tierras, los programas de desarrollo con enfoque territorial (PDET) y los planes nacionales sectoriales para la reforma rural. "Es una gran oportunidad para conectar las economías rurales con las demandas urbanas", reiteró. 

Reincorporación a la vida urbana

Según el Censo Socioeconómico para los miembros de las FARC, realizado por la Universidad Nacional de Colombia, entre 9 mil y 10 mil excombatientes iniciaron el proceso de reincorporación. Entre ellos está Lucy, una mujer de 39 años que vivió 13 de ellos en las filas de las Farc, quien contó su experiencia.

"Se vive en una ciudad si se tiene empleo o algún proyecto que le permita sostenibilidad económica, de lo contrario es complicado. En lo rural el acceso a la tierra es la principal dificultad. Salimos de este proceso de paz con la esperanza de poder acceder a tierra o a vivienda de una manera no tan difícil", manifestó. 

"La mayoría de excombatientes somos de origen rural, no teníamos idea de cómo era la capital del departamento y eso hace que existan otro tipo de problemáticas, como adaptarse a los trámites que implican ir al médico, transportarse y hasta el proceso de la reincorporación. La mayoría de compañeros que están ubicados en las ciudades por lo general no se identifican como excombatientes de las Farc porque esto les puede generar problemas de seguridad", expresó Lucy. 

El profesor Córdoba explicó que el Conpes 3931 establece que el proceso de reincorporación debe tener en cuenta los intereses de la población y el deseo de algunos excombatientes de involucrarse en las economías urbanas.  

"En la medida que la ciudad es más grande se invisibiliza más al reincorporado y hay más dificultad, entre más crece el territorio es más agresivo con los recién llegados (...) no hubo suficiente preparación de los excombatientes y muchos han visto frustrados sus sueños al llegar a ciudades como Medellín, Cali o Bogotá y no poderse ubicar", indicó. 

"Es importante que la Agencia para la Reincorporación y la Normalización y las alcaldías trabajen para que las ciudades sean más amables con las personas que le han apostado a la paz", consideró. 

De ETCR a entes territoriales 

Según señaló el profesor Boris Duarte, el éxito de la implementación de los acuerdos de paz pasa por conectar las economías rurales con las urbanas. "Lo que vimos en los resultados del Censo Socioeconómico de las Farc es que la mayoría de los excombatientes tienen conocimientos y experticias para el desarrollo de actividades fundamentalmente rurales, por esto hay que pensar en un desarrollo urbano de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) donde la población excombatiente está tratando de consolidar su proceso de reincorporación",  sostuvo. 

"La expectativa de la reincorporación que tenían los excombatientes apuntaba hacia un desarrollo en estas nuevas ciudades que se pensaba podrían surgir de estas ETCR, sin embargo la idea de reincorporación y desarrollo que tiene el gobierno nacional es completamente diferente", agregó el profesor. 

En ese sentido, el profesor Córdoba expuso el caso del ETCR Las Colinas en Guaviare, "que en poco tiempo va a ser el segundo centro poblado más grande del departamento y se va a disputar con San José del Guaviare muchas cosas en términos de servicios y bienes. Allí hubo una decisión de fundar una nueva población".  

"Es importante que los municipios revisen sus planes de ordenamiento territorial, declaren estos suelos de expansión urbana, se equipen con servicios públicos, se establezcan como cabeceras corregimentales y de pronto algunos a mediano plazo como municipios", puntualizó.