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Del desarrollo sostenible hacia el territorio sostenible

Publicado el Martes, 15 Noviembre 2016, en Divulgación académica

No hay un punto medio entre el desarrollo urbano y el ordenamiento desde lo ambiental.

Foto: Vicepresidencia de la República

Los recientes debates sobre construcciones en áreas verdes, zonas de reserva o de protección especial, ponen en la agenda nacional la discusión relacionada principalmente entre desarrollo y los espacios de interés, lo que remite de manera directa a las problemáticas en materia de ordenamiento territorial frente al déficit de equipamientos en espacio público, parques, colegios, zonas edificables entre otras.

Para Gonzalo Andrade, docente del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), no hay un punto medio entre el desarrollo urbano y el ordenamiento desde lo ambiental, pues prevalece más el ordenamiento urbano que la conservación de la biodiversidad.

Además, cuando se establece que “existen unos elementos desde el punto de vista biológico y de ecosistema que ameritan una conservación, se tiende a pensar que esos elementos se convierten en un obstáculo para el desarrollo” agrega Andrade.

La variable central dentro de esta problemática se establece en ordenar el territorio, desde un punto de vista urbanístico y ambiental, a partir de un enfoque sostenible.

De acuerdo con el profesor Andrade “el ambiente no debe tender hacia un desarrollo sostenible sino, que el territorio es el que debe ser sostenible. Un cambio en la manera de pensar es cómo podemos llevar una serie de actividades paralelas, de movilidad, de urbanismo, de conservación, de aprovechamiento de los minerales y los hidrocarburos, teniendo en cuenta que todo se pueda conjugar de manera articulada, pero desde el punto de vista que el territorio sea sostenible, sin que uno de los elementos, o el urbanismo, o el tema ambiental o el desarrollo se conviertan en un obstáculo para los otros”.

Uno de los aspectos mas representativos frente a este debate es el que se presenta frente a los desarrollos en materia de movilidad, lo cual para el profesor Gustavo Andrade se refleja en la problemática del Distrito Capital, “que con un simple choque vehicular se genera el colapso de la autopista, al sólo contar con una vía para la salida hacia el norte de la ciudad, y la solución que se le presenta a los bogotanos, es pasar 4 vías a una zona de reserva; simplemente es dividirla en cuatro áreas para poderla atravesar, no se piensa en diseños que sean ambientalmente sostenibles y que permitan solucionar la movilidad”.

Así mismo, este mismo fenómeno se presenta en el caso de Santa Marta, en donde bajo la tutela de la Vicepresidencia de la República, quien está al frente de las vías de Cuarta Generación 4G, con la ampliación de la vía Barranquilla – Santa Marta, lo que se quiere hacer es un segundo carril, cuando se ingresa a la zona del Parque Natural Nacional de Salamanca, “donde hace 50 años se cometió un error desde el punto de vista ecológico, pues se estableció una carretera que cerró el intercambio de agua salada con agua dulce, en lo que se conoce como la Ciénaga Grande, punto de comunicación que compone y mantiene la zona de mangle, una de las pocas que existen en el territorio colombiano. Hoy en 2016, para ampliar ese segundo carril desde la Vicepresidencia se está proponiendo hacer la misma intervención. Y cuando se argumentan los puntos de vista para mantener el ecosistema, la respuesta de esta institución es que las áreas protegidas se convierten en un freno para el desarrollo, en razón de la imposibilidad económica de invertir más allá de lo que se tiene planeado” afirma Andrade.

En suma, no existe una organización del territorio desde una lógica sostenible. La evidencia muestra una serie de problemas en la planeación de las variables que componen de manera integral la visión de ordenamiento en Colombia. De este planteamiento surgen situaciones que van a proyectarse en materia de riesgos, debilidades y desastres en razón de la vulneración de esos elementos en la organización territorial.

La clave frente a este escenario estaría en la articulación, en el establecimiento de equipos interdisciplinarios que pongan sobre la mesa todos los elementos relevantes a la hora de hacer una planeación del ordenamiento del territorio, lo que lograría una mitigación de estas problemáticas, concluye el académico.

  • Boletín escrito para el Observatorio de Gobierno Urbano del IEU.

    • Etiquetas: AGU, Observatorio de Gobierno Urbano
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