Según el director del AMVA, en la actualidad el Área está trabajando con ONU Hábitat, con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con la oficina de Planeación de Medellín y del Departamento de Antioquia y del Área Metropolitana, con el objetivo de buscar instrumentos jurídicos que permitan ir materializar la Nueva Agenda Urbana en el territorio y al mismo tiempo mantener una conversación latinoamericana para ver lo que está sucediendo en las principales ciudades de la región.

“Hay similitudes y diferencias en la manera de cómo se están haciendo los tratamientos en unos territorios y en otros, lo importante es que al final se pueda llegar a un gran acuerdo internacional. Estas discusiones y campos de pensamiento sobre lo urbano son muy valiosos para fijar un buen tema en la discusión urbano - rural y urbano – rural – regional”, indicó.

El director del Área destacó el trabajo realizado desde la sostenibilidad, lo ambiental, económico y social y con la participación de todos los actores. “Promovemos en el AMVA la participación de actores públicos y privados, organizaciones sociales, academia y la ciudadanía, ese es el gran proceso que se está desarrollando”, sostuvo.

Por otra parte, Prieto recalcó que “la idea es llegar a un acuerdo que sea la síntesis de todo lo que se pueda debatir en temas urbanos para trabajar sobre las diferentes problemáticas; cómo lograr que en los 10 municipios del Valle de Aburrá existan unos acuerdos sobre el crecimiento urbanístico, sobre el control urbanístico y sobre cómo vamos a seguir permitiendo ese crecimiento”.

Asimismo, durante su intervención enfatizó que el AMVA está haciendo modelaciones fundamentales frente el acelerado crecimiento urbano teniendo en cuenta lo lento que es el ordenamiento territorial.

“Ninguno de los territorios del AMVA tienen la capacidad de encontrar por sí solo todas las soluciones y lo que tenemos que ver bien es dónde están haciendo desarrollos que se conviertan en buenas prácticas, o incluso dónde se han hecho desarrollos que no han dado resultados para ver ese camino”, dijo.

En la agenda ONU Hábitat que se desarrolló en Quito, Ecuador, se conversó a nivel mundial y se llegaron a unas conclusiones, ya se tiene una ruta establecida, una carta con unos principios, con unos objetivos y unos propósitos “eso no funciona si no se lleva a lo territorial, tenemos unos planes de desarrollo trazados por los alcaldes, hay una planeación regional, hay un plan de gestión que estamos desarrollando y tenemos que articular esa ruta en Latinoamérica”, comentó el director del Área.

El objetivo es tener ciertas capacidades frente a las problemáticas y aplicar correctivos que permitan unos cambios. “Por ejemplo, en el tema de calidad del aire nosotros vamos tomando decisiones, por ello estamos implementado el plan de salud y calidad del aire”, explicó.

Adicional reiteró que el desarrollo urbanístico no se puede desligar de la sostenibilidad. No sirve para nada un desarrollo urbanístico que no hable de construcción sostenible, de salud ambiental, de calidad de vida frente a lo que los ciudadanos deseen, es decir, el derecho a la ciudad y al territorio; “no que las ciudades se sigan construyendo alrededor de una planificación que muchas veces pueden ser los objetivos ideales pero que no siempre es la asertiva o acertada, porque cuando nos damos cuenta y estamos aplicándola ya ha pasado mucho tiempo, y este acelerado crecimiento urbano está trayendo unas problemáticas bastante complejas”, precisó.

Finalmente, Prieto puso un ejemplo con el tema del agua “cada vez somos más dependientes de fuentes externas en materia de agua en estos centros urbanos por el acelerado crecimiento, cada vez tenemos que ver como firmar ese acuerdo sobre ese crecimiento en todo el territorio colombiano.