En la publicación del IEU se narra la historia de estos dos proyectos que han marcado el desarrollo de la ciudad en términos urbanos, de diseño arquitectónico y de su repercusión a nivel nacional y distrital. Allí la arquitecta resalta que aunque ambas piezas urbanas se gestaron en dos momentos diferentes de la historia de Bogotá, son muy similares. “Los dos nacen de una idea de un solo trazado, arquitectura y de la representación a través de la construcción de un nuevo pensamiento y una nueva visión para suplir las necesidades de los habitantes”, consideró Zambrano.

En ese sentido, el arquitecto Viviescas resaltó la similitud de los dos proyectos. “Ambos son ideas presidenciales, que modernizaron el país, la ciudad y la arquitectura. En el caso del campus de la Universidad Nacional se gestó en el gobierno de Alfonso López Pumarejo y fortaleció el argumento de que la educación requiere de un espacio específico construido para ella y ubicada en la arquitectura y el urbanismo. Mientras el CAN se da en un gobierno no democrático que es el de Gustavo Rojas Pinilla, quien con este proyecto le da un espacio a la relación del Estado y los ciudadanos”.      

Dos proyectos de ciudad con impacto nacional

La arquitecta Zambrano sostuvo que no se visualizó a largo plazo el impacto de estos proyectos, pero su repercusión nacional ha sido muy amplia debido a que son ejemplos arquitectónicos de configuración urbana y de funcionamiento a nivel país. 

Por su parte, Viviescas consideró que en los años 50 Rojas Pinilla creó un espacio para que la ciudadanía pudiera relacionarse en torno a la prestación de servicios y la ejecución de trámites,mientras en los años 30 la Universidad se gestaba como el principal centro de pensamiento del país.

Estas dos piezas urbanas también representaron un cambio de pensamiento, pues la ciudad había sido construida hasta entonces bajo la lógica de la expansión predio a predio. Por el contrario, el CAN y UNAL, “ son una pieza dividida por muros y rejas, pero que vistas por google maps u otras fotografías aéreas se ven como una sola mancha. Por eso considero que están unidas y comunicadas entre ellas, por la historia, sus ideas y su construcción” afirmó Zambrano.

Además, ambas construcciones son el resultado de concursos internacionales donde participaron  los arquitectos más importantes del mundo. 

CAN Y UNAL en el contexto actual

La pertinencia de revisar estas dos piezas urbanas, que tienen más de 50 años de construcción, se debe a la visibilización que tuvieron en años recientes por la discusión que se dio alrededor del concurso internacional de arquitectura y urbanismo para modificar o repensar el CAN y el rol que tenía que tomar la Universidad Nacional ante el cambio urbano que se estaba proponiendo.  

Es por ello que el profesor Viviescas consideró que el CAN y la UNAL se pueden rescatar como dos proyectos de ciudad que se deben poner en el contexto actual. Para el docente el proceso de renovación debe incluir el pensamiento arquitectónico colombiano, el cual presenta importantes desarrollos. 

Por distintas razones, el proyecto de renovación que involucra estos dos proyectos urbanos sigue en debate, un debate que  con la pandemia de la Covid 19 enfrenta nuevos retos y necesidades. Así lo concluyó Zambrano quien recalcó que si bien el libro fue escrito antes de la emergencia sanitaria, con estas nuevas condiciones se evidencia la necesidad de mejores espacios públicos y de relacionamiento de la ciudadanía. Una pregunta queda planteada en relación con esta situación ¿Cómo estas dos piezas urbanas deberían replantearse ante los nuevos retos de la pandemia?